La resaca del 9J en Sevilla capital es un seísmo: Sanz saca pecho y las miradas están en Antonio Muñoz

La moción de confianza del viernes no ha hecho mella en el alcalde ni en la marca PP en Sevilla, sino al contrario. En el PSOE, algunos dan casi por amortizado a Muñoz tras obtener 19.000 votos menos que los populares

Antonio Muñoz, cuestionado internamente en el PSOE tras los resultados del 9J.

Los buenos resultados en Andalucía del Partido Popular han asestado un mazazo al PSOE, que si bien no se ha desplomado, sí ha generado incertidumbre sobre una posible renovación en feudos clave. Entre ellos, Sevilla capital. El líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, no puede presumir de resultados. De hecho, no acudió a la rueda de prensa de la noche electoral, delegando en María Márquez para enfrentarse a la prensa, y a la mirada de la ciudadanía. 

En la provincia de Sevilla, el PP logró imponerse al PSOE por un millar de votos. Pero detrás de ello está la capital, donde los socialistas se han desangrado con 19.000 votos menos que el PP. La lectura municipal es sencilla: hace cinco años, el PSOE obtenía 117.000 votos, el 37%; ahora, 88.600, el 31,4%. El PP obtiene ahora 107.000 papeletas, frente a las 69.000 de 2019. Si se le suman las que entonces obtuvo Ciudadanos, 43.700, entre ambos no lograban superar al PSOE. Una pérdida de apoyos se mire por donde se mire.

Aunque no sea extrapolable, porque cada elección es un mundo, lo cierto es que la ventaja cosechada por el PP le permitiría repetir en la Alcaldía. Obtendría 14 escaños, junto a 3 de Vox y 2 de Se Acabó la Fiesta, el partido de Alvise Pérez, que con el 5,86% de los votos en su Sevilla natal lograría dos concejales. El PSOE lograría 11, frente a 2 de Sumar y 1 de Podemos.

Más que pensar en si los sevillanos votarían así en unas municipales, está claro que para estas europeas, en la capital se ha desequilibrado la situación respecto a los mismos comicios de 2019. Quitando a los partidos muy lejos de competir por representación (Ahora Andalucía, Cs o Pacma), las tres formaciones de la derecha han obtenido en Sevilla el 53,4% de los votos, frente a las tres papeletas de izquierdas, un 40%.

Ese desequilibrio es un terremoto en el PSOE. En las últimas generales, la distancia entre PP y PSOE era de menos de 4 puntos, y Sumar, de hecho, fue tercera fuerza frente a Vox, lo que prácticamente arrojó un empate entre izquierda y derecha en la capital. Si se tiene en cuenta la provincia de Sevilla sin contar con la capital, el PSOE habría ganado por 18.000 papeletas sobre el PP. Pero esta distancia de 19.000 votos ha roto las previsiones. 

Y eso que no era una semana fácil para el PP de Sevilla. Porque Sanz vivió en la mañana del viernes el pleno más tenso en años en el Salón Colón: su pulso a los tres partidos de la oposición en el Ayuntamiento para realizar una cuestión de confianza que, si le sale bien, le permitirá aprobar los presupuestos. Una jugada política con la que el gobierno municipal es optimista después de que no fructificase el pacto con Vox.

Como la oposición (PSOE+Podemos/IU+Vox) no logrará unirse por un candidato alternativo único, Sanz logrará aprobar las cuentas municipales en minoría dentro de un mes. Pero es que el pleno del viernes dejó momentos muy duros. Uno de ellos, que Antonio Muñoz, líder socialista, le dijese al alcalde que gobernar Sevilla no era como hacerlo en Tomares (en referencia al pasado reciente de Sanz)... ni "en La Rinconada", donde sigue siendo regidor Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla. Ya le advirtieron desde la bancada popular en el pleno que se estaba metiendo en un lío Muñoz, que iba a provocar resquemor el comentario.

"A mí me ha parecido histórico que el PP haya ganado en la provincia de Sevilla en unas elecciones europeas", ha reaccionado Sanz este lunes. El alcalde ha destacado el trabajo del partido a nivel provincial, y "pone de manifiesto la situación del PSOE en la provincia. Está desubicado, desdibujado y parece un pollo sin cabeza".

