Tierra firme y entre las olas
Es una fusión, cuando menos singular. Y aunque pueda parecer una unión de disciplinas, de prácticas sin aparentes vínculos en común, lo cierto es que en este reportaje se desvela bien que es un error pensar así. La práctica de la meditación y la del surf están conectadas por diferentes caminos que tanto Concha Núñez (Jerez, 1992), como Arancha Díaz, (Chipiona, 1992) explican con todo detalle.
Se trata de una experiencia pionera, donde lo que prima es el compañerismo, las dos aficiones y la intención de las organizadoras de este primer evento: la convivencia. Una reunión que, a tenor del éxito de inscripción, tendrá a buen seguro más oportunidades para repetir la experiencia.
La idea surge de esas conversaciones de dos amigas que pasean por la orilla de la costa de Chipiona, que se conocen desde los seis años, y que un buen día decidieron aunar fuerzas y conocimientos.
La convivencia será este domingo, 8 de octubre a las 9:30. Por una parte, Concha, la profesora de yoga, ha preparado una práctica suave para todos los niveles, enfocada sobre todo a las caderas. De otro lado, Arancha ha concebido una clase teórica y práctica en la que no hace falta tener ninguna experiencia con la tabla de surf.
La conexión yoga y surf, puede sonarnos a actividades alejadas, no solo de nuestras costumbres, sino de estas latitudes, pero Arancha Díaz, monitora de surf participante en esta actividad, lo explica bien: "El surf es un deporte que está muy presente, al igual que lo está el yoga. Para surfear hace falta cierta flexibilidad, para hacer ciertos giros, para llegar a parte de la ola con la tabla... esto es bueno. La mayoría de los profesionales hacen yoga; entonces esto es un poco por unir las dos cosas".
"El surf es una especie de meditación en movimiento"
Concha explica, por su parte, algo que no deja de ser, cuando menos, sorprendente: "Esta conexión es porque en el surf, en realidad, estás haciendo una meditación en movimiento, porque el yoga y el surf te obligan a estar al 100% porque si no, te desmonta. En yoga pierdes la postura y se te va, y en surf te hace la lavadora y te vas al agua".
De esta reunión, tan aparentemente dispar, surge la duda de si se pueden equilibrar incluso para aquellos que no tienen nivel en ninguna de las dos actividades. "Son complementarias. Si tú haces una práctica de yoga vas a tener mayor conciencia de tu cuerpo y te va a ayudar a estar más relajado, tu cuerpo va a estar más en su sitio, va a aprender a tener más apertura de cadera, por ejemplo. Hay un surfero, Gerry López, que es ya veterano y hace yoga, y él mantiene que es el combo perfecto.
En cuanto a la novedad de esta actividad, Arancha explica que es algo que se viene haciendo hace tiempo, pero que ella ha seguido sobre todo en internet, Instagram, Facebook, donde aparece mucho yoga: "Esto facilita un equilibrio no solo físico, sino mental, porque el surf es un deporte muy emocional. Como tú estés, lo reflejas en el agua. A ver, a mí el surf es un deporte que me afecta muchísimo. Porque yo cojo un patín y el suelo siempre está igual, pero cada ola es distinta. El fondo, el viento... No hay una ola igual a otra".
Como en el yoga, el surf también tiene sus puntos de relajación y de calma, porque no siempre el día sale como se espera. Hay días que no aparecen las olas o no se dan las condiciones: "Este deporte es de paciencia y de ganas, es de las cosas que más repito cuando doy las clases. También hay que tener en cuenta cómo influye a cada uno anímicamente. Yo antes de hacer surf era una persona súper impaciente, pero el surf me cambió la vida", mantiene Arancha.
"Para este primer encuentro vamos a tener un público diverso"
En lo que se refiere al público de este tipo de encuentros, hay de todo, muy diverso: "Es la primera que lo hacemos, pero es verdad que aquí estamos viendo a gente más joven que cuando es solo yoga. Este tipo de actividad tiene que, quizá a la gente mayor, le dé algo más de cosita meterse entre las olas".
Ambas, Aracha y Concha, coinciden en que el surf es una forma de vida, pero el yoga también. Concha dice que no se diferencian tanto: "El surf si acaso te condiciona un poco más, por cómo está el mar, cómo está el viento, pero aun así, ya te está dando una lección, porque no puedes hacerlo cuando quieras".
De la acogida de esta primera convocatoria, sus promotoras solo tienen muestras de satisfacción: "Está teniendo muy buena aceptación, y si bien en cierto que los cursillistas, por motivos familiares, porque tienen niños o lo que sea, no pueden estar todo el fin de semana, pues lo hacemos en una sesión de un solo día. Se huele que puede haber más convocatorias de este tipo".
Se puede contactar con Concha para futuros eventos en @conxyoga