Virginia T.G. le confesó a Alfredo G.C., de 50 años, que no quería seguir la relación que ambos mantenían. El hombre, de origen boliviano, decidió matarla. Su cuerpo lo envolvió en unos sacos y lo lanzó a una zona de cañaverales del río Guadalquivir a su paso por San Jerónimo. El asesino, que tras la investigación policial acabó confesando el crimen, tenía antecedentes penales por malos tratos.
Aunque se está a la espera de las pruebas que confirmen la identidad del cadáver, tras la confesión de este individuo de que el cuerpo sin vida hallado por la Policía Nacional es el de esta mujer, que se ha convertido en la primera víctima machista del año en Sevilla. El caso está siendo llevado por el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla. Virginia es la quinta mujer asesinada en Andalucía en lo que llevamos de año, la número 21 en España.
Los juncos que había en la ribera del río son los que tal vez impidieron que el cadáver se acabara sumergiendo en el fondo del río, algo que hubiera imposibilitado mucho la resolución de este caso. Virginia llevaba desaparecida desde el 25 de abril.
Aunque es una zona de bastante tránsito, Alfredo había escondido minuciosamente el cuerpo sin vida de Virginia. Sus restos mortales, al estar envueltos en saco y flotando en el agua, no desprendió ningún olor que pudiera hacer saltar las alarmas entre los paseantes de la zona.
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