Mario nació en Jerez y, después de cursar estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, recaló en Madrid, donde hizo Derecho y Finanzas en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), para luego acabar en EEUU realizando un máster de finanzas en la universidad de Berkeley (California), donde conoció, entre otros muchos, a Adeyemi Ajao, impulsor de Tuenti. Ahora, el jerezano Mario Carranza ejerce como consejero delegado de Amovens, una plataforma con la que los usuarios se ponen en contacto para hacer desplazamientos largos, con la que promueve la movilidad colaborativa y que se desmarca de sus competidores del sector añadiendo la posibilidad de alquilar el vehículo entre particulares y de adquirirlos mediante renting. Son las tres patas en las que se sustenta una plataforma que, según cuenta Carranza, tiene más de un millón de usuarios en todo el país —300.000 de ellos en Andalucía— y que, con su expansión a Francia —la aseguradora gala Macif aporta cinco millones de euros— pretende seguir haciendo sombra a Blablacar en su país de origen.
¿Pero quién es Mario Carranza? Él asegura que, a pesar de haber formado parte del nacimiento de varias startup, es emprendedor “por casualidad”. “Siempre me ha llamado la atención hacer cosas que generaran cierto impacto”, señala el jerezano, para quien es importante “no tener miedo a trabajar más que tu competidor” para alcanzar el éxito, además de tener “mucho sentido común y constancia”. A él, de momento, no le va mal con esa fórmula. ¿Cuáles son los motivos de que triunfen este tipo de plataformas? Carranza da varios: “Compartir coche se presenta como una solución inteligente en comparación con los medios tradicionales, ahora miramos más dónde gastamos nuestro dinero, por lo que las soluciones de economía colaborativa son más eficientes”. El emprendedor jerezano asegura que hay 25 millones de coches en España que pasan el 95% del tiempo aparcados, de ahí que se les ocurriera la opción de alquilar vehículos entre particulares. “Pensamos que tener un coche en propiedad, sobre todo en ciudades grandes, es un sinsentido, porque tiene un coste de 5.000 euros al año que no todo mundo se puede permitir”.
“Cuando lanzamos la opción de alquilar los coches nos encontramos con una barrera bestial, que era la falta de confianza, nadie está programado para la economía colaborativa, no nos han educado para compartir cosas con extraños”, dice Carranza quien, tras cerrar un acuerdo con una empresa aseguradora, cuenta que fueron ganando poco a poco usuarios. “Nos enfocamos mucho en la experiencia, damos argumentos de peso para que nos prueben y la gente que nos usa, nos recomienda”, dice, y añade que “más del 70% de nuestro crecimiento es orgánico”, es decir, que viene del boca a boca.
Pero el camino no está exento de piedras. Precisamente con Blablacar mantienen un litigio, porque acusan a la compañía de realizar “espionaje industrial” a Amovens, un asunto que tendrán que dirimir los tribunales. De momento continúan con su plan de expansión, iniciado en Francia, pero Carranza espera que la plataforma esté presente en diez países europeos en los próximos cinco años. “Vemos que la gente nos usa, tiene sentido nuestra forma de entender la movilidad, y creemos que irá a más”, señala. “La movilidad del mañana tiene dos grandes tendencias: una es poner mayor foco en compartir, y la otra es integrar servicios. Al principio la gente pensaba que estábamos un poco locos, nos veían como bichos raros , pero ahora se demuestra que teníamos cierta razón”.
El jerezano Mario Carranza confiesa que desde que Amovens inició su andadura “ha habido fricción” con quienes monopolizaban el sector del transporte, pero añade: “Traemos cosas que a la empresa tradicional le pueden incomodar, pero el que sale ganando es el consumidor final”. Carranza, que vive en Madrid, asegura que viene a Jerez cada vez que puede y la define como una ciudad “que tiene muchas oportunidades”. “Hace un tiempo me transmitía mucha decadencia, pero desde hace poco hay varias cosas que me hacen verlo con más ilusión, viene una generación de gente que está haciendo cosas interesantes”. Como él mismo.
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