Seis horas en una jornada de trabajo de la alcaldesa Mamen Sánchez. Cumple un año al frente de uno de los ayuntamientos más endeudados: "Si hemos aguantado este año podremos aguantar el resto del tiempo".
"Casi todos podemos soportar la adversidad; pero si queréis poner a prueba de verdad el carácter de un hombre, dadle el poder". Cita de Abraham Lincoln en la serie Borgen.
Mamen Sánchez recuerda a Rubalcaba aporreando el teclado con sus dos dedos índices para escribir sus discursos. Probablemente fue uno de sus grandes mentores políticos durante sus 15 años de actividad parlamentaria en Madrid. Y casi seguro que también fue alguien que le ayudó a entender que como mejor comunica un político es siendo uno mismo, para bien o para mal; más lejos de la retórica y más cerca de las personas. Cuando pasa la una menos cuarto de la madrugada, la alcaldesa de Jerez, que acaba de cumplir un año en el cargo, se refugia en su cama “a repasar las redes sociales y a prepararme lo que tenga al día siguiente”. El día siguiente suele comenzar a las siete de la mañana. Se toma un té y hace un precalentamiento de la jornada.
A las ocho levanta su casa. Tiene tiempo para vestir y peinar a su pequeña Naiara, que no llega a los tres años, y de despedirla en el rellano de la mano de su padre rumbo al colegio. “A él sí le hago caso en algunos discursos”, confiesa, aprovechando el oficio de periodista de su marido, Wayne Jamison. Vive en el mismo piso desde hace cinco años, al norte del norte de Jerez, en esa carretera que antes era ya la N-IV y ahora es la avenida de Tío Pepe. Las paredes de su casa están decoradas con cuadros de su padre, el pintor jerezano Sanro, y la mayoría de muebles están ‘rematados’ por elementos de seguridad para Naiara. “Se nota que es una casa donde viven niños, ¿no?”, nos dice nada más recibirnos. Son las nueve menos cuarto de la mañana. Arranca físicamente una jornada de trabajo frenética. Plagada de encuentros, reuniones, llamadas, visitas y actos, muchos actos, institucionales o de partido, que para eso estamos en plena campaña de las generales.
Vamos a empezar hablando de conciliación. De cómo cambia la vida dedicándola a dirigir una ciudad con más de 214.000 almas empadronadas. Mueve la cuchara en el café y duda de si ha pillado su tentempié antes de salir de casa: "Mi suegra me resuelve la vida con unos batidos de proteínas que compra en la base de Rota y normalmente llevo uno". ¿No me dirá que solo almuerza eso? "A veces sí, es lo único. El almorzar lo llevo muy mal. Esto me ha desequilibrado la comida. Es lo que peor llevo. Porque tenía un horario muy regular en Madrid, comíamos a las dos menos cuarto porque a las cuatro empezaban los plenos, era allí mismo en el Congreso. Aquí ya cuando sales de casa… no sabes a qué hora vas a volver. Picamos por la zona, o nos subimos un bocata si hay que trabajar más tiempo, pero la comida es lo peor. A veces aguanto y llego a las seis y me tomo un cola-cao con galletas".
¿Y a la familia, cómo se atiende a una niña tan pequeña siendo alcaldesa de la quinta ciudad andaluza? "Intento, en invierno sobre todo, llegar a alguna hora para ver a la niña un rato, ella se duerme a las ocho u ocho y media. Ahora he cambiado la rutina, hay más actos por la tarde y son más tarde, ya los vecinos no quieren una reunión a las cinco de la tarde, y entonces ahora paso por casa a las cuatro o a las cinco y así estoy un ratito con ella. Concilio porque mi marido está en paro, estudiando, y las tardes se las dedica a la niña por completo. Los fines de semana intento estar con ellos el máximo tiempo".
Acoso sindical: "Eso no me echa para atrás para nada. Eso me echa para adelante, de verdad"
—¿Tiene tiempo para usted?
