De Madrid, de Jerez y de El Puerto
Evaristo Babé fue reelegido hace unos días presidente de Fedejerez, la patronal bodeguera. Babé, que tiene 70 años muy bien llevados, cree que no terminará este nuevo mandato, estos cuatro años. Pero no hagan apuestas, ni entre ustedes ni contra él. En la entrevista que concede a lavozdelsur.es, en la sede del Consejo Regulador, se alternan temas bodegueros con otros de carácter más personal, en un aparente desorden que no es tal. Es algo que se antoja inevitable cuando se habla con alguien que lleva más de cuarenta años vinculado al sector bodeguero, a Jerez, donde trabaja, y a El Puerto, donde reside, ciudades las dos de las que este abogado madrileño y su peculiar 'bigote con guías' forman parte de su paisanaje más reconocible casi casi desde su llegada, desde que le fichó el sector para hacerse cargo del Brandy de Jerez, por entonces todo un negocio pero que todavía era embrionario en su formulación como denominación específica.
Yo tampoco lo pensaba… Por mí, hubiera dejado ya la presidencia de Fedejerez, pero afortunadamente tengo la confianza de las bodegas, y sí, voy a ser testigo de este período, aunque no creo que esté los cuatros años [se refiere al nuevo mandato para el que ha sido elegido]. Bueno, veremos, Dios dirá… Y sí, realmente estoy convencido de que el sector será irreconocible.
Este es un sector que tiene un patrimonio no solo material sino inmaterial muy importante, pero que está con una rentabilidad por debajo de lo que otras inversiones generan. Se puede vivir un tiempo de lo realizado por generaciones anteriores, pero llega un momento en que las cosas se acaban. Va a haber cambios de circunstancias porque hay cambios en el entorno, las cosas van a ser distintas. Por ejemplo, el 'sherry cask'… nadie pensaba que iba a ser capaz de general tanta riqueza en la zona. El vino y brandy necesitan adaptarse al siglo XXI, si no será nefasto para la zona, para el Marco de Jerez…
"El vino y el brandy necesitan adaptarse al siglo XXI, si no será nefasto para el Marco de Jerez"
Hay categorías de producto que han sido muy populares que están desapareciendo, que van a desaparecer. Los vinos y los brandies de Jerez se enfocarán al segmento 'premium'. En nada de tiempo, el que quiera un vino o brandy de Jerez tendrá que pagar más que ahora, es inevitable. ¿Por qué? Porque está cayendo el consumo en la sociedad occidental, por muchas razones, la OMS [Organización Mundial de la Salud] está dando mensajes permanentemente…
No los comparto en absoluto, porque son mensajes que no están basados en ciencia. No está justificado asociar el consumo de bebidas con alcohol a enfermedades o riesgos porque no es así, no está demostrado. El abuso es rechazable, claro, tampoco lo quiere el sector… Bien, volviendo a su pregunta, cada vez hay menos consumidores y más países productores, hay mucha competencia. Chile, Nueva Zelanda, Australia… en España cada dos por tres aparecen nuevas zonas, y enseguida las hacen denominación de origen. Todo este entorno hace que Jerez tenga que cambiar su enfoque, ya no es rey del baile, hay muchos participantes. Las empresas de Jerez necesitan flexibilidad para ser competitivas y no reducir negocio.., que no es algo malo ‘per se’ siempre que se genere valor… Se habla mucho de esto, pero los márgenes se han reducido y cada vez más.
Estoy a favor del 'sherry cask'. Es muy bueno que haya venido un grupo tan fuerte [se refiere a Edrington, productores de The Macallan, socio de Estévez]. Es una apuesta porque se valora lo que hay. Es curioso que las empresas de brandy nunca pusieron en valor botas envinadas en vino de Jerez y han tenido que venir de Escocia a reconocerlo. Además, genera actividad económica… dicho esto, es cierto que no es el negocio fundamental que se espera de una zona que produce y comercializa vinos y brandies. Es algo intermedio en el proceso industrial que apuesta por Jerez, pero no hay que confundirse…
"Los mensajes de la Organización Mundial de la Salud (sobre el alcohol) no están basados en la ciencia"
No, no… insisto en un proceso industrial. El foco debe estar en que lo que se comercialice como vino y brandy de Jerez responda a los parámetros que debe tener. Punto. Quien utiliza 'sherry cask' debe darle valor al sherry y a la barrica de madera que también se hace en Jerez…
¿Que si es tarde? No, es tardísimo. Se ha perdido España un gran presidente del gobierno (risas). Sí, me tocaron, pero hace mucho. En alguna ocasión me han sugerido el Parlamento Europeo, que es un poco como de panteón de hombres ilustres (más risas). A ver, estoy contento con mi vida, satisfecho, me encantaría aportar más cosas a la sociedad, he cumplido mi etapa en Cruz Roja… pero no me quiero complicar la vida. La política actualmente no es una política con mayúsculas, es una política con minúsculas que no me interesa nada.
"Es muy tarde para que yo esté en política; se ha perdido España un gran presidente el Gobierno" (risas)
Pues hombre, mi look, yo creo que me ha beneficiado… la verdad es que nunca lo he pensado. El origen de mi bigote, un bigote con guías, fue por razones profesionales. Enseguida tuve responsabilidades con gente mucho mayor que yo. Un barbilampiño presidiendo en un consejo de administración… pues no me veía, así que opte por un bigote con guías, como el que llevaba, por cierto, un buen amigo mío, que la verdad es que llamábamos la atención.
