Abrirse camino en el mundo de la moda es todo un reto. Y dejar volar la imaginación para proponer algo nuevo, también. Pero la sanluqueña Laura Calado se estrujó el cerebro para sorprender a la organización del Code 41 2021, el mayor evento de moda comercial que acoge la Semana de la Moda de Andalucía. Y lo hizo. A sus 25 años ha creado la firma Buena Bandida, que con apenas un año de vida ya se ha colado en la pasarela por la que relucen las colecciones de diseñadores profesionales y emergentes.
La idea de emprender surgió durante el confinamiento. “Estaba en casa, sin trabajar, me dio por comprarme un bloc de dibujo y empecé a hacer bocetos. Me llevaba las tardes enteras, llagaba a un punto en el que estaba deseando levantarme de la cama para seguir dibujando”, explica Laura, graduada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Sevilla y máster en Marketing de moda.
Ella siempre había estado vinculada al sector-trabaja en un negocio de joyería- pero cuando se levantó el aislamiento domiciliario decidió poner en marcha una marca. Un proyecto que reuniera los diseños que había elaborado. “Me di cuenta de que yo quería hacer algo propio, me apetecía, era mi momento”, comenta la diseñadora afincada provisionalmente en Burgos.
Laura se puso manos a la obra y, lo primero que hizo fue buscar talleres que hicieran sus bocetos realidad. No fue coser y cantar, según cuenta a lavozdelsur.es, “me resultó super difícil porque no suelen publicitarse en las redes sociales y cuesta bastante dar con uno que te entienda y se adapte a tus necesidades”.
Pero la suerte estaba de su parte y los astros se alinearon para que localizara un taller en su ciudad natal. Sin más dilación, la joven ilustradora estaba a punto de dar a luz a Buena Bandida, que pronto echó a correr. Este nombre “refleja lo que soy”. Laura comparte la visión que tiene de ella misma y que busca plasmar en sus diseños. “Yo me considero una chica espabilada, un poco bandida, pero a la vez soy una buena persona, intento ser buena amiga, buena hija, buena pareja. Se me nota que tengo ese punto de rebeldía, a mí los protocolos no me gustan, intento destacar y eso es lo que intento hacer con mi marca”, dice con desparpajo.
"Busco cortes sencillos pero con elementos que llamen la atención”
Con ilusión, comenzó a bucear por las redes y a crear, teniendo presente la esencia de su marca, “ser rebelde, con cortes sencillos, pero siempre con elementos como los volantes para llamar la atención”. Su huella está hasta en las fotografías. Ella misma las realiza y, en ocasiones, posa delante del objetivo con sus looks. “No tengo presupuesto todavía para contratar a modelos”, añade la sanluqueña que busca su lugar en este mundo. Pese a los obstáculos con los que se topa, en noviembre del año pasado Laura lanzó su primera colección de invierno compuesta por tops y vestidos, y este marzo presenta la de primavera-verano a base de vestidos y americanas.
“Creo que ha salido una colección muy flamenca y bastante universal, busco ese toque fresco pero que al mismo tiempo sea lo suficientemente sencilla para que cualquier persona se atreva a ponérselo”, expresa la ilustradora. Prendas satinadas con brillo y mucha caída que luce colores tanto vivos como neutros. Así define Laura esta colección que configura con su “seña identidad”.
Todas sus creaciones están inspiradas en el flamenco, en las mujeres icónicas que sienten este género “muy nuestro”. Según explica, ella bebe de la cultura y sus artistas, “el flamenco tiene unas figuras tan españolas, pero a la vez tan mundiales. Rosalía me inspira muchísimo, mezcla el flamenco con el reggaetón o el pop y lo lleva al mundo entero. Me siento identificada porque quiero que mi marca sea 100% andaluza, con ese toque flamenco, pero que una chica de Canadá pueda llevarlo a su terreno y se lo pueda poner”.
Una vez creados los bocetos, el siguiente paso es incluir una descripción de las prendas y enviarlos al taller. Desde allí, arranca el proceso de patronaje, corte y confección y, finalmente, se somete a un periodo de pruebas y a controles de calidad. “Lleva varios meses de trabajo, desde que me pongo a hacer el dibujo hasta que la prenda está en la percha pueden pasar 6 meses”, comenta la joven.
Su esfuerzo y dedicación han llevado sus diseños a Code 41. Con los ojos puestos en este evento, envió su propuesta, y dos semanas antes le comunicaron que la habían aceptado. Laura tenía una gran oportunidad por delante. Había sido seleccionada en la categoría de profesionales para mostrar sus creaciones delante de reconocidos diseñadores. El 22 de marzo, Buena Bandida brilló en el conjunto arqueológico de Itálica en el municipio de Santiponce, uno de los escenarios de esta cita que se celebró la semana pasada en distintos puntos históricos de Andalucía.
Era la primera vez que veía sus creaciones en un desfile. “Lo viví con muchísimos nervios, mucha ilusión y mucha incertidumbre porque yo era novata”, dice valorando el gran “escaparate” que supone esta experiencia. “Muchas veces pasa que a los nuevos nadie les hace caso y son los veteranos los que se llevan el foco”. Su voz reivindica más apoyo a los jóvenes que empiezan en este mundo “lleno de competencia” en el que, según opina, “cada diseñador aportamos algo distinto”.
Sus diseños no han pasado desapercibidos. Uno de sus tops ha aparecido en televisión. Fue la presentadora Lorena Castell la que lo llevó puesto en uno de los programas de Zapeando, en lasexta. Laura se movió para dar a conocer su trabajo. “Soy muy hormiguita y como me tengo que intentar hacer con un público, estuve buscando estilistas de moda que trabajan en la tele para ver si me encajaban mis piezas”, cuenta agradecida con aquel profesional que la ayudó “de corazón y sin recibir nada a cambio”. Pronto, la presentadora Marta Flich también se vestirá con sus artículos en Todo es mentira de Cuatro.
Laura no se queda quieta y hace todo lo posible para sacar adelante su firma y está dispuesta a colaborar con otras marcas, como hizo en su desfile cuando incluyó los pendientes y los zapatos de otras compañeras. “Siempre estoy haciendo propuestas, algunos no me hacen caso y otro me toman por loca”, comenta. La sanluqueña insiste, y quien la sigue, la consigue.
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