La extraña enfermedad de Lorenzo Odone en la película El Aceite de la Vida (1992) tenía cura. El aceite de oliva de Jaén no es curativo, pero sí puede ser un determinante para ayudar indirectamente a mejorar la calidad de vida de muchas personas. A la Fundación Lumiére, que lleva 30 años educando audiovisualmente a los más pequeños, se le ocurrió hace cuatro años poner en marcha un proyecto solidario inspirado en la obra protagonizada por Susan Sarandon y Nick Nolte.
Su misión era recaudar fondos para otras ONGs mediante el apadrinamiento de olivos. En la provincia de Jaén hay más de 70 millones de ejemplares, y el exseleccionador de fútbol Vicente del Bosque lo sabía bien. Es hijo adoptivo del municipio de Carboneros y colono de honor de las nuevas poblaciones de Sierra Morena y Andalucía. Hace dos años, “tuvimos la gran suerte de conocerle y él nos presentó al alcalde de Carboneros”, explica Antonio Mayoralas, presidente de la Fundación Lumière.
Desde entonces, “Carboneros se nos brindó, tanto su alcalde como sus 600 y pico de habitantes, esto es una locura, y decidimos llevar el proyecto allí”. Antonio, está sentado junto a Domingo Bonillo, el primer edil del municipio jienense de la comarca norte, en la sede madrileña de la fundación. Ambos atienden amablemente a lavozdelsur.es mientras comentan con entusiasmo una iniciativa definida “para poner a Carboneros mundialmente en el mapa”.
Después de firmar un convenio con el mismísimo Papa Francisco, la Fundación Scholas Ocurrentes y nombrar a Vicente del Bosque embajador de los olivos solidarios, además de animar al apadrinamiento de olivos centenarios, idearon la creación del Ecoparque por la Solidaridad y la Concordia de los Pueblos. A 20 metros del municipio, un olivar de 800 ejemplares de propiedad municipal llevará los nombres de los padrinos de honor que la Fundación Lumière y el consistorio de Carboneros seleccionan cuidadosamente.
Según explica Mayoralas, “está en construcción y se va a inaugurar a finales de abril. Hay que ornamentar el olivo del papa, ponerle la electrificación, el goteo, son obras que se han empezado a realizar y tardan unos dos meses y medio o tres en terminarse”. El presidente asegura que “no existe ningún parque en el mundo con este diseño de olivos centenarios y con sus objetivos de reunir gente solidaria que luchen por la paz”.
“No existe ningún parque en el mundo con este diseño de olivos centenarios"
En su interior, el olivo apadrinado por el Papa se sitúa en el centro, y junto a él, el de la familia Obama que recientemente han sido nombrados padrinos de honor. Cada olivo lleva una tablilla grande en la que aparece la foto de la persona que lo ha apadrinado y datos biográficos de la persona, además de un código QR. Domingo Bonillo destaca a esta especia como “el árbol de la paz” y tiene pensado incluir un palomar de palomas blancas en señar de los objetivos que persigue este proyecto. “Queremos lanzar un mensaje de paz, solidaridad y concordia entre los pueblos desde el pequeño municipio de Carboneros, y nunca mejor dicho estando el papa de por medio”, añade.
Mientras que las obras están en marcha, se dedican a nombrar los padrinos de honor, es decir, personalidades que en el último siglo se han distinguido por su solidaridad y la defensa de la paz. Así, los olivos representan a instituciones públicas, privadas y personajes a nivel mundial. “Actualmente tenemos nombrados unos 40 padrinos”, añade Antonio al otro lado del teléfono. Entre ellos destacan el Gobierno de España, el Ministerio de Agricultura, el Congreso de los Diputados, y Senado, la Federación Española de Municipios y Provincias, la Comunidad de Cantabria, la Diputación de Jaén, la Cadena Ser Jaén, Susan Sarandon, Nick Nolton, Pedro Piqueras, Carlos Herrera, y la Real Federación Española de Fútbol.
Próximamente, asignarán estas especies a 26 países de la Comunidad Económica Europea, a los 25 actores de cine de Hówywood más solidarios y a más de 100 deportistas reconocidos por aportar su granito de arena a causas sociales. “Estamos en contacto con la Fundación Nobel la cual hemos nombrado padrino de honor para que estén representados los 145 premios noveles desde que se creó esta fundación. Y cada uno tendrá un olivo”, expone Mayoralas.
Además de este ecoparque, el proyecto El aceite de la vida contempla otros 300.000 olivos que pertenecen a pequeños agricultores de Carboneros pensados para el público general. “Ellos nos dejan sus olivos para que sean apadrinados y nosotros les damos una donación de 5 euros para que los cuiden, pero la producción es para ellos”, comenta el presidente de la Fundación Lumiére.
En definitiva, pretenden crear un “olivar vivo” en el que las libres y los conejos correteen por el terreno, que, además de aspirar a ser un destino turístico, se constituirá como un ecoparque educativo. “Pretendemos que los alumnos de los colegios a nivel nacional visiten el parque y aprendan. Un chaval ahora mismo de ocho o 10 años no sabe lo que es un premio Nobel de la paz y no saben quién es Henry Kissinger”, comenta Antonio que también destaca que se transmitirá a los alumnos que “aunque las personas son solidarias para no recibir nada a cambio, la sociedad los suele premiar”.
“Estamos convencidos de que se crearán entre 200 y 300 puestos de trabajo directos e indirectos"
El proyecto va más allá, no solo persigue fines solidarios sino también se trata de una apuesta por el empleo “que es fundamental para una comarca muy muy desfavorecida como es la comarca norte”. Bonillo explica que “estamos convencidos de que se crearán entre 200 y 300 puestos de trabajo directos e indirectos, y también nos volcaremos con la discapacidad, allí vamos a tener talleres de empleo relacionados con los productos cosméticos elaborados con aceite de oliva virgen extra o la artesanía de madera de olivo”.
En el kilómetro 75 de la autovía del sur, Carboneros pone en valor sus productos y lucha para que los usuarios de las asociaciones y ONGs asociadas reciban donativos, que ahora, más que nunca, necesitan.