Vestidos largos, cortos, trajes, chaqués, chalecos, corbatas. Estas palabras marcan la actividad de un negocio que ya se ha ganado el cariño del público. Lleva más de medio siglo encargándose de los outfit de novios, novias e invitados. Desde que iniciaran su andadura en 1973, Ruyfe se ha convertido en especialista de moda nupcial reconocido en Jerez y en toda la provincia de Cádiz.
Todo comenzó en Jerez hace 51 años, cuando Francisco Ruda y Guadalupe Fernández, recién casados, se mudaron desde su ciudad natal, Sevilla, para comenzar una nueva aventura juntos. Él se dedicaba a este sector en la capital hispalense, conocía cómo funcionaba y decidieron dar rienda suelta a su propio emprendimiento. Así nació Ruyfe, al que bautizaron con esta combinación de letras en honor a sus apellidos, Ruda y Fernández.
Desde entonces, han puesto todo su empeño en ayudar a la clientela a elegir el modelo perfecto para una ocasión tan especial. “Somos una empresa familiar bastante conocida en Jerez que trabaja fundamentalmente con novios y los invitados más cercanos a la pareja, lo que se llama la primera fila de las bodas”, explica Ezequiel Ruda, hijo del matrimonio fundador y segunda generación, que continúa con el legado. Aunque el negocio se centra en las bodas, en temporada también tienen línea de comuniones e incluso de trajes de flamenca.
Este jerezano de 51 años, tras licenciarse en Ciencias Geológicas, tomó la decisión de sumarse al proyecto familiar y, en 1999, se adentró en el mundo de los chalecos, los gemelos y los tocados. “Nos encargamos del asesoramiento personal, cómo te queda el arreglo, cómo te queda el vestido, qué es lo que te puede favorecer en función de tu silueta”, explica desde el local ubicado en la calle Escritor Antonio Quintero y Ramírez.
El equipo adorna el escaparate con vestidos de novias mientras Ezequiel muestra cómo el negocio se ha subido al carro de las nuevas tecnologías. Ahora, se puede consultar toda la información en una pantalla táctil.
“Esto no va cambiando poco a poco, los cambios son cada vez más inmediatos. Antiguamente, no estaban las redes sociales. Hoy somos igual de profesionales, pero tenemos que estar todavía más informados de todas las tendencias”, comenta el jerezano, que repasa la evolución de este comercio con lavozdelsur.es.
En Ruyfe se encargan del look integral de las personas que les eligen para lucir su mejor versión en las bodas. En su catálogo hay una gran variedad de opciones que se pueden ajustar en función de las necesidades de cada cuerpo. Para ello, cuentan con un taller propio donde realizan los arreglos y cambios pertinentes a las prendas.
“A veces una persona descarta un vestido por no tener una manga, pues nosotros se la hacemos”, comenta. En los últimos años, ha podido presenciar la evolución del sector e ir adaptándose para continuar con este negocio ya histórico en la ciudad.
“Los clientes cada vez demandan más información. Vienen sabiendo hasta el tipo de corte que quieren, incluso traen fotografías”, dice Ezequiel.
Desde Ruyfe han sabido acoger esas nuevas herramientas digitales para mantener esa confianza y cercanía con la clientela. Cuentan con una página web en la que aparece un catálogo, el que antaño su padre sacaba de un cajón con otras propuestas. Ezequiel recomienda concertar cita a través de este medio con el fin de poder ofrecer un mejor asesoramiento.
“A través del WhatsApp, nos mandan información, nos mandan fotos y vamos hablando con ellos. Y ya cuando vienen tienen una idea”, explica el jerezano, que asegura que a veces ese concepto preconcebido acaba dando un giro radical en el probador.
“Un chico puede venir pensando en un traje marfil, pero es muy atrevido y acaba vistiéndose con un chaqué clásico, o todo lo contrario”, añade.
Para la segunda generación de esta familia de comerciantes, la clave está en el trato a las personas que entran por la puerta. Esas que se dejan llevar por los consejos de los expertos y confían en el criterio de estos veteranos de la moda nupcial.
“Las redes sociales y los buscadores están muy bien para tener una idea, pero hay que venir a la tienda y ponerse en manos de los profesionales, que te asesoren”, comparte. Al final, en tiempos de internet, no hay nada como la cercanía, entrar a un probador, conversar y sacar una sonrisa a la pareja y a sus seres queridos.
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