Historia de una zarzuela olvidada
Por suerte (aunque no siempre se sepa) suele haber ratones de biblioteca, valedores de la Cultura que trabajan para que determinadas piezas, costumbres o fiestas no se pierdan en el tiempo, en la desidia o en las prisas de la gente, que quiere todo para ya, se olvidan del ayer, de lo que un día fue parte de una ciudad o de un pueblo. De no ser por estas personas preocupadas por la historia cultural de un determinado lugar, todo acabaría extraviándose, olvidándose para siempre.
David Guillén (Jerez, 1974), catedrático de trompeta e historiador musical, y Antonio Mariscal (Jerez, 1944) memoria de las cosas de Jerez y enciclopedia viviente de este rincón de la provincia, son dos ejemplos claros de esas almas inquietas que pelean porque las cosas de una ciudad no caigan en el olvido.
El próximo 27 de abril se estrena en el Teatro Villamarta la zarzuela La marquesita, con música escrita por el jerezano Antonio Navarro, con los textos del también jerezano, el escritor y periodista Rodrigo de Molina.
Desde que viniera a Jerez la compañía de los Ases Líricos en los años 50, no se ha vuelto a escuchar esta zarzuela. Antonio Mariscal, con la colaboración de David Guillén y la Asociación Musical La Bohemia, de Algeciras, serán los encargados de "resucitar" esta pieza musical.
David Guillén se puso en contacto conmigo para ver si podía localizar el libreto de diálogos, porque él tenía el libreto musical. Esta zarzuela se interpretó en Jerez en 1953. Yo sabía quién tenía el archivo de Rodrigo de Molina, autor original de la parte hablada, periodista y cronista de la época. Y, en efecto, ha sido una recuperación arqueológica.
Sí, en el cubo de la basura lo encontró alguien, en una caja. Se lo entregó a mi amigo Pepón Ortiz y estuvimos investigando. Yo ni siquiera me acordaba de que esto estuviera ahí. Entonces llamé a Pepón cuando David habló conmigo. Le pedí a mi amigo que buscara el libreto de la zarzuela. Buscó, pero no estaba.
"Yo solo iba a escribir las dos primeras escenas de La marquesita... al final lo hice entero"
Sí, yo le dije que a mí me encantaba la zarzuela y la ópera, que no me pierdo nada de lo que viene al Villamarta. Pero yo pago mi entrada, me siento en mi butaca, la disfruto y me voy. Y nada más. Pero me insistió y le dije: “Mira, te voy a escribir las dos primeras escenas de La marquesita”. Yo tenía la música. Los textos musicales, los textos cantados. Bueno, le gustó más de lo que él pensaba. Al final lo hice entero.
Es un trabajo nuevo para mí. Tuve mis reticencias al principio porque, como dice, no es mi terreno en absoluto. Tenía mis dudas, mis miedos. Pero gustó un montón a David.
Seguí el hilo de los textos cantados para hacer los diálogos, con la música delante del ordenador. Imaginaba lo que iba a ver en el escenario del Villamarta.
"Seguí el hilo de los textos cantados para hacer los diálogos"
El director es Rafael Álvarez. Me hizo una serie de anotaciones sobre algunos aspectos que yo desconocía. Por ejemplo, que los textos de zarzuela no pueden ser tan largos porque agota la voz de los cantantes. Además, debía escribir escenas paralelas, en el tiempo y lugar donde se desarrolla la zarzuela, en el Jerez de 1814, cuando las tropas napoleónicas se marchan de la ciudad.
Sí, hasta el cartel. Es de Jesús Merino, que aunque vive en Algeciras, es de Jerez.
Yo me he hartado de buscar, entre cincuenta zarzuelas que se han representado, y solo he encontrado una ambientada en Sevilla, que se llama La virgen del río, pero pasó sin pena ni gloria. No hay reseña alguna en hemerotecas ni en ninguna otra parte. Ni críticas. Nada de nada. Muy al contrario de lo que pasó con La marquesita, que fue interpretada por Esteban Astarloa y Purita Jiménez, primeras figuras de la lírica de aquella época de la que hablamos, en los años cincuenta.