De Bélgica a España
Jan De Clerck (Kortrijklegó, 1943) llegó con 26 años y casi de casualidad a Rota procedente de su Bélgica de nacimiento. A sus 78 años, y ya retirado de la gestión de los hoteles de la cadena HACE, sigue reflexionando sobre un sector que en Cádiz lleva décadas como eje de transformación urbana y social debido a la falta de industria. Cambiaría el nombre de la provincia por ‘Cádiz – Dos Mares’, pero “los políticos están a otra cosa”. Recela de modelos como el de la Costa del Sol, “un muro de hormigón”, frente a uno más sostenible como el de Cádiz. Solo se arrepiente de una cosa: “No haber invertido más”.
Vino al mundo entre bombas de la II Guerra Mundial, en una Bélgica ocupada por los alemanes.
Nuestra zona fue muy castigada. Solo una casa no fue bombardeada en nuestro pueblo. Un obús atravesó la casa de mis abuelos sin explotar, de pared a pared, dejando un agujero enorme. Pero luego terminó y mi niñez fue fantástica. Bélgica es un país donde vale la pena vivir. Lo único que no acompaña es el tiempo. Allí tenemos más días de lluvia que de sol. Este es el patrimonio que tenemos aquí, en la provincia de Cádiz.
Dicen que Bélgica tiene un punto mediterráneo, por eso de que la cerveza sea la bebida nacional y disfruten de pasar tiempo fuera de casa.
Se nota que fuimos dominados mucho tiempo por los españoles. Conozco personas con apellidos como Chaves, Alcántara… Nombres de aquí. Bélgica tuvo mucha influencia durante mucho tiempo. Para los belgas, Carlos V era un tío duro. Un tirano. En la ciudad de Gantes, un día al año todos los ciudadanos se tenían que pasear con una soga al cuello delante de él. Por si no pagaban los impuestos, para saber que les colgarían (ríe). Después vino Felipe II, que llegó con el Duque de Alba, al que llamamos el Duque de la Sangre.
"Yo conocí el tiempo del turismo romántico. Hoy en las reuniones no entiendo la mitad. Todo son números"
Como el Coco en España…
Para asustar a los niños. Era muy duro.
Se ha criado usted en una cierta hispanofobia histórica, pero no tardaría en venir a España.
Llego a España con los 26 años. Recién casado con mi mujer. Vinimos para seis meses y aquí estamos todavía. Era 1969. Este hotel -estamos en el Playa de la Luz- había abierto en 1966. Lo inició mi padre con un tío mío y un socio. Tengo una familia con importancia en el mundo del textil en Bélgica. Mi familia quería abrir una fábrica de Dos Hermanas, Textiles del Sur, que estaba especializado en el trabajo de yute. Hacían tela para sacos de grano o trigo. Vino la modernidad y el polipropileno. Los embalajes de granos o abonos ya no eran de yute. La fábrica, de 400 personas, se vino abajo. Mi familia quería comprarla porque había mano de obra para hacer alfombras más baratas y sociales. El Ministerio de Industria hundió el proyecto. Los fabricantes de Valencia se unieron y mandaron telegramas al Ministerio contra un grupo extranjero que iba a aportar al mercado una alfombra social. Era un monopolio y tenían miedo de que los belgas hundieran el precio. Mientras tanto, me dijo mi padre que en seis meses dominara el español, porque podía ser un mercado bueno. Me dijo: “Vaya usted al hotel a ver qué pasa mientras”.
¿Qué encontró al llegar?
El hotel estaba de deudas hasta la gorra. Completamente arruinado. Ni mi padre ni mi tío eran hoteleros. El tercer socio tenía idea del mundo del turismo, también belga, pero no era muy serio. Empecé a descubrir irregularidades y cosas raras aquí.
Sin tener conocimiento previo de hoteles.
No. Yo había estudiado derecho, pero aprendí muy rápido en aquel 1969. El terreno del primer hotel eran 30.000 metros cuadrados, tres hectáreas. Toda esto era propiedad de Diputación de Cádiz. Eran las ruinas de una almadraba. Había dejado de funcionar por un cambio de rutas de los atunes. Entraban más lejos, en el mar. La piscina actual era el depósito de la almadraba. Las habitaciones eran los edificios. Aún quedan restos, con muros muy gordos. Recuerdo las casas de los obreros. Tenían viviendas más o menos en ruinas, porque incluso fueron cárcel en la Guerra Civil. La Diputación lo vendió siendo presidente Álvaro Domecq padre. Nos obligaron a crear equis puestos de trabajo, equis camas hoteleras, equis parcelas, para que no fuera una operación especulativa. Teníamos que actuar a corto plazo. Cumplimos de sobra. En el 72 hicimos la primera ampliación, con todas las deudas pagadas. Luego compraríamos la parte de ese tercer socio para que sea una empresa completamente familiar.
