En busca de mejorar la vida de la clase trabajadora
Que Carmen Castilla aceptase la propuesta del PSOE para ir en sus listas para las elecciones generales también significaba un cambio de ciclo en la organización sindical que había dirigido durante los últimos años. En julio, los afiliados a la Unión General de Trabajadores en Andalucía dieron un respaldo masivo (92%) a Oskar Martín (San Sebastián, 1973), un andaluz adoptivo que insiste en defender los intereses de Andalucía. Su llegada, desde luego, no se ha producido con la coyuntura política más cómoda posible, sobre todo a nivel nacional con la incertidumbre que hasta esta misma semana existía de cara a la investidura. A nivel andaluz aterrizó con un Pacto Económico y Social recién firmado entre sindicatos, Junta de Andalucía y empresarios, aunque en la entrevista que concede a lavozdelsur.es deja claro el malestar de la organización por los retrasos del Gobierno de Juanma Moreno en el cumplimiento de los compromisos.
Lleva menos de medio año al frente de UGT en Andalucía. ¿Qué sindicato se ha encontrado?
El balance es positivo, aunque es pronto para hacer una evaluación con perspectiva de la la situación. Sí es cierto que es tiempo está siendo convulso en términos políticos. Pero sindicalmente estamos satisfechos y cogiendo fuerza sindical. Así lo demuestra el certificado de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo donde la Unión General de Trabajadores es la primera fuerza sindical de Andalucía en cuanto a la representatividad.
Hemos recuperado la confianza de los trabajadores y trabajadoras. Seguimos trabajando en nuestras líneas maestras que no son otras que mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de la clase trabajadora como lo hemos demostrado con el Pacto Social y Económico o la firma de un plan de choque contra la siniestralidad.
El contacto existe, pero nosotros queremos poner en valor que el diálogo es un instrumento, pero el mayor logro del diálogo no es sólo llegar a acuerdos, sino que se materialice lo acordado. Firmamos 9.000 millones en el Pacto Social por un ejercicio de responsabilidad y compromiso con la sociedad andaluza tras seis meses negociando.
Había medidas urgentes y exigimos a la Junta el cumplimiento íntegro y la celebridad en la ejecución del Plan para ayudar a los andaluces. De no cumplirse, la Junta estaría faltando a su palabra y a su compromiso con los andaluces. El diálogo debe ir acompañado del cumplimiento porque si no no sirve.
La velocidad que lleva el pacto no es la que deseamos. Va a un ritmo lento y faltan mesas por constituirse. El pacto lleva firmado unos meses y va lento. Necesitamos dar un impulso a la mesa de la juventud, al comité de fondos europeos o a la ley de participación. El compromiso es que estuviera en el Parlamento antes del primer semestre. Las cosas hay que acelerarlas porque Andalucía lo necesita.
Son medidas que van sobre la calidad de vida de las familias, las empresas o los autónomos. Y el plan de choque contra la siniestralidad es otro elemento realmente importante para nosotros pero también va lento. El día 13 hay una nueva reunión, pero creemos que por la trascendencia que tiene en la vida de trabajadores y trabajadoras no hay plazo, debe haber inmediatez total. La administración tiene una responsabilidad directa en la implementación de todas las medidas. En Andalucía tenemos 100 fallecidos y por eso el viernes dijimos 'hasta aquí hemos llegado'.
"La velocidad que lleva la ejecución del Pacto Social y Económico no es la que deseamos"
Urgente en el pacto eran la siniestralidad, el bono familia, el bono carestía, la bonificación del transporte... medidas sociales. Esas son las que hemos exigido porque no llevan la velocidad que realmente deberían haber tenido por las circunstancias sociales.
La bonificación al transporte sí, el bono familiar, el bono carestía o el plan de juventud no. Lógicamente lo estamos reivindicando porque las organizaciones sindicales de clase hemos dado un compromiso y una responsabilidad de cara a la sociedad. Estamos exigiendo a la administración, que presupuestariamente ha dotado su compromiso a través de la firma del presidente, que cumplía lo pactado. Es de lógica.
