“¿Qué tienes, ladrillitos coloraos, dime qué tienes que loquito a mí me tienes?”. La mítica letra del chirigotero Manolo Santander está sellada en una de las camisetas que cuelgan del armario de Pilar Domínguez. La gaditana creó su propia firma de ropa y la estampó con rincones emblemáticos de Cádiz, diseños de Carnaval y elementos de la afición cadista. “A mi me encantan las cosas de Cádiz, mucha gente presume mucho”, dice la emprendedora de 38 años.
Un atardecer en la Caleta, la fachada del Gran Teatro Falla o la plaza de España adornan las corbatas, vestidos, faldas y blusas de la marca Pilar Fopiani. Pedacitos de la Tacita de Plata con encanto que la técnica superior en diseño, moda y patronaje captura en cada confección.
Pilar rinde homenaje a su abuelo en cada prenda que elabora. “He estado muy pegada a él y falleció cuando yo tenía 13 años, se llamaba Julián Fopiani, le corté Julián y cogí Fopiani, que es mi segundo apellido”, explica mientras enseña su colección totalmente personalizable. Primero hay que elegir un diseño, un tejido y un modelo, y después, la gaditana fabrica el artículo a medida.
A Pilar ya se le veía el plumero desde que era una niña. “Cuando era chica cogí los trapos de mi madre y les hacía vestidos a las muñecas. Me encantaban los recortables, cuando se me terminaban, cogía un folio, lo ponía encima y me ponía a hacer los míos propios”, comenta delante de un cuadro del balneario de La Palma a sus espaldas.
“Cuando era chica cogí los trapos de mi madre y les hacía vestidos a las muñecas"
Con 12 años se apuntó a clases de corte y confección en una academia. Por las mañanas iba al instituto y por las tardes, tres veces a la semana, asistía al taller. Finalizó sus estudios y continuó formándose en la Escuela de arte en Cádiz y, posteriormente, se mudó a Sevilla para aprender Patronaje industrial. Pilar siguió su camino entre telas y alfileres hasta que un día el diseñador chileno, afincado en Londres, Gabriel Vielman London, la llamó para ofrecerle trabajo como patronista.
“Su padre se echó una novia aquí en Cádiz y se compró un piso donde estuvo preparando su colección en verano”, cuenta sentada en el sofá de su salón. Cuando empezó a coser junto a él, se percató de que “mandaba las telas a hacer a Londres y las traía estampadas. Me dio curiosidad”. A Pilar le gustó la técnica, llevaba tiempo intentado hacerse una blusa con una imagen de la Caleta, y vio la oportunidad.
Desde entonces, empezó a estampar. “Estoy muy enamorada de mi tierra, cada vez que voy de viaje me pongo una camiseta del Cádiz CF para identificar que soy gaditana”, confiesa. Pero ella quería un diseño más arreglado y no tener que “cargar con unos tenis” para poder combinar la camiseta amarilla. Así, le echó imaginación y confeccionó su primer vestido estampado que lució en la boda de una amiga. “Me hice un vestido con la Caleta en azul y causó sensación”, añade.
“Estoy muy enamorada de mi tierra"
En verano de 2014, Pilar se planteó mostrar sus creaciones al público. Ya han pasado siete años desde que su amiga le animó a presentarse al desfile de la Fashion Week de Rota. “Puse canciones de la Niña Pastori de fondo, la gente aplaudió un montó, yo estaba emocionada, no me imaginaba que fuese a gustar tanto”.
En ese momento, la gaditana cogió carrerilla y lo que comenzó siendo un hobbie, terminó convirtiéndose en su medio de vida. Al año siguiente, en 2015, la suerte le sonrió. Su prima le propuso hacer un vestido a Mirian Peralta, la presentadora del COAC desde 2008. “A mi me daba un montón de vergüenza, y al final me terminó llamando, me dijo: -Sin problema, yo soy tu maniquí”.
Entusiasmada, apuntó las medidas de la periodista, que en el Carnaval 2015 llevó el traje con la imagen del Falla para la retransmisión en directo. A partir de ese momento, “empezó mucha gente a seguirme por Facebook”. La originalidad de Pilar había llamado la atención de los carnavaleros e incluso de otros profesionales como Soco López, periodista de Canal Sur, o el humorista Pepe El Caja que apareció hace unos días en el palco del Falla durante el programa especial de Onda Cádiz que revive a la fiesta grande de la capital.
La gaditana decidió montar su taller en una nave de San Fernando y abrir una tienda en la calle Rosario del casco antiguo de Cádiz. Pero en el local, “yo hacía todo, estaba que no daba abasto, los estampados, el patronaje, la confección, atender allí”. Además, “había semanas enteras que no entraba ni un alma en la tienda”, recuerda. En cambio, las redes sociales se llenaban de encargos cada vez que subía una nueva foto.
Por esa razón, cerró la tienda física, trasladó su taller al chalé de sus padres en Chiclana y se dedicó a montar su negocio online. Pilar reconoce que “compré la maquinaria industrial de estampar sin tener ni idea de cómo funcionaba”. Sin embargo, con el tiempo se empapó de las instrucciones y, hasta ahora, de la máquina sale de todo. Alfombras, cojines, camisetas, mantas, toallas o corbatas y, “desde que tuve a mi hijo empecé con ropa de bebé, vestiditos de niñas, faldas, bañadores”.
La mayoría de las imágenes de las prendas son cedidas por Luis Fernández Santos, el administrador de la página Tacita de Plata, mientras que el resto de los diseños son elaborados por el diseñador gráfico Jesús Tifón bajo las órdenes de la emprendedora.
De momento, los pedidos no le faltan y está encantada con la respuesta de los clientes, que, sorprendentemente, suelen ser de otras ciudades. Según Pilar, “mi gran clientela proviene de Sevilla, también gente que le gusta el carnaval de Córdoba y Huelva, y gaditanos que echan de menos Cádiz”.
Una vez, una mujer le contó que su marido le había pedido matrimonio en La Caleta. Estaba enamorada de su tierra, tanto como ella. Pilar expresa ese sentimiento con orgullo llevando a todas partes la cultura y el patrimonio de su ciudad, un día bautizada por Lord Byron como “sirena del océano” y, hoy, la modelo más glamourosa de esta firma gaditana.