—¿Para mí? Yo ya… —se ríe— El otro día me llamaron del gimnasio. Creo que llevo cinco o seis meses sin aparecer. Me iba a las siete y media de la mañana dos días en semana pero ya ni eso. Lo que vemos son series por la noche, estamos entre Isabel, la segunda temporada, y la serie esta de política danesa… Borgen. La verdad es que veo muchas cosas reflejadas y muchas cosas de conciliación familiar también. Vamos por la segunda parte y ella ha roto ya con algunos de los miembros de la oposición…. —hace un inciso para señalar a la vía pública: "Esos árboles necesitan ser talados, a ver si llamo a José Antonio [Díaz, delegado de Sostenibilidad]"—… en esta época de elecciones las vemos menos, anoche quise ver a Pedro Sánchez con Susanna Griso.
—¿Cómo le vio en el debate a cuatro?
—Lo vi como es.
—Y ganó él, claro.
—En el debate creo que nadie perdió ni nadie ganó. Se lo prepararon todos muy bien y todos lo enfocaron hacia su electorado, y creo que en ese papel cumplieron.
—No cambiará nada. O muy poco.
—Bueno, eso depende de los ciudadanos.
—Quiero decir que no alterará demasiado lo que pronostican los sondeos.
—No, no, los debates nunca alteran… Tú tienes que afianzar a tus votantes y ese era el objetivo. Quizás Pablo Iglesias me gustó más en diciembre, no quiso arriesgar tampoco. Es más difícil en este formato, en un debate a dos siempre ves mejor quién está por encima del otro.
"Oye, que no quiero llegar tarde. Son las diez menos veinte, tengo a la gente esperando en San Miguel…". Con su característica mochila a la espalda —"tiene muchísimos años, es muy práctica para las visitas"—, abandonamos el bar en el que ha tomado algo de café y media con paté. A cada paso, sonríe. Y saluda a uno, y a otra, y si no les ven, les busca. El coche oficial que la recoge está lejos de los Volvo municipales de la época del boom del ladrillo. Pacheco y Pelayo se alquilaron uno cada uno —mediante un renting de unos 70.000 euros por una gran berlina— cuando compartían gobierno en 2003. Los tiempos han cambiado. Ahora es un modesto Renault de gama media el que la lleva de acto en acto, y además, compartido con sus tenientes de alcaldesa. Nada más abrir la puerta, Fernando, el chófer municipal, la espera con una pila de documentos sobre el asiento del copiloto: "Buenos días, ahí traigo trabajo para usted", le bromea el conductor antes de poner en marcha el vehículo. La próxima parada será la abacería de Cruz Vieja, donde ha quedado con el equipo de asesoramiento del 'nuevo' Villamarta. Una hora después, unos metros más arriba, ante el Palacio de Villapanés, se ha citado con los medios.
—¿Es habitual lo de estar pendiente de cualquier árbol que no se ha podado o cualquier otra incidencia, se es alcalde las 24 horas como dicen?
—Sí… Lo voy apuntando todo en el móvil. Mira, ¿ves? —enseña el archivo—, todo lo voy apuntando aquí, gente que me va parando y les cojo el móvil… Luego lo paso a Alcaldía y van llamando a tal persona para tal cosa… Los días que estoy en la calle se nota muchísimo, no puedo tardar mucho en pasarlo porque pongo claves para acordarme y luego se olvidan.
—En 365 días da tiempo para muchas cosas. ¿Para arrepentirse?
—No.
—¿Nunca?
—No. Soy muy segura con las decisiones que tomo. A veces puedes estar un poco más… Lo que más me agobia es por mi familia, que no los veo a los pobres, llevo unos cuantos fines de semana queriéndomelos tomar libres y luego salen cosas que digo: ¿cómo no voy a estar yo ahí…? No he pisado todavía la playa. Tengo una familia muy comprensiva.
"Lo que no se comunica parece que no se está haciendo; a mi equipo le cuesta comunicar"
—Ni tan siquiera le echan para atrás las presiones sindicales, la guerra abierta ahora en el Ayuntamiento.
