Entre la anarquía y la genialidad
Raúl Cantizano (Sevilla, 1973), es de esos músicos que no solo ensayan o estudian; el intérprete hispalense tambien explora, se sumerge en esa música de probaturas y experimentos que bebe de músicos de género como el jazz, uno de los gérmenes y más claros exponentes de la música improvisada.
La música de Cantizano se mueve entre el flamenco, el ambient, la improvisación y el rock experimetal, y ha acompañado con su guitarra (o la zanfoña) a diversos artistas: el Niño de Elche, Rocío Márquez y Andrés Marín, entre otros muchos. En el último Festival de Jerez lo vimos coloreando el baile de María Moreno.
Este próximo sábado 15 de abril, a las 12.30 horas, dentro del ciclo 'Runrún' (que organiza el músico Alejandro Rojas-Marcos en colaboración con lavozdelsur.es) el músico actúa en la sala Tragaluz de lavozdelsur.es, en la calle Juan Sánchez, 4, con una propuesta que no dejará indifirente a nadie y que, como improvisada, será probablemente irrepetible. La entrada es libre con aportación voluntaria tras el concierto.
Es inevitable. No soy maestro de nada ni entiendo de todo. Al final mi espectro es muy amplio, y lo que sí me describe es esa cosa de que estoy fuera del tiesto y que siempre ando en zonas fronterizas. A veces no me puedes meter en una sola casilla.
Creo que es la manera más arcaica de enfrentarse a la música. Porque la música no deja de ser una necesidad del ser humano y de cómo descubre el mundo, el sonido. Hay que hablar mucho de lo que entendemos por sonido, lo que entendemos por ruido, y cómo dirimir la frontera entre uno y otro.
Es que desde la prehistoria ha sido así, y es lo que buscamos: hacer música sin tener un prejucio o una estructura definida, sino que se permita el lenguaje y el diálogo sin tener unos condicionantes.
Bueno, la cuestión es que muchos de lo críticos no tienen una gran afición a la música, o en todo caso tendrán una afición parcial por la música. Entonces, claro, todo lo que entra dentro de esa parcilidad y ese corral, lo pueden comprender y lo pueden valorar, pero todo lo que se sale de eso... Estamos acostumbrados a críticos que no tienen grandes dotes de escucha, y lo deseable sería que tuvieran unos conocimientos amplios de todos los espectros musicales.
Así la entiendo yo. Y otra cosa de la improvisación libre, una de las ventajas, es que no se preocupa uno tanto de las estructuras. Se tienen las antenas encendidas, se atiende a la dinámica. Hay una serie de elementos que sí que se trabajan con la música improvisada.
"Puedo tocar en un tablao y no me aburro"
La gente entiende la música. Y no solo eso, se sorprende un poco. Nos montamos prejuicios a la hora de sentarnos a ver determinadas prácticas artísticas, y de pronto viene gente del flamenco, por ponerte un ejemplo, y después del concierto me vienen y me dicen que no se esperaban nada así. O que han entendido más cosas de las que pensaba que iba a entender.
Eso fue la unión de dos mundos que estaban en mi cabeza, la música experimental y la música... Bueno, yo hacía instalaciones sonoras, aparte de que tocaba la guitarra eléctrica. Fue una manera de unir mis ganas de aprender a tocar flamenco, ir metiéndome poco a poco en ese mundo, y entonces con mi buen amigo Santiago Barber, hicimos un proyecto de experimentación flamenca, que lo que hacía era unir mi música experimental con el flamenco.
"Que tu propio cuerpo sea un instrumento es lo ideal"
A ver, yo puedo tocar en un tablao y no me aburro. Esta tarde tengo cuatro pases y mañana tengo otros cuatro, acompañando a bailaores y bailoras; y me parece divertido. Lo de que me aburre... Lo que me resulta tedioso es repetir las cosas una y otra vez. Pero no soy de andar siempre por el mismo camino. El vértigo me pone en más tensión.
Sin ninguna duda. Es que hay unas cosas de la voz que cualquier instrumentista se deja atrás, que es la conexión directa del sonido con la mente. Que tu propio cuerpo sea un instrumento es lo ideal.
Sí. Voy a ofrecer cosas para apoyar el ciclo, porque son propuestas muy en lo underground, muy en la frontera de lo posible, porque son propuestas que no tienen un gran respaldo económico, que son un poco más por el amor al arte; no solo del que va a tocar, sino del que alimenta mes a mes o programa tras programa, que se den este tipo de espacios abiertos a otra manera de escuchar.
Comentarios