Al igual que hacemos con los muertos, solo recordamos las cosas buenas del pasado y nos aferramos a él porque en un mundo en donde nos han negado la posibilidad de pensar el futuro, paradójicamente lo muerto es lo más vivo que existe
Debemos luchar, construir una herramienta transversal para que las demandas del feminismo no sean ajenas a la mayoría, sino que formen parte del “sentido común” del conjunto de la sociedad.