—No, eso no me echa para atrás para nada. Eso me echa para adelante, de verdad. Yo creo que cuando al final todo esto se sepa mucha gente verá que lo que hacemos es sobre todo para el personal del Ayuntamiento que cumple. Pero estas cosas de las pintadas… Mira, ayer estaba todo esto lleno, no he quitado ni un papel, no me importa nada. No he quitado ni un papel de los parabrisas de los coches. Que lo vean, me da igual.
—Ha dicho usted que no le doblegarán con ese tipo de coacciones.
—No, no…
—Alguno puede pensar que han cedido sus predecesores en el cargo, ¿por qué no va a ceder usted?
—Porque yo creo en la justicia y no es justo lo que está pasando. Sinceramente, que la gente proteste por sus derechos laborales, sí, pero no estamos pretendiendo más que volvamos a la productividad que se pagaba en 2014. No estamos recortando, al contrario, el salario lo hemos subido este año un 1%. Por tanto, no tiene ningún tipo de sentido que aquí se pretenda, por determinados representantes de colectivos, seguir ganando más trabajando menos. O que haya quien no cumple con su horario laboral. Aquí hay unas normas en este país y si eres un representante sindical tendrás tus horas sindicales, no más. No le paga un empresario privado, es dinero público y eso es difícil de aceptar. Se sabrá todo cuando acabemos esta historia…
—¿Qué se sabrá...?
—Quién no tiene razón en las manifestaciones, que no son ni por el bien del Ayuntamiento ni por el bien de los empleados municipales. Están defendiendo sus propios privilegios.
—¿Usted no contradice a la presidenta de la Junta, que promete ahora bajar la jornada de los empleados públicos a 35 horas semanales?
Bueno, Susana Díaz promete las 35 porque piensa que vamos a ganar los socialistas en Madrid y que volveremos a las 35. Entonces el Ayuntamiento, aplicando la ley, podrá volver a las 35. El problema es que el personal de la Junta lleva, como en el resto de administraciones públicas, cuatro años trabajando 37 horas y media, pero aquí no, ¿eh? Me parece muy bien, vamos a respetar lo que dice la ley. Si dice 30, pues 30, pero mientras que todo el personal de la administración pública ha trabajado esas horas aquí no se ha hecho. O sea, no es que no trabajen esas horas sino que las que no se quieren reconocer se pagan al más alto precio. Ese es el engaño.
—En todo caso, este es solo un problema más de los muchos que acumula el Ayuntamiento.
—Bueno, yo creo que hay que mirar más a los problemas que tiene Jerez y no tanto al Ayuntamiento. Si seguimos mirando solo al Ayuntamiento, ¿qué pasa con Jerez y los ciudadanos?
—Eso es algo que se le ha oído a todos los que han pasado por la Alcaldía pero no se termina de romper esa dinámica del Ayuntamiento como motor esencial de la ciudad. Si éste no carbura, no avanza Jerez.
—A ver, el Ayuntamiento es verdad que tiene un problema económico que no se arregla ni en cuatro, ni en diez, ni en quince años. Eso está claro. Sí se pueden ir dando los pasos para hacerlo, entre ellos los que hablamos. No podemos gastar cifras desorbitadas en personal. Ayuntamientos más grandes que el de Jerez tienen un capítulo 1 que ronda los 60 millones de euros. Aquí hablamos de 96 millones. En 2015, antes de las municipales, se compró con esto. Se hizo una malísima RPT, gente con una categoría bajó, hay porteros ganando mucho más que titulados… y jugaron a eso, a repartir productividades…
—Pero muchos pagos de productividad se han convertido en parte del salario base. ¿Eso no es irregular?
—Sí, sí, la productividad se da por producir más. Ya quitamos un millón de euros al año en productividad. Todos los directores y la gente que estaba más cerca de los delegados tenían una productividad discrecional y la interventora nos lo advirtió nada más llegar.
