De Francia a Jerez pasando por Galicia (y más sitios)
A Pepe Nihil, José Ramón García Fernández (París, Francia, 1974), le llegó tarde la vocación de fotógrafo, pero como en tantos otros oficios, el trabajo de captar momentos, imágenes o rostros, vino a él para quedarse.
Pepe Nihil se considera un enamorado de la fotografía a la vieja usanza, pero lo es sobre todo por la experimentación. "Me parece muy divertido", dice. Afirma que meterse en el laboratorio, con sus químicos, su ampliadora, es un momento karma, porque le ocurre normalmente que se mete para una hora, se le pasan tres por delante del reloj y ni siquiera se da cuenta.
El artista, nacido en Francia, ha vivido después en A Astrada (Pontevedra), hasta recalar en Jerez, eso sí; después de haber recorrido toda España y haberse instalado en Madrid, Barcelona y un buen puñado de ciudades.
Asistimos a una suerte de regresión tecnológica, pues hay "una generación Z que ha descubierto lo analógico. Esto ha hecho que los carretes convencionales suban un 40%, y que empresas como Kodak contraten de aquí a pocas fechas a más de 600 personas ante la demanda de este tipo de productos", afirma Nihil.
En su negocio, Copytyc, además de fotografías de estudio, funciona el servicio de autoedición de libros (Editorial Torrejoyanca), escaneado de documentos, impresión de carteles y todo lo relacionado con la imagen.
Solo como fotógrafo, digamos que es mi nombre artístico.
No. Fue cuando acabé el ciclo superior de fotografía artística. Aparte de Pepe, José, Nihil es "nada" en latín. A mí por ejemplo me gusta Juan Nadie, me parece un nombre fantástico. Viene un poco por ahí. Pepe Nada. José Nada.
Estuve en Francia hasta los seis años, luego viví cerca de Santiago de Compostela, pero en la provincia de Pontevedra, en A Astrada. Allí estuve hasta los veintitantos años. Después estuve viviendo en Barcelona, Madrid y bastantes sitios más.
No. Digamos que mi primera profesión, mis primeros estudios, fue el de decorador de interiores, la antigua maestría de la Escuela de Arte. Soy diseñador de exteriores, especializado en escaparatismo, y casi siempre también en la obra, que me gusta muchísimo. Todo tipo de construcción: casa, edificios, reformas. Después me reconvertí especializándome en visual merchandising, y he trabajado para muchas multinacionales: Gucci, Dolce&Gabbana, Boss...
Sí, por supuesto. Yo la primera fotografía que empecé a hacer era minimalista, arquitectura, muchas líneas, texturas, colores. Así que hay una relación intrínseca. Por ejemplo, el escaparatismo es una fotografía, comparte muchas características con lo que es la fotografía.
A mí la fotografía siempre me interesó. Lo que me pasa es que soy muy visual. Al fin y al cabo, yo todo lo que veía me parecía muy fotográfico. Lo visual siempre se me ha quedado, tanto en la obra, como en la decoración. Pero empecé tarde. Lo que pasa es que una vez que empecé, ya no solté la cámara.
"Todo lo que veía me parecía muy fotográfico"
Es que antiguamente también se manipulaba, se hacían fotomontajes. Hay un fotógrafo jerezano que estaba en Madrid, cuyo nombre no recuerdo, de quien Rangel decía que como fotógrafo era malo, pero como iluminador era único. El iluminador era el retocador. Usaba tintas especiales, con pincelitos, y era maravilloso. Una foto estropeadísima te la retocaba y te hacía un photoshop maravilloso. La fotografía es mentira. Toda es mentira.
Es mentira. Es la imagen subjetiva del fotógrafo.
Sí, pero todo depende de la angulación de la cámara. Tenemos el plano. Con la focal: hacerte un retrato con la 18 mm no es lo mismo que hacértelo con un 200 o un 55 mm. Además de esto, ya lo vimos en la prensa durante la pandemia. Salimos a la calle y, ¡qué de gente manifestándose! Cambiabas de ángulo y había una separación brutal. La fotografía es totalmente mentira.
La prestación que te da una cámara réflex es que puedes intercambiar objetivos, y los objetivos son el ojo. Y dentro de los objetivos, no es lo mismo un "pisapapeles", es decir: un 18-55 mms, que viene de kit, que comprar un objetivo de 1,2 de luminosidad. Eso cambia mucho las condiciones. ¿La movilgrafía? Hay teléfonos que tienen sensores y te dan una calidad excepcional. Incluso hay un teléfono que ofrece 108 megapíxeles, que es una animalada. Pero le falta eso, el poder jugar con diferentes objetivos. Por lo demás, todos llevamos un móvil y todos podemos hacer una fotografía.
"Hay teléfonos que te dan una calidad excepcional"
Lo digital no tiene ese tanteo físico. Yo creo que, por otra parte, hay mucha tontería. En el caso de una tienda de Madrid que se dedica al revelado y lleva tres años abierta, el 40% de su clientela pide que se les mande el escaneado y que los negativos los tiren, cuando es lo más importante. El negativo, bien conservado, te va a durar al menos 100 años. Lo digital, si dura 15 años es un milagro. Todos los archivos digitales que se tienen en los periódicos y demás, eso va todo al carajo.
Sí. Yo me di cuenta, en un momento de frustración muy grande que pasé, que en mi Instagram subía fotografías que eran todas en blanco y negro, y muy contrastado. Y después, los momentos más felices, eran fotos en color. Me di cuenta al tiempo. Me parece increíble que eso se reflejara así.