La plantilla cadista regresa a los entrenamientos tras sus vacaciones para preparar una temporada 2017-18 que debe servir para confirmar lo logrado la campaña anterior.
La plantilla del Cádiz regresó este jueves a los entrenamientos tras disfrutar de unas merecidas vacaciones. Los futbolistas cadistas ya trabajan en la ciudad deportiva Bahía de Cádiz para preparar una temporada 2017-18 donde deben confirmar las buenas sensaciones ofrecidas durante la campaña anterior. Buena parte del trabajo está realizado, ya que se mantiene el bloque del pasado ejercicio. Y esa es la principal virtud del equipo dirigido por Álvaro Cervera, donde el equipo destaca por encima de las individualidades.
El primer objetivo fijado es alcanzar la cifra de 50 puntos para asegurarse una temporada más su permanencia en la categoría, alejándose del infierno que supone militar en Segunda B. Y una vez conseguido, aspirar a lo máximo y volver a soñar con colarse entre los más grandes del panorama nacional. La primera sesión sobre el césped de El Rosal contó con Moha Traoré como única cara nueva, ya que tanto David Barral como Marcos Mauro, los otros dos fichajes, pasaron reconocimiento médico junto a otros componentes de la primera plantilla como Servando, Álvaro García, Salvi, José Mari y Cifuentes.
También destacó la presencia del canterano Alberto Quintana, quién jugó en calidad de cedido en el Cartagena durante la primera vuelta, para acabar en el Rayo Majadahonda en el mercado invernal, equipo con el que disputó el playoff de ascenso a la Liga 123.
A la conclusión del trabajo tuvieron una sesión de autógrafos con los niños que forman parte del Campus de Verano y que acudieron a la ciudad deportiva para presenciar el entrenamiento de sus ídolos. Esta tarde volverán a ejercitarse. Y es que durante el verano serán habituales las dobles sesiones de trabajo de mañana y tarde para alcanzar el tono físico necesario para comenzar la Liga.