Miles de accionistas e inversores, entre ellos grandes familias bodegueras y terratenientes de la ciudad, pierden millones de euros tras la quiebra del banco que, en 2009, absorbió al antiguo Banco de Jerez, el cuarto más longevo de España.
En apenas 24 horas, el Banco Popular pasaba de valer 1.330 millones de euros en Bolsa a ser comprado por el Santander a cambio de la simbólica cantidad de un euro. El derrumbe ha dejado tiritando a más de 300.000 accionistas y a los inversores. Lo han perdido todo. Muchos de ellos son de Jerez. De hecho, parte del difunto Banco Popular era de Jerez. De hecho, en Jerez ya no queda nada del Banco Popular. La oficina central de Larga se ha desmantelado y si uno cruza Madre de Dios puede ver carteles de 'se alquila' en una de las cuatro sucursales (más la sede central de Larga) que llegó a tener en la ciudad. En paralelo al derrumbe del negocio del vino, que a finales del siglo XIX representaba el 20% de las exportaciones nacionales y que llegó a dar empleo a 30.000 personas, se fueron desmantelando otros muchos sectores en la ciudad. Uno de ellos ha sido el financiero.
Si esta ciudad una vez tuvo sede del Banco de España y delegación de Hacienda —que sigue manteniendo—, tanto tiempo después queda poco o nada de lo que rodeaba a la otrora floreciente e innovadora industria del vino. "Las oficinas centrales del Popular en calle Larga tenían más de 60 empleados en los años 90, pero aparte tenía sucursales en la plaza del Caballo, calle Ancha, Madre de Dios, Las Palomas... Ya en los últimos tiempos apenas podían seguir trabajando unos 10 o 12 empleados", relata a lavozdelsur.es un antiguo empleado de la entidad financiera en la ciudad.
Estamos en 1844, Luis Díez y Fernández de la Somera funda en Jerez un negocio de banca volcado al negocio agrícola y, especialmente, al del sherry. La exportación y venta de vinos y brandies supondrá el 76% del total de la actividad del nuevo Banco de Jerez, que también tendrá en El Puerto y Cádiz otros núcleos de operaciones. Constituido con un capital de 100.000 reales de vellón de la epoca, como recoge el historiador José Ignacio Gómez Palomeque, figura en el registro del Banco de España como la cuarta entidad bancaria española por antigüedad. Casi desde su fundación, no cesará de reinventarse bajo otras denominaciones: Caja Agrícola de Jerez Díez y Cía (1861); Díez, Vergara y Cía (1867); Díez Vergara y Cía (1893); Banca Díez y Vergara SA (1932); Banco de Jerez SA (1946) y Banco de Andalucía (1959). En el año 1956, aun bajo la denominación de Banco de Jerez, comienzan las relaciones formales con Banco Popular Español al suscribir mutuamente acciones de cada uno.Desde el 59, pasa a denominarse Banco de Andalucía, pues expande sus negocios e instala sucursales en las provincias de Sevilla (la primera en Los Palacios) y Huelva. Experimenta un gran auge con el desarrollismo franquista y con el Plan de Colonización del Bajo Guadalquivir y del Canal Sevilla-Bonanza. A mediados de los 70 ya está implantado en todas las capitales andaluzas y en los municipios más importantes de cada provincia. En Jerez, el negocio no deja de crecer para algunos. "Los bodegueros tenían grandes capitales desembolsados y era, digamos, el banco de los señoritos y terratenientes", explican las fuentes consultadas.
Sin embargo, en 1991, 147 años después de su fundación y en plena reconversión del sector bodeguero en Jerez, el Banco traslada su domicilio social de Jerez a Sevilla. Finalmente, será en agosto de 2009, tras 165 años ininterrumpidos de operaciones, cuando aquel Banco de Jerez dejara de cotizar en Bolsa e hiciera efectiva su disolución tras fusionarse, por absorción, con el Banco Popular. "La fusión es el resultado natural de la evolución del Grupo que permitirá intensificar y fortalecer su competitividad en el mercado financiero español", resaltaba la entidad en ese momento. Quien podía suponer que, casi una década después de aquello, ya no quedaría ni el Banco de Jerez, ni el Popular, que tras mantener en secreto una fuga de depósitos superior a los 18.000 millones se ha volatilizado.