Andalucía tiene graves problemas. Algunos muy significativos que nos afectan a todos. Son presupuestos que deben ir dirigidos a generar confianza. Deben tener un corte expansivo con ayudas que complementen el tramo autonómico, sobre todo en la lucha contra la inflación que hay en Andalucía, que es superior a la del Estado. Celebramos que haya un incremento del 2,5%.
Desde UGT-A siempre hemos señalados que deben ser las políticas sociales las que concentren el Presupuesto. Nuestra misión es que hay mejorar y dotar a la ciudadanía de unos servicios de calidad desde lo público. Hay que evitar la tentación de que se produzca un trasvase a lo privado, sobre todo en un tema como la salud, sobre todo porque sabemos que se ha incrementado en 800 millones las derivaciones a la privada para solucionar las listas de espera.
Andalucía tiene graves problemas y el Presupuesto es el instrumento fundamental para solucionarlos. El Gobierno andaluz tiene esa responsabilidad y tiene que pactar, a pesar de su mayoría absoluta, con el resto de grupos parlamentarios y solucionar los déficits en sanidad, educación o dependencia o poner en marcha una recuperación económica con un reparto de la riqueza justo.
La realidad es que hay que ver dónde van esos números y si realmente van a paliar los problemas que tenemos en nuestros barrios, van a otras cuestiones o van derivados al ámbito privado como universidades privadas, educación concertada o sanidad privada. Es cierto que hay un incremento, pero luego hay que ver los detalles. Creemos que Andalucía no está haciendo las cosas bien si se siguen derivando 800 millones a la sanidad privada. Ese no es el modelo de sociedad que queremos. Queremos una igualitaria, libre, democrática donde el Estado sea garante de determinadas situaciones para que nadie se quede atrás.
"Actuaremos con todos los instrumentos dentro del marco democrático para reivindicar lo que creemos que es justo para los trabajadores"
Somos un instrumento sindical, laboral y social. Nuestras armas son la negociación, la palabra o el acuerdo, pero también la manifestación y la huelga. Esas herramientas están siempre en el escenario, también según la situación que se esté viviendo en cada momento. Nosotros tenemos una gran responsabilidad porque hacer una manifestación o una huelga tiene consecuencias. Con esa responsabilidad tenemos que actuar en pro de la defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora. Actuaremos con todos los instrumentos dentro del marco democrático para reivindicar lo que creemos que es justo para los trabajadores.
El viernes pasado salimos a la calle para decir que 100 andaluces han fallecido en sus trabajos y todos tenemos una responsabilidad, administraciones y empresarios. En muchos casos esos accidentes habrían sido evitables. Varios han fallecido en su primera semana de contrato. Ha habido un deficit de prevención, de formación y de equipos. Esa es la realidad que tenemos que poner encima de la mesa.
Dijimos a la patronal que la responsabilidad y la cultura preventiva salva vidas y hay que invertir para salvaguardar el principal activo que tienen las empresas que no es otro que los trabajadores. Los empresarios tienen que asumir e interiorizar esta mentalidad. Estamos en una situación con una determinada tensión en la que se deben ver avances significativos para que la paz social quede garantizada.
Gracias a nuestro rechazo no se va a materializar. Entendemos que era dar un paso más hacia la privatización del SAS y ahí no nos van a encontrar. Todo el mundo nos estamos quejando de la sanidad y si eso pasa es porque hay motivos evidentes. Hasta hace poco no había este nivel de queja. ¿Qué necesidad tienen los andaluces de hacerse seguros privados cuando existía un servicio que lo cubría de manera gratuita? Más en esta coyuntura económica donde las familias están pasando dificultades.
"Se deben ver avances significativos para que la paz social quede garantizada en Andalucía"
Respetamos siempre el derecho a la manifestación. Aunque vemos con preocupación que haya una subida de tensión. La manifestación tiene que estar previamente autorizada y debe contar con un servicio de orden. Creemos que las cosas hay que hacerlas como hay que hacerlas.
