Con la llegada del otoño adelantado a Andalucía, el clima ha dado un giro inesperado, poniendo fin al calor sofocante del verano.
Una masa de aire frío asociada a una DANA y a la borrasca fría Boris ha comenzado a afectar la región, dejando atrás temperaturas veraniegas y trayendo consigo lluvias intensas y tormentas.
Este cambio meteorológico no es aislado; hace apenas unos días, Boris ya había provocado inundaciones históricas en varias zonas de Europa. A partir de este miércoles, se espera que las lluvias se extiendan por gran parte de la Península, afectando especialmente a las provincias andaluzas. Las temperaturas, por su parte, sufrirán una caída significativa, rondando los 27 grados durante el día, y anticipando un clima más fresco de cara al fin de semana.
En este contexto de inestabilidad meteorológica, muchos propietarios se preguntan si sus seguros de hogar les ofrecen la cobertura necesaria para afrontar posibles daños por inundaciones o tormentas.
¿Cubre el seguro del hogar los daños de las lluvias?
En lo que se refiere a coberturas por lluvias en los seguros de hogar, es importante tener en cuenta que no todos los daños por precipitaciones están garantizados de manera automática.
Los seguros multirriesgo suelen incluir la protección frente a fenómenos atmosféricos, pero solo bajo ciertas condiciones específicas.
En el caso de la lluvia, la clave está en su intensidad: para que los daños sean cubiertos, la precipitación debe superar un umbral mínimo, que normalmente es de 40 litros por metro cuadrado y hora, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Además, las coberturas dependen del tipo de seguro contratado, ya que algunos solo protegen el "continente" (es decir, la estructura de la vivienda) mientras que otros incluyen también el "contenido" (mobiliario y pertenencias). Así, si la lluvia causa filtraciones o goteras que afectan al tejado o paredes, estos daños estarían cubiertos si tienes asegurado el continente. Si además tus muebles o enseres sufren desperfectos, estos estarían protegidos siempre que hayas asegurado también el contenido.
Por otro lado, en caso de que la lluvia provoque inundaciones extraordinarias, será el Consorcio de Compensación de Seguros quien se haga cargo de los daños, siempre y cuando el hogar esté asegurado.
¿Qué hacer si se sufren daños?
Si tu hogar sufre daños a causa de las lluvias o tormentas, lo primero que debes hacer es unas cuantas fotografías de los daños. Debe verse una panorámica general del lugar y también los detalles de los daños. Es decir, toma fotos de cerca, de lejos y a media distancia.
Después, debes ponerte en contacto con tu compañía de seguros lo antes posible. Informar rápidamente sobre los daños es clave para iniciar el proceso de reclamación. La aseguradora enviará a un perito a tu vivienda, quien evaluará los desperfectos y determinará si están cubiertos según las condiciones de tu póliza.
El perito analizará varios factores, como la intensidad de la lluvia y el tipo de daños sufridos, para verificar si cumplen con los requisitos establecidos en el contrato del seguro. Además, identificará si los daños afectan al continente, al contenido o ambos.
Tras la evaluación, el perito dará una idea de quién deberá asumir los costes de las reparaciones. Si los daños están cubiertos por la póliza, la aseguradora se hará cargo. En caso contrario, por ejemplo, si la filtración no cumple con los umbrales exigidos o si los desperfectos se deben a un mantenimiento deficiente, es posible que los gastos deban ser asumidos por el propietario. También es posible que la responsabilidad sea de otro vecino o de la comunidad. En definitiva, el perito debería informarte.
Ante cualquier duda sobre las coberturas, no dudes en pedir a tu compañía que te aclare los términos de la póliza antes de proceder con las reparaciones.
La otra alternativa es hacerte cargo de las reparaciones. Puede parecer una solución rápida, pero conlleva varios riesgos importantes.
El primero es el alto coste económico. En España, es posible encontrar financiación rápidamente online e incluso si fuese suficiente con un préstamo de 500 euros probablemente sea posible obtener una respuesta en minutos y recibir el dinero en 24 horas. Como hemos dicho, actuar con premura es importante ya que los daños de la humedad pueden agrandarse con el tiempo si esta persiste.
Sin embargo, reparar filtraciones, goteras o daños estructurales causados por fenómenos atmosféricos puede ser más caro, especialmente si los desperfectos son graves o requieren profesionales especializados.
Otro riesgo es que, al no notificar al seguro, podrías perder la oportunidad de que la aseguradora cubra los daños si estos realmente estaban contemplados en tu póliza. Además, realizar reparaciones por tu cuenta sin la evaluación de un perito podría complicar futuras reclamaciones, ya que la compañía podría argumentar que los daños originales no fueron correctamente documentados o reparados.
Es muy importante tener claro que todo lo que hagas será tu responsabilidad. De este modo, si durante las reparaciones dañas algo de un vecino o la comunidad, deberás afrontar también el pago de estos daños. Si has contratado a un profesional, este debe tener un seguro de responsabilidad y deberías estar cubierto.
Por último, está la posibilidad de que el problema sea más grave de lo que parece. Un daño que inicialmente parece superficial, como una pequeña gotera, podría ocultar problemas estructurales más serios, como humedades profundas o fallos en el tejado, que solo un profesional o el perito del seguro detectaría.
Encargarte tú mismo de las reparaciones podría agravar el problema o resultar en trabajos mal realizados que a la larga generarían gastos mayores.
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