Le ha costado atribuirse méritos propios por los más de 107.000 votos en la capital. "Agradecer ese apoyo", decía, "aunque no son extrapolables a unas municipales, pero ahí está el respaldo de Sevilla a Feijóo, a Moreno, al PP, y en parte a una gestión desde el Ayuntamiento de Sevilla, de la que queda evidentemente mucho por hacer".

Antonio Muñoz se ve con fuerzas y niega fractura con el provincial

En la única declaración realizada por Antonio Muñoz este lunes, para la radio Onda Cero, ha lanzado balones fuera al analizar que "de partida" la ciudadanía ha votado "en clave nacional", aunque "me hubieran gustado otros resultados" en Sevilla. "Me interesa hacer una lectura de cara a futuro: más barrios y activar mucho voto descontento que en el pasado ha podido votar socialista, y en este momento fruto de la desilusión, no está apoyando al PSOE". "Me anima que mucha gente votó PSOE y puedo recuperar". Respecto a la pura lectura interna, "los órganos del partido harán la reflexión que quepa hacer". "Queda tiempo" en Andalucía y en Sevilla.

A la mención en el pasado pleno del viernes en Sevilla y su mención de La Rinconada como ayuntamiento menor, que efectivamente ha levantado ampollas dentro del partido, se sumaba también una situación algo rocambolesca. Muñoz, hace unas semanas, compartió una imagen en sus redes sociales junto a Juanma Moreno en un concierto. Javier Fernández usó esa misma foto para atacar a Moreno Bonilla, pero de paso, también era un mensaje para el que fuera alcaldable en la capital: "Estimado Sr. Moreno Bonilla, mientras usted está en conciertos del Interestelar, hay 15 municipios de Sevilla en los que los vecinos y vecinas no tiene urgencias médicas. Vamos a las cosas importantes. Andalucía y Sevilla necesitan compromisos".

Muñoz ha desmentido desencuentros con Fernández: "Me siento muy acompañado". Fernández y Muñoz, de hecho, compartieron listas municipales en La Rinconada años atrás, por lo que se conocen desde siempre. "No esperaba que iba a dar tanto de sí" el asunto de la foto o del pleno. "El espíritu crítico de la Junta no está reñida con la buena educación. Reconozco que pudo molestar en mi partido, pero la gente agradece esa normalidad, harta de tanto ruido. Son mis adversarios, pero no mis enemigos. Lo he hablado con Javier Fernández, es un tema superado. Y en la calle incluso me han felicitado por la foto".

La postura, por el momento, es de asumir con normalidad que se enfrentará a un proceso de primarias en Sevilla capital para ser candidato en 2027, dentro de tres años. La cuestión es que Ferraz ha mandado el mensaje de tener todos los nombres elegidos antes de que acabe 2024. "Los compañeros y compañeras decidirán. Yo quiero ser candidato".

Fuentes socialistas de toda sensibilidad reconocen esas discrepancias, pero hay una masa de dirigentes y militantes que ha puesto sus miras en Antonio Muñoz. Los dos últimos desencuentros han generado un enorme malestar. Achacan a que en ningún caso fue un 'tropiezo' de Muñoz, con muchos años de política a sus espaldas, mencionar como ejemplo de ayuntamiento menor a La Rinconada, y que fue una respuesta velada a la crítica de Javier Fernández en Twitter por su foto con Moreno. 

El cabreo, así, es importante. Pero del otro lado se preguntan si hay quienes buscan utilizar un presunto desencuentro con el secretario general del PSOE de Sevilla para minar la candidatura de Muñoz de cara a 2027, si hay alguien que internamente está moviéndose para desplazar a quien fuera candidato en 2023. Igualmente, estas fuentes niegan que el destino de Espadas, si acaba produciéndose una renovación en el liderazgo del PSOE andaluz, esté atado al de Muñoz. No porque este fuera delfín de aquel en la Alcaldía de Sevilla, si Espadas perdiera el poder interno conllevaría un paso al lado de Muñoz. 

Sea como fuera, Antonio Muñoz acude alrededor de una o dos veces en semana a las distintas agrupaciones de la capital a tomar el pulso a los militantes y a explicarles su proyecto para reconquistar la Alcaldía. Visto los resultados, hoy en día, y aunque aún faltan tres años, parece un gran reto.