A veces uno con Mamen tiene la sensación de que su cabeza viaja más rápido que sus palabras, que juega permanentemente al despiste o se hace la despistada. Detrás de una enorme sonrisa y de una templanza con cierta perspectiva, parece como si el hecho de que se hubiese llevado mucho tiempo viendo la ciudad desde Madrid le permitiese sobrevolar con más confianza y optimismo los enormes problemas a los que se enfrenta. ¿No es consciente de la que se le viene encima o realmente sus pasos son firmes? “Es incansable”, nos dirá uno de sus más estrechos colaboradores. "Yo no me canso, eh", remarca ella. Un año después de agarrar el bastón de mando, no hay gravedad en su tono, no hay ni excesivo victimismo ni tampoco triunfalismo. Da la sensación en todo momento de que tiene la situación bajo control, de que hoy está aquí y mañana... ¿O no es así? No hay tiempo para pensar. No remata la idea cuando ya anticipa la siguiente.
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—¿En algún momento le dicen lo que tiene que decir?
—No hago caso (se ríe)…. Muchas veces sí le pregunto a él —señala a Wayne, que nos acompaña en el desayuno—, que tiene más concepto de comunicación. Yo sé qué mensaje quiero lanzar, si veis mis ruedas de prensa van en una libreta que yo misma me preparo por la noche. Yo primero tengo que comprender el tema y luego veo cómo lo quiero trasladar, con dos o tres mensajes fuerza. Me gusta hacerlo todo. Creo que eso me viene de ser diputada. Tengo la imagen de Rubalcaba, que no sabe escribir con todos los dedos, preparándose los debates. En el Congreso hay asistentes para la burocracia y esas cosas, y además para tres o cuatro diputados, con lo cual siempre te has buscado la vida para un discurso, para una nota de prensa, para todo…
—¿Comunica bien su gobierno un año después?
—Falta. Creo que se trabaja mucho y no se comunica todo lo que se dice, o no hay tiempo de comunicar lo que se ha hecho. A veces me encuentro con un delegado y le digo: ¿cóooomo... chiquillo?, ¿y eso por qué no lo has dicho ya? Entonces parece que la comunicación se va dejando, el tema es ir resolviendo cosas, y a veces es importante contarlas. Cuando sale algo negativo, dices: pero si esto lo hemos hecho hace un mes, es que no se han enterado de esto… Pero a mi equipo le cuesta y yo les digo que lo que no se comunica parece que no se está haciendo. Entiendo que es por el afán de estar resolviendo cosas.
—¿No me dirá que ustedes no son de titulares de prensa?
Podíamos vender mucho más. Un problema que yo tengo es que no me gusta vender las cosas hasta que no estén muy cerradas. Creo que esta ciudad no puede aguantar ya más expectativas de cosas que no estén afianzadas. Esta ciudad se ha llenado de titulares por cosas que siguen durmiendo. Paco Camas a lo mejor ha tenido una reunión y no lo podemos decir hasta dentro de tres o cuatro meses, son cosas muy incipientes, compromisos que hay que materializar. ¿Podíamos vender las cosas diez veces desde que has movido un papel? Sí, pero no me gustaría que jugaran más con los sentimientos de esta ciudad. Las cosas para anunciarlas deben estar muy cerradas.
—¿Cómo ve a la exalcaldesa María José García-Pelayo? Han llegado a comentar que cuando se cruzan en algún acto llega a llamarla 'usurpadora'.
Yo la he visto, primero, muy perdida por todo este proceso que ha tenido, como que no ha querido destacar, para que no le digan nada. Y en los plenos no ejerce de portavoz, pero no para todo el tiempo de refunfuñar, de meterse con uno, con otro, pero bueno, cada uno es como es, yo qué sé.
—¿No ha asumido el sitio en el que la han colocado los ciudadanos?
—No, y yo creo que lo más importante en política es tener claro que hoy estás aquí y mañana no estás, con la mayor naturalidad.
—¿Usted ha asumido ya que es la alcaldesa de Jerez?
—No me levanto todos los días diciendo que soy alcaldesa, nunca me lo pregunto. A veces cuando estoy con la familia o con el supermercado, me viene gente y digo: es verdad, estás aquí… Me pasaba como diputada también pero… Te metes en tu papel de ciudadana y a veces me lo tengo que recordar, que es que eres la alcaldesa. Es que yo nunca tengo apego a las cosas, nunca miro para atrás, lo mismo cambiando de vivienda o en política. Nunca miro para atrás cuando cierro una puerta, eso forma parte del pasado y no merece la pena.