"En Cádiz somos los últimos en subvenciones, proyectos… Aunque eso ha impedido sobreexplotar el litoral como en la Costa del Sol"
¿Cuándo nace como cadena?
Playa de la Luz es el origen. Ya con las cuatro estrellas era más fácil ante el mercado internacional. Esa época era de pioneros. Yo me iba a Bélgica, Alemania y hasta a Inglaterra. Los alemanes eran un público más interesante. Iba allí a llorar todos los años para vender camas a los turoperadores. Ha cambiado mucho, ahora vienen a llorar para que les vendamos camas. La Costa de la Luz tiene mucho, mucho que agradecer al mercado alemán. Desde el 69 teníamos un grupo de Stuttgart. Con la Expo del 92 se abrió el mercado por la TUI. En la Costa de la Luz había una pelea de Neckermann, pero esta zona la dominaba TUI, el más grande del mundo. Las cosas empezaron a ir bastante mejor, y con ahorros nos lanzamos con las obras del Hotel Duque de Nájera, en la punta del muelle de Rota. Después convenzo a mi familia para comprar el Hotel Jerez. Los trabajadores habían sufrido muchos años, con el hotel en venta. Después, el Guadacorte Park. Y con el evento de caballos de Jerez 2002 hicimos el Hotel Villa Jerez. Cuando estaban todos, hicimos una sociedad para que los hoteles fueran propietarios de la sociedad, mientras que la cadena HACE no es propietario de nada. Sirve para imagen, publicidad, central de contratos… Antes, cada hotel iba aparte. Tenga en cuenta que yo he vivido la época del turismo romántico. El turismo ya no es romántico, es turismo de números puros y duros. El mundo de la informática e internet ha cambiado completamente nuestro estilo de vivir y de comercializar los productos. Es increíble cómo ha cambiado. Tengo mi edad. Cuando asisto de vez en cuando a una reunión, entiendo la mitad. No es ya mi mundo. Vivimos la época de luchar, luchar… Yo hacía todo en mis tiempos. Contratos, personal… Son mis hijos los que están, y tienen un jefe para cada cosa. Y tiene que ser así. De otra forma sería imposible, ¿comprende? Es más complicado que antes, también.
Cuando usted llegó, decían que estaba todo por explotar en la provincia de Cádiz. Y aún hoy hay quien lo dice.
Estuvimos aquí casi solos. Pero el cambio llegó con el Aeropuerto de Jerez. Antes, los clientes de turoperadores volaban a Málaga incluso.
Con aquellas carreteras…
Cinco o seis horas de carretera, en autobuses sin aire acondicionado. A esa gente hay que darle el premio de recuerdo histórico o lo que sea.. La mayoría venían de Sevilla, pero era un sufrimiento también en verano. El Aeropuerto abrió todo, incluido hasta Sancti Petri. Antes no había nada. Teníamos nuestra clientela. Porque la gente apreciaba la Costa de la Luz. Es diferente a la Costa Brava, y a Marbella. Esta es la auténtica Andalucía, con muy buena gente, buenas costumbres, muchas tradiciones, un impresionante patrimonio cultural… Pero con todo lo que tiene, no está aprovechado. No tenemos dirigentes que se den cuenta de la importancia que puede tener nuestra provincia. Llevo no sé cuántos años hablando con dirigentes para que cambien el nombre de la provincia. A lo mejor va a pensar que estoy un poquito loco. ¿Por qué no llamarla Cádiz - Dos Mares? Somos los únicos que podemos decir eso, tenemos Atlántico y Mediterráneo. Cambiar el nombre es barato. Cuesta menos que el Puente de Cádiz. El Aeropuerto de Jerez podría llamarse Aeropuerto de Jerez-Cádiz Dos Mares. Cuando le hablas a un alemán, un belga o un holandés le hablas de Cádiz - Dos Mares, porque automáticamente van a situarnos. Cádiz - Dos Mares se puede relacionar con todo, con el mar, los puertos, la Sierra…
¿Se definiría como andalucista?
Sí. La auténtica Andalucía está en la provincia de Cádiz. Aquí, lo que pasa, es que el desarrollo… ¿Cuántos años hemos hablado de una Universidad del Flamenco? ¿Los ocho años de retraso del Puente de Cádiz? ¿La autopista que conecte Algeciras y Jerez?
"La administración no controla los pisos turísticos. Cuando haya un incendio o una muerte, verás la que se forma"
O la autopista entre Jerez y Málaga por la Sierra, la Jerez-Antequera.
Se termina en Arcos. Podría continuar… Somos los últimos en subvenciones, proyectos… Esto… Esto ha protegido un poco a la provincia de esas construcciones. Hay litorales sobrecargados. Mire Málaga, Marbella, Torremolinos, un muro de hormigón. Aquí no.
¿Nunca pensó en que esto pudo ser un nuevo Marbella?