De todas formas, son manifestaciones lejos de buscar una solución a la situación lo que hacen es agravar y añadir tensión. El 23 la mayoría social de este país votó y decidió. La ultraderecha no tiene mayoría porque así lo han decidido los españoles. España necesita políticas en favor del conjunto de la sociedad. Hay que reducir el ruido y, dentro del marco constitucional, reducir la polarización de la sociedad. En esta segunda investidura se va a lograr una mayoría dentro del marco democrático porque todos los partidos con los que se está llegando a un acuerdo son legales.
"Esperamos una fuerte agenda social en la legislatura. Nosotros vamos a defender los intereses de Andalucía"
Una fuerte agenda social. Nosotros vamos a defender los intereses de Andalucía. Vamos a seguir apostando por el diálogo social y por la gobernabilidad de las relaciones laborales porque el diálogo social es el motor de las reformas legislativas. Debe haber instrumentos como una fiscalidad progresiva para reforzar los servicios públicos como la educación o la sanidad.
Hay que facilitar el acceso a la vivienda y mejorar los derechos laborales con un nuevo Estatuto de los Trabajadores, el incremento del salario mínimo, la regulación del despido o la reducción de la jornada. También con el tema de las pensiones. Queremos políticas para las mayorías sociales. Esperemos que la Comisión Europea tampoco redireccione la gobernanza económica de Europa con reglas fiscales que nos hagan volver a la austeridad. Tampoco queremos que España vaya en una dirección de asimetrías crecientes. Creemos que hay que promulgar la igualdad de territorios y la equidad. La UGT va a trabajar por la sociedad.
Esperemos que el acuerdo vaya en la buena dirección. Está por desarrollarse, igual que con otros políticos. Debe ir dirigido a la mayoría social. El Parlamento debe mirar al conjunto de la sociedad y atender a la diversidad de nuestro país. Creemos que no se puede trabajar en la inestabilidad institucional que hay ahora. Hay que construir consensos con las herramientas democráticas que tiene el país.
Eso es lo que hay que respetar porque son las reglas que nos hemos dado. Los españoles lo decidieron el 23 de junio. Debemos centrarnos en lo importante, construir país y sociedad y dejarnos de distorsiones puntuales que lo que hacen es crear crispación y polarizar a la sociedad. Nosotros debemos seguir siendo responsables como sindicato de clase y defender los intereses de la clase trabajadora. La UGT no va a trabajar en alimentar la confrontación.
Se están articulando los apoyos para que la legislatura siga con avances sociales y laborales importantes. Hay muestras para entender que vamos en la dirección oportuna. En esta legislatura hay que seguir logrando los objetivos de nuestro sindicato como la reducción de jornada porque lleva 40 años sin modificarse y España ha cambiado. Alemania la tiene en 35 horas y está demostrando que son una economía más productiva.
También queremos atender a la juventud a través de un plan de desempleo juvenil, aumentar los permisos retribuidos por nacimiento, una reforma fiscal justa o la subida del salario mínimo. Vamos a seguir trabajando para aprobar el Estatuto del Becario y un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI que siga subiendo los salarios.
En 2018 la UGT publicamos un plan de empleo con 210 medidas de carácter transversal dirigidas a todos los sectores productivos donde poníamos el análisis desde la perspectiva sindical de lo que necesita Andalucía. Necesitamos un plan de choque, un plan de empleo integral bien dotado y, complementariamente, un análisis del modelo productivo que quiere nuestra comunidad. Ese modelo productivo debe ir sustentado en el sector industrial con una industria medioambientalmente sostenible y respetuosa, pero que genere empleo de calidad.
El peso industrial en Andalucía es del 12%, pero si nos vamos a Navarra es del 28%. Existe una deuda histórica con Andalucía en la implantación de la industria y debe ser un elemento a debatir y a poner encima de la mesa. Hace falta un plan de empleo potente para dar impulso y un plan estratégico sobre el modelo productivo de nuestra comunidad. El sector terciario tiene un peso importante pero está muy vinculado a la estacionalidad y eso es una gran debilidad.