Reconoce que le cuesta trabajo separar su vida personal del cargo. Ir a buscar un disfraz para la fiesta del colegio de su hija y entender que alguien de repente la aborde con algún problema cotidiano. La falta de privacidad lo lleva mucho peor. La pasada Feria fue agotadora. "Cualquiera te sacaba un móvil y te grababa con la cosa más tonta". El mal de las redes sociales es un nuevo obstáculo para los políticos de hoy en día. Se la juegan con cualquier mal gesto o acción descontextualizada. "Eso es lo peor. Estuve en una despedida de soltera y la novia quería que bailara con ella. Me pusieron un collar y ya estaban los móviles grabando… les dije que no y paré de bailar".
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—Hablábamos de Pelayo. ¿Cree que se ha ido de rositas con la Gürtel?
—Yo no soy juez, pero creo que ha tenido suerte de encontrar a un juez sensible, que crea que en un Ayuntamiento no todo es controlable y revisable por la alcaldesa, o que cuando firmas no tienes por qué darte cuenta. Creo que en otros casos eso no se ha tenido en cuenta, por tanto creo que…
—Le tranquiliza ese auto del Supremo, por lo que pueda pasar.
—Pues sí, claro que tranquiliza, muchísimo. Chaves y Griñán están intentado atenerse a ese auto, aunque no es una sentencia y no sienta jurisprudencia. Yo me alegro por ella, ¿eh? Totalmente. Entre otras cosas porque me he pasado muchos años en la comisión de interior, y para muchas cosas, el PP ha elevado muchísimo la política penal. Ha endurecido las leyes para tonterías, la cárcel no puede ser un método de castigo, sino de reinserción, de reeducación, y la política penal debe, sobre todo, servir para que el cargo público que haya robado algo devuelva hasta el último céntimo y sea inhabilitado.
—El problema es que los partidos, incluido el suyo, han usado la judicialización de la vida política como mecanismo para eliminar a adversarios políticos.
—Claro, sí.
—Usted en cambio ha optado por romper esa dinámica, ¿no? ¿O es que no ha habido nada?
—Hombre, hay una obligación si encuentras algo muy… No nos hemos puesto a rebuscar. Hoy es verdad que cualquier cosa la llevas a un Juzgado y la admite a trámite pero no creo que estemos aquí para eso; creo que lo peor que le pudo pasar a Jerez fue que los alcaldes empezaran a rebotarse cosas en los Juzgados. Esta ciudad está padeciendo en gran parte por esta situación. Si hay un posible delito grave es normal, pero no puedes estar yendo para cualquier cosa.
—¿Lo de tener dos exalcaldes en prisión ha sido el puntillazo para Jerez?
—Eso creo que ha hecho mucho mucho daño a la imagen de la ciudad. Se equivocaron todos. Lo dijo Cabaña, ¿eh? Las cosas se pueden arreglar de otra forma.
"Estas cosas se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban". Esa fue la lapidaria frase de un viejo zorro de la política como González Cabaña. A primeros de 2011, aliado con la propia Mamen, intentaron descabalgar a Pilar Sánchez de la reválida de mayo de aquel año. Solo Griñán, entonces máximo responsable de la cúpula socialista en Andalucía, impidió que Mamen reemplazara en el cartel electoral a Pilar, con sus opciones sumamente mermadas tras un mandato convulso y plagado de malas decisiones personales. Hoy Sánchez cumple condena, la mayoría absoluta de la popular María José García-Pelayo pasó a la historia, y es la ex diputada socialista la que empuña el bastón de mando en la Alcaldía de la gran ciudad con mayor tasa de paro de España.
—¿Cómo ve Jerez, alcaldesa? Sigue habiendo una lista con más de 32.000 parados.