Que cada pueblo sea como es. Y que haga esfuerzos de expresar y demostrar su personalidad. Chipiona tiene algo especial. Rota tiene algo especial, y aquí tenemos un buen alcalde, del PSOE, un arquitecto, el mejor alcalde que hemos tenido en Rota, porque escucha. Ya ves la importancia que tiene el turismo para el pueblo. Cuando pedimos una reunión, el hombre escucha y actúa, de verdad. Me da igual el partido y lo que piense. No podemos estar parados. Pero pensamos que Rota, por ejemplo, podría tener un buen apartahotel. La situación ha cambiado. Las familias tienen uno o dos niños, algunos tres, pero pocos. No hablo de pisos turísticos. La ley no lo tiene bajo control sobre eso. La administración, y me da miedo, no está preparada para que funcione correctamente. El día que haya un jaleo grande, un incendio, o una muerte, ya verás lo que se va a formar. Se puede preparar ya.
¿Qué sería mejor para la provincia de Cádiz? ¿Cantidad o calidad?
Cádiz es uno de los destinos que mejor cobra por turoperadores, de precio medio. No nos podemos quejar. Siempre queremos hacer mejor precio. Pero no debemos quejarnos. Optamos por un turismo de clase media alta. La convivencia está garantizada. Crear un ambiente familiar es la labor de muchos años de trabajo, de preparar al personal con amabilidad, sentido de servicio…
¿Cómo ve que las localidades de La Janda, desde Tarifa hasta Conil, estén captando el turismo joven que antes quizás iba a Ibiza?
Está bien. Están diversificando. Tarifa… Es una atracción mundial. Es surfing y viento. Lo que pasa es que muchas veces vienen con su furgoneta y gastan todo el dinero del mundo en su material. En la vela, la tabla… No es el mejor cliente de hostelería, pero está bien, hay de todo. Como en las motos en Jerez. Vemos motos con motores de categoría impresionante, con máquinas, trajes…
"Hay muchos equivocados en los hoteles. Algunos se han lanzado a construirlos por euforia sin cálculo"
Y luego duermen en tiendas de campaña.
Tiene que haber de todo.
¿Qué cambiara de su trayectoria desde 1969?
No lo sé. Tenga en cuenta que hemos estado solos. Esto no era Baleares, no consistía en empujarnos unos contra otros. A lo mejor habría invertido más.
¿Llegó a conocer a Jesús Gil?
Personalmente, no. Pero hemos conocido sus actos.
Usted ha dicho que fue pionero en Cádiz, y de él dicen que fue pionero en Marbella.
Aquello no tiene nombre. Utilizó el poder para el enriquecimiento personal. Si hemos hecho las cosas aquí, sobreviviendo bien, con hoteles sanos, es por el esfuerzo de la directiva y del personal. Esto es el resultado del trabajo, no de relaciones públicas ni de enchufes con el Estado.
¿Le habría gustado ver un poco de la jet set de Puerto Banús?
Lo habríamos visto si no hubiera fallecido el empresario Pedro Bores. Tenía un proyecto para Puerto Sherry, que luego quedó frenado. Iba a ser el mejor puerto del Atlántico.
¿Qué opina cuando ve tanto hotel a medio construir en la última década en primera línea?
Es el resultado de muchos piensan que pueden abrir un hotel. Como piensan que pueden abrir un restaurante. Puedes ser buen camarero, pero no un manager. Llevar un restaurante es muy diferente. Es la euforia sin cálculo de algunos. Es una pena que sea así, pero hay muchos equivocados en los hoteles. Funciona cuando tienes un buen equipo, buena infraestructura, buena comercialización…
"Málaga le ha quitado el pan a Cádiz porque tiene un alcalde que se ha preocupado. Aquí hacen falta gobernantes"
¿Usted ayudó a que se pusiera en marcha el término Costa de la Luz?
Lo lanzamos. Pero recuerdo a belgas que pedían información en la oficina de turismo de España en Bruselas. Y dijeron que dónde estaba la Costa de la Luz. ¡No sabía dónde estaba! La publicidad iba a Málaga, Torremolinos, Fuengirola… En aquellos tiempos antiguos, muchos gobernantes interesantes tenían allí sus intereses.
O sea, que siente que competía en desigualdad.
Siempre hemos sido maltratados en Cádiz en todos los sentidos. Por no tener representantes que defiendan su patrimonio. Esto es el mayor patrimonio turístico de Andalucía. Mire el alcalde de Málaga, cómo ha transformado la ciudad. Hay días que a Málaga llegan ¡15.000 turistas en crucero! La última vez que fui a Málaga no había taxis en la estación. Lo que ha hecho el alcalde de Málaga por Málaga… Hasta en puerto de carga quitan el pan de Cádiz.
Y el turismo puede ser la ayuda, dicen, para que crezcan otras industrias. En Málaga hay empresas tecnológicas con sede que nada tienen que ver con el turismo.
Esto es una cadena. Ahí han tenido un político fantástico, competente. Y se ven los resultados. Necesitamos a gente competente gobernando.