Resistir a la pandemia en el 'hormiguero': 15 trabajadores y tecnología 3D

'Anthouse', una empresa con fabricación y diseño cien por cien andaluz, elabora sus propios productos en una nave industrial de Trebujena: "Aquí todo lo hacemos nosotros"

Roberto Huerta, dueño de 'Anthouse', creció en la pandemia y ahora tiene 15 trabajadores

"Añadiremos la arena marrón dentro del sandwich humedeciéndola antes de introducir a las hormigas". Así comienza uno de los manuales de los hormigueros de arena "Tipo 1" que vende Anthouse. La empresa que dirige el jerezano Roberto Huerta vende más de 80 hormigueros diarios: muchos de estos van rumbo a Europa y Estados Unidos.

"Aquí todo lo hacemos nosotros. Desde hormigueros educativos a hormigueros 3D personalizados, que puedes ir luego ampliando", explica a lavozdelsur.es el propietario de una actividad empresarial que desde un primer momento despierta la atención de familiares y amigos. "Mis padres no se lo podían creer. La gente te dice: ¿Cómo vas a vivir de eso? Tú estás loco", ríe. Sin embargo, lo que comenzó con un foro en internet sobre estos insectos eusociales en 2003 —Lamarabunta.org, con una comunidad de miles de usuarios— acabó siendo su salvación tras la crisis económica de 2008.

El diseñador de Anthouse es el arquitecto de futuras colonias en casas de todo el mundo    MANU GARCÍA

Informático de profesión, Roberto cambió los ordenadores por el sueño de sus amigos aficionados a la mirmecología: una fábrica de hormigas. Camino de la década y media de existencia, su particular negocio no ha parado de crecer. Tras la pandemia, compró una nueva nave para ampliar su producción y capacidad de almacenamiento en Trebujena. En la provincia de Cádiz, una de las regiones con más paro de Europa, Anthouse cuenta con una plantilla de 15 trabajadores. Una de las claves de su éxito es la producción propia.

Diseño y fabricación 100% andaluz

"Si tuviéramos que traer todas estas piezas desde China no sería lo mismo", reconoce el propietario de Anthouse, que cuenta con decenas de impresoras 3D de última generación para fabricar sus propios hormigueros. El proceso comienza con el diseño y continúa con la fabricación, desde la pieza más pequeña hasta el producto final.

María, trabajadora de Anthouse, regaló un hormiguero a los niños de sus amigos: "Ahora los padres quieren ampliar la colonia".   MANU GARCÍA

Anthouse funciona como un hormiguero. En el habitáculo situado cerca de la entrada está recepción, donde Miriam tuvo que descrubir qué era este mundo de las hormigas. "Nadie se cree esto hasta que no viene. Cuando empecé a trabajar aquí leía los correos en voz alta para que Roberto me dijera las cosas y a base de repetición, fui aprendiendo", cuenta. La gente que me llama por teléfono le dice de todo. "La gran mayoría me dice que la hormiga no me come o no me duerme. Luego, te encuentras alguien que te pregunta si la hormiga se va a marear en el avión", bromea. La respuesta está clara al leer las indicaciones una vez instaladas: "Evitar vibraciones". 

Como no puede ser de otra manera, Miriam cuenta ya con un hormiguero en su casa, regalo del propietario por la comunión de su hija. No es la única. "Mis amigos están ampliando su colonia, yo se la regalé", dice María, encargada del embalaje y paquetería. "Se lo compré para los niños y al final los padres acabaron más ilusionados que los niños. Esto engancha. A la gente le llama la atención lo ordenadas que son", explica.

Juan, uno de los trabajadores de esta particular industria 'hormiguero'.   MANU GARCÍA

A Juan le pillamos con las herramientas en la mano y nos desmonta uno de los hormigueros más sofisticados. Todos cuentan con unas láminas de metacrilato exterior de color rojo para evitar que a estos pequeños insectos les afecte la luz. La estructura que elige cuenta con una pasarela y módulos extensibles que la hacen totalmente personalizable.

"Hay gente que le gusta combinar colores", explica Roberto mientras enseña el catálogo. Entre las piezas, todo tipo de figuras: "Aquí se le echa la semillita del alpiste y por el otro lado entra la hormiguita", dice sobre un castillo en miniatura.

Al fondo, encontramos las incubadoras. Observamos la temperatura: 29,9 grados. Abre una de las puertas y nos saca un tubo de ensayo: la reina, que se alimenta de un néctar cocinado por Anthouse, tiene todo preparado para salir y empezar a crear su colonia. Solo hace falta que te la lleves a casa. 

 

La página web de Anthouse alberga toda la información sobre hormigas y hormigueros. En YouTube, Twitter, Instagram y Facebook, el equipo explica tanto para novatos como para expertos los cuidados sobre este insecto que causa afición entre millones de personas.

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