El Informe de Digitalización de PYMES 2023 de Red.es apunta a que una de cada cuatro pequeñas y medianas empresas no utiliza redes sociales de manera efectiva o ni siquiera tiene una página web. Esta brecha digital impide en muchos casos acceder a una parte importante de la audiencia y ganar cuota de mercado.
Y es un error al que, en muchos casos, es fácil ponerle solución. Un ejemplo impactante de ello lo encontramos en Mailrelay. Esta plataforma de gestión de correos electrónicos cuenta con la mayor cuenta gratuita del momento y avances tan reseñables como su capacidad IA, API de desarrollo y SMTP con estadística.
En resumen, cualquier pyme que así lo considere puede acceder a una herramienta de email marketing o email masivo fiable que es toda una garantía gracias a sus décadas de experiencia y su facilidad en el uso, su potencia y su buen nivel de entregabilidad. Además, se trata de una plataforma muy intuitiva en la que los usuarios pueden ganar en tranquilidad, pues disponen de soporte 100% técnico atendido por personas expertas en email marketing.
Contar con una página web atractiva y ajustada a presupuesto
Más allá del email marketing, que es una estrategia esencial por su buen ratio entre inversión, impacto entre los clientes y posibilidad de llegar a más consumidores, el primer paso que debe hacer cualquier empresa que quiera crecer en internet es crear una página web adaptada a los tiempos que corren.
Fue Bill Gates, o al menos a él se le atribuye la siguiente frase “si tu negocio no está en internet, tu negocio no existe”. Y no es necesario que lo diga el magnate de la tecnología y la informática, todo el mundo ya sabe que la digitalización es un proceso obligatorio para cualquier empresa.
Ni siquiera las pequeñas tiendas de barrio pueden sobrevivir si no están activas en alguna plataforma digital. Esto incluye la página web, por supuesto, pero también las redes sociales. En este contexto, un buen diseño de la página web puede funcionar como elemento de atracción para clientes potenciales y transformar esas visitas en vetas.
Aquí, como con el email marketing, hay opciones para todos los gustos, pues puedes montar (de manera autodidacta o con ayuda de una agencia) páginas web más modestas pero suficientes para captar la atención de los usuarios; o bien ir reinvirtiendo presupuesto para conseguir espacios que sean un lugar seguro para los clientes (tienda online, área privada para los clientes, blog corporativo, botones que den acceso a los perfiles en redes sociales y el canal de YouTube, etc.).
Trabajar bien el SEO
El SEO, o posicionamiento web, es otro de esos procesos en los que hay que poner el foco. ¿De qué puede servir una página web que esté bien diseñada y que sea atractiva visualmente y en cuanto a navegabilidad si los clientes no llegan a ella?
Y justo eso es lo que potencia el SEO. Sus siglas corresponden a Search Engine Optimization, o lo que es lo mismo, optimización en motores de búsqueda. Esto no es más que generar contenido de valor y bien adaptado a los algoritmos de Google y otros buscadores. Así, cuanto más arriba aparezca la web en los resultados de búsqueda, más visitas y tráfico atraerá.
A partir de ahí toca elaborar estrategias para que ese tráfico sea de calidad y resulte en interacciones por parte de los usuarios: ventas, suscripciones, recomendaciones a otros clientes potenciales…
En el caso del SEO, algo que hay que cuidar mucho es la introducción de la elaboración de contenidos a través de Inteligencia Artificial. Este fenómeno, denominado SGE o Search Generative Experience es el enésimo intento de derribar el posicionamiento web, aunque tampoco ha podido con él.
¿Las redes sociales siguen siendo efectivas?
Indiscutiblemente, sí. Las redes sociales son herramientas a las que hay que sacar el máximo jugo posible. Y tanto es así que hay pequeños negocios que se ayudan más de estas plataformas que de una página web.
Los comercios en barrios y pueblos dedicados a los servicios de comida rápida a veces ni necesitan de una página web. Les puede bastar con tener una ficha de negocio en Google en los que aparezcan reseñas, fotos de su carta, el teléfono de contacto y, eso sí, completar todo esto con perfiles en redes.
Un perfil bien trabajo en Instagram o TikTok puede ser un pasaporte a generar más ingresos. Este sector, el gastronómico, es un buen ejemplo por la alta presencia de foodies y creadores de contenido que pueden publicitar los negocios.
En resumen, hay muchas acciones al alcance de las pequeñas y medianas empresas que les permiten ganar en visibilidad. Se trata de herramientas o estrategias accesibles, que no implican una inversión elevada, y que ofrecen resultados interesantes casi inmediatamente. La clave en todo este proceso es descubrir la fórmula del éxito y seguir reforzando la inversión en escenarios que tengan un efecto de retroalimentación positiva.
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