Sí, totalmente. Lo cierto es que ves imágenes de políticos y personajes del siglo XIX o de comienzos del siglo XX y… vamos, me copiaron, se parecen un montón a mí y eso me da vértigo (risas).
No sabría decir... De verdad que nunca me lo he planteado.
Sí, sí, soy consciente. Pero no lo cultivo y nunca lo he cultivado. No soy Dalí, tampoco soy un dandy… soy como soy.
"Mire el destrozo que han permitido las administraciones en el viñedo con los aeorogeneradores, un ataque a la historia y a la estética"
Fue un momento crítico en cuanto a que me decepcionó la falta de apego a un producto con DO, que había costado, que ellos mismos [los bodegueros] habían puesto en marcha. Falta de apego porque se habían encarecido mucho los costes pues… pero luego me di cuenta de que, efectivamente, estaba en juego la supervivencia de las empresas y, al final, me pudo más. De no salir de Brandy de Jerez y pasar la marca a ‘bebida espirituosa’, algunas empresas, empresas importantes, además, hubieran tenido que echar el cerrojo. En definitiva, me generó primero frustración y después satisfacción, por contribuir a que pervivieran las empresas e intervenir en esos momentos en que también hubo enfrentamientos internos entre ellas, que fue un período muy complicado… un momento contradictorio, sin duda.
Hubo una falta de congruencia, hubo frustración, disgusto, falta de defensa… pero en el fondo, el balance final, es positivo. La decisión, ya digo, yo no la compartía en ese momento, pero creo que fue correcta.
"Para mí no fue frustrante no haber sido presidente del Consejo Regulador del Vino"
No, qué va, no fue algo frustrante para mí. No, en absoluto. Y me lo volvieron a ofrecer. Ni era una aspiración ni fue frustrante para mí no serlo… No fue mi “momento estelar de la humanidad”, como sugiere (sonrisas).
Que sí, pero de verdad que no fue algo frustrante para mí…
Sí, era así, pero interfirió un factor político [se refiere a la candidatura del exconsejero Antonio Fernández]. Era razonable que yo fuera el presidente, conozco el sector, la legislación, los protagonistas, hay confianza, saben que yo no voy a ser un metepatas… Me lo plantearon y dije perfecto, pero no era un objetivo. No di batalla antes, ni durante ni después.
Sí, totalmente. Fedejerez no se siente cómoda en el Consejo Regulador del Vino, en el Brandy sí, hay buena conexión con el presidente del Consejo (risas)… con el del Vino también, eh, con el del Vino también. Fedejerez, comercializando el 70% del vino de Jerez, tiene un 25% de representatividad. No hay representatividad acorde. Considero que es algo inadecuado, ineficaz y contraproducente. Sumando la manzanilla seguiríamos siendo el 55% del sector, pero como los de la manzanilla han decidido hacer su propio reino de taifas pues... Soy el primero que le dice a las bodegas que no se ejerce el liderazgo que nos correspondería por trayectoria, empleo, inversión, marcas, estructuras, imagen... Me gustaría que nadie se hubiera tenido que ir, pero esto es complicado, ser presidente de Fedejerez no es una canonjía. Yo soy independiente, soy crítico, hablo muy claro… a veces estoy al borde de que me digan oye, Evaristo, tú nos representas a nosotros, no estás aquí para que nos eches una bronca, pero es así.
Usted supongo que sigue siendo seguidor del Atlético y piensa que algún día verá a su equipo ganar una Copa de Europa. ¿Por qué somos, del Atlético, papá? (risas). Pues es parecido.
"Entre todos debemos convertir Jerez en un 'Silicon Valley' del vino, el brandy y todo lo que se mueve alrededor"
A ver… creo que va a llegar el momento del brandy. Llegará. Ahora Fundador, Osborne y Cardenal Mendoza en su segmento, están haciendo apuestas muy importantes. Poco a poco, las empresas vuelven a considerar que el brandy es una bebida con gran valor, tanto por calidad como por las evocaciones que tiene. Sé que volverá. Pero no se trata de un ‘whisful thinking’; en el mundo, este tipo de bebidas, brandy, cognac, ron oscuro, son bebidas que gustan a los consumidores. Hay un potencial muy importante.
Sí, sí, por eso precisamente hay que cuidar la imagen de Jerez. No olvidemos que es una industria que transforma productos de origen agrario con una personalidad diferenciada. Tiene que competir con otros mercados… A lo que me refiero es a que hay que facilitar las cosas, al menos no dificultarlas, porque las inversiones miran la conflictividad laboral y social, factores que aquí por ejemplo se han dado en las negociaciones y huelgas de los dos últimos convenios. En general, las administraciones públicas dejan mucho que desear en España, se les llena la boca, pero al final perjudican más que ayudan y los políticos tienen que ser conscientes de que las bodegas de Jerez tienen capacidad, pero hay que facilitarles el trabajo, no puedes estar siempre maltratando…
Eso sí para venir a hacerse una foto, sí, la bandera, pero a la hora de la verdad, nada. Llevamos años saltando obstáculos y da igual el signo del color político. Jerez tiene tirón y es respetado, tiene mucha historia, productos excelentes, pero hay que ayudar, entre todos, a que sea un 'Silicon Valley' de las bebidas con alcohol, vino, brandy y todo lo que se mueva alrededor, que pueda generar negocio y mucha riqueza… Mire lo que ha pasado con el viñedo, esa joya, por la desidia de las administraciones, echándose las culpas unos a otros por autorizar las energías eólicas; es un destrozo a viñedo, paisaje, historia y estética.