No tener que pensar en gastos adicionales es un alivio para las familias. Es posible gracias al renting, es decir, Coches por suscripción que aspiran a ser el futuro de la movilidad. Esta se presenta como una alternativa a la compra de un vehículo que cuenta con numerosas ventajas.
Los usuarios pueden elegir entre coches nuevos o usados en función de sus necesidades, y pueden cambiar de modelo cuando quieran.
Esta nueva forma de movilidad ofrece varias opciones de contratación. La cuota mensual varía principalmente en base a la permanencia mínima y los kilómetros que se fijen por contrato. En este sentido, las opciones más comunes de duración mínima que se utilizan en el sector son, sin permanencia o con permanencia de tres, seis o doce meses.
La permanencia se refiere al tiempo mínimo que por contrato deben permanecer con la compañía de suscripción, pero no implica que no se pueda realizar un cambio de vehículo. Es decir, la permanencia es con cada compañía y no con el coche.
Existen varias diferencias entre los coches por suscripción y el renting clásico. A pesar de ofrecer servicios parecidos, los primeros presentan una diferencia importante que es la flexibilidad.
Los coches por suscripción permiten a los clientes poder dejar de pagar el servicio y devolver el coche en cortos períodos de tiempo, siempre dependiendo de la permanencia mínima contratada. En cambio, con el renting clásico los períodos de permanencia mínima se comprenden entre uno y cinco años.
Además, este servicio dispone de vehículos de múltiples marcas, tamaños, plazas o colores. Comodidad para elegir y para disfrutar de esta alternativa a la adquisición.
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