Con seguridad Cádiz, era Gadir, también lo era el Castillo de Doña Blanca, Sancti Petri o Chiclana. Los griegos denominaron a Cádiz siempre en plural: las Gadeira. Los romanos Posidonio, Estrabón, Diodoro de Sicilia o Heródotoaludieron a Gadir igualmente en plural: islas Gadeira.
Solón tradujo los nombres directamente desde la lengua atlante hacia la lengua griega, y la evidencia la hallamos en el mismo nombre de Gadeira, que es el único nombre que se deja en el relato de Atlantis como evidencia o testimonio del idioma original (EPICHORIÔN) del país de Atlantis.
Solamente hay tres naciones implicadas directamente en el relato: Egipto, Greciay Atlantis. Si el nombre de Gadeira, no es egipcio ni es griego, y el mismo Critiasafirma que Gadeira era un nombre, EPICHORIÔN, es decir, un nombre del “idioma del país” de Atlantis (porque está describiendo el país de Atlantis y a los reyes de Atlantis), que denominaba a la región de Gadeira, que era una región o distrito del país de Atlantis.
La relevancia del yacimiento del Castillo (Chiclana), es mucho mayor de lo que se da por hecho. Los restos arqueológicos excavados describen un enclave construido a la manera oriental, con una muralla de casernas y pautas urbanísticas que permiten hablar de la existencia de una ciudad allá por el siglo VIII a. C. Ciudad en tierra firme y al amparo de temporales e invasores en donde debieron vivir siervos, astrónomos, comerciantes y soldados del Heraklion, tal era la dimensión e importancia, del templo de Melkart. Gadir es una palabra que significa “muro, lugar cerrado, ciudadela fortificada o castillo”.
Los restos arqueológicos más antiguos hallados hasta el momento en Chiclana, señalan que la ocupación humana data del Bronce Final-Hierro I (hacia el 1200-800 a.C.), lo que se ha llamado cultura tartesia. Hacia el siglo VIII a.C., cuando los fenicios navegaban desde el Mediterráneo hacia el Atlántico en busca de tierras, metales y otros productos que comerciar, recalaron en este lugar elevado junto a un río (Chiclana), en su paso hacia la futura Gadir, y atracaron sus barcos al resguardo de los vientos. Lo protegieron con una gran muralla y lo convirtieron en uno de los primeros asentamientos de las islas Gadeira, el recinto en tierra firme más cercana al templo de Melkart.
Arrinconar el relato de Platón a la ficción viene en relación dialéctica con el supuesto triunfo de la investigación arqueológica en el estudio de la cultura material de Tartessos. No hay que postergar a la Atlántida para conocer mejor a Tartessos. Tartessos nos proyecta la Atlántida y, a su vez, la Atlántida es nuestra sola guía para hallar Tartessos.
FUENTE: Paloma Bueno Serrano, Oficina de Proyectos Urbanísticos del Ayuntamiento de Chiclana, otros.
FOTOS: NUEVA GADEIRA — ESPACIO ARQUEOLÓGICO