El 'show' con tijeras de Toni: más de 40 años de la primera peluquería unisex de El Puerto donde "invitábamos a café"

El portuense Antonio Muñoz mantiene a flote su negocio en la calle Ruiseñor desde hace 40 años gracias al legado que su padre dejó a él y a sus hermanos desde su barbería en la calle Vicario

Toni Muñoz en la peluquería Estilos de El Puerto.

Desde un rapado hasta un tinte de color rosa fucsia. El portuense Toni Muñoz, de 63 años, ya no se extraña con las peticiones de sus clientes. Por sus manos han pasado todo tipo de looks según las tendencias del momento.

Peluquero “desde la cuna” y convencido de que un corte de pelo “es un show”, domina la tijera a la perfección. No es para menos, han pasado 40 años desde que este estilista fundó su propia peluquería, pero su vocación ya nació mucho antes gracias a su padre, Antonio Muñoz Riqué, que regentaba una barbería en la calle Vicario desde 1947.

"Aprendí a afeitar en la cara de mi padre"

Fue allí donde Toni se empapó de los gajes del oficio cuando apenas tenía 7 años. “La forma de introducirte en este mundo era mirando. Aprendí a afeitar en su cara, me decía, coge la navaja de esta manera, y muchas veces le cortaba, pero él no tenia miedo”, recuerda el menor de seis hermanos que se tenía que subir a un cajón porque no llegaba a la cara del cliente.

Toni enseña utensilios que conserva en la peluquería. MANU GARCÍA

Su padre era “una persona muy echada para delante”. Toni recuerda que incluso enseñó a su hermana mayor a afeitar a hombres, algo que “era una locura hace 60 años”.

Así, creció entre peines y secadores hasta que con 15 años empezó a trabajar en su propio negocio, la peluquería del hotel Puerto Bahía de Valdelagrana. Después, decidió seguir formándose en Valencia donde descubrió la dinámica en las grandes ciudades.

A su vuelta, él y sus hermanos Pepe y Manolo, también peluqueros con experiencia en otras capitales, tuvieron una idea, por entonces, novedosa en la localidad. Convertirían la barbería de su padre en la primera peluquería unisex de El Puerto y de las pioneras en la Bahía allá por el año 1975.

El portuense posa en el interior de la peluquería.  MANU GARCÍA

En los 18 metros cuadrados del local que siempre estaba lleno de hombres, empezaron a entrar mujeres en busca de la profesionalidad de Hermanos Muñoz Peluqueros, nombre con el que bautizaron a la firma.

“La peluquería es un arte”

“Veníamos con una formación muy distinta a lo que era la peluquería tradicional. No solo nos dedicamos al pelo sino a toda la imagen de la persona, desde el carácter hasta los zapatos”, explica Toni, “casado con la peluquería” y enamorado de las reacciones de sus clientes.

“Me maravilla ver la cara de felicidad que ponen cuando miro al espejo”, comenta el portuense, que un día cualquiera atiende a uno de sus clientes de toda la vida, Luis Soriano, exfutbolista del Racing.

El peluquero secando el pelo a Luis Soriano.  MANU GARCÍA

Toni le seca el pelo en un local que abrió el 25 de noviembre de 1981 en la calle Ruiseñor bajo el nombre Estilos Toni Muñoz. Allí ha lavado la cabeza a generaciones de familias y a personas famosas como Juan Muñoz de Cruz y Raya, le ha hecho los recogidos a la cantante Eva Santamaría o ha acicalado al músico Manuel Pareja Obregón, padre de la salve rociera.

“Era un bohemio, con las cejas muy largas, un día se las intenté cortar y me dijo: - No, por dios, no me las quistes que dejo de ser yo”, dice refiriéndose al compositor sevillano.

Sesión de corte de pelo en la peluquería Estilos Toni Muñoz. MANU GARCÍA

El portuense, que ha presenciado los cambios del oficio, y está más que acostumbrado a las líneas, la simetría y las formas también ha arreglado a generales y coroneles cuando hizo la mili como peluquero del Estado Mayor. Entre ellos, el general Jaime Milans del Bosch al que le recortó las puntas en más de una ocasión.  “La peluquería es un arte”, comenta entre anécdotas.

Él forma parte de una saga de peluqueros que lograron hacerse un nombre en la ciudad no solo por sus conocimientos sino también por su trato con el público. “Mandábamos Christmas a casa de nuestros clientes y les invitábamos a un café, tenían su prensa y música ambiental”, comenta. Una forma de trabajar poco común que sorprendía a más de uno. ¿Una cerveza en una peluquería, un café mientras te cortas el pelo? “Cuando les invitábamos se quedaban extrañados”.

Toni atiende a uno de sus clientes fijos.  MANU GARCÍA

A Toni se le nota que le encanta lo que hace y que piensa “en el disfrute” de las personas más allá del servicio estético que ofrece. “Cuidar la imagen es importantísimo, antes, ahora y siempre. El corte de pelo que llevas habla”, expresa el asesor que sigue con la tradición familiar. Cuatro décadas de autónomo que le han regalado experiencia y recuerdos que hoy guarda con emoción. El ruido del secador continúa, como él, al pie del cañón.