—Mira, esa es la parte que más preocupa y por lo que más me para y me habla la gente. Sobre todo, veo cómo en zonas donde apenas había paro, ahora hay. Es verdad que no puedes basarlo todo en políticas de protección pero hay cosas que están haciendo mucho daño, como los cambios normativos que está haciendo el PP. El otro día me encontraba a una pareja, ella tiene una discapacidad y por tanto una pequeña paga, él trabajaba en una empresa potente de la Bahía pero la empresa quiebra y se queda parado con 53 años, después de tener 36 o 37 años cotizados, pero no le queda nada porque antes había protección a partir de los 52 años, ahora la pasan a los 56 años y si hay algún miembro de tu familia con otra paga ya no tienes derecho a nada. Estamos haciendo más pobres todavía a las personas. Nos jugamos mucho en las próximas generales. ¿Qué hacemos si para determinadas edades no hay trabajo, no tenemos la obligación como sociedad de preocuparnos de esas personas? El PP está desprotegiendo a todo el mundo y a las familias para que medio puedan vivir.
—¿Usted palpa esa desesperación en su día a día en la calle?
—Sí, sí, sí… Sí, se nota. Y aparte también los tenemos en la familia, en los amigos… Hay familias que sinceramente lo están pasando muy mal.
"Los planes de empleo no son la panacea, pero es que las administraciones no crean empleo, sino las empresas"
—¿No es un poco pobre ver algo de luz solo a base de planes temporales de empleo?
—Son ayudas que da una administración socialista para que, sobre todo, los jóvenes tengan más experiencia y poder trabajar personas que llevan mucho tiempo paradas. Es un recurso que se puede utilizar, tenemos la obligación y además revierte a un Ayuntamiento porque van a hacernos una serie de trabajos que la ciudad necesita. Lógicamente no son la panacea, pero es que las administraciones no crean empleo, sino las empresas. En este sentido también estamos intentando contactar con empresas para que las necesidades que puedan tener a corto o medio plazo las podamos resolver aquí. Nos pasa que encontramos a mucha gente sin formación que es difícil reinsertarlas laboralmente. Mucha gente en Jerez, muchísima, que encontró trabajo en la construcción y que ahora no tienen nada.
—En paralelo, la Junta ha desmantelado San Juan de Dios, el que era centro de FPO de referencia en la provincia.
—Se lo han llevado para un mes nada más. Es el centro de referencia de Cádiz. Es una maquinaria de la Junta y volverá aquí cuando acaben esos cursos. En lugar de invertir en nueva maquinaria, se ha desplazado una que no se usa. El curso no se pudo hacer en Jerez y ya vendrán los siguientes. Nos hemos llevado unos años sin cursos de formación ni escuelas-taller pero ahora ya se ponen en marcha porque son fundamentales. Lo que hacemos es preguntar a las empresas sus necesidades para ir formando a personas.
—¿Es impensable un gran pacto local por el empleo en Jerez?
—No, hombre. Yo creo que lo que tenemos es que poner en marcha esos procesos pero en esa línea se está. No hay que formar otra mesa. Con el Consejo Social estamos trabajando ahora eso, hay un grupo de trabajo de empleo, y las empresas que están viniendo tienen una necesidad de suelo que tienen unos precios muy altos. Por eso decimos que hay que revisar un PGOU hecho en tiempo de bonanza económica y donde las empresas disponían de más dinero. Hay que ver las necesidades que hay sin tardar tres años, no tenemos tiempo. Se trata de abaratar costes, ver suelos en los que no tiene mucho sentido que se limite la actividad… Tenemos ahora mismo una empresa que tiene un suelo que solo puede construir en una parte y en la otra está protegido sin saber por qué tiene esa protección. En dos semanas podemos tener las primeras líneas ya para hacer algunas cosas. Las ordenanzas municipales también están ahí. Pero es que ya no hay un técnico del Ayuntamiento que no te ponga 3.000 condiciones antes de firmar un papel. Eso es dificilísimo de entender, pero son las circunstancias que se están dando, nos guste o no nos guste.
Hace un año, Mamen Sánchez tenía dos discursos preparados para el pleno de investidura. Uno, que elaboró ella, con el que defendía y proponía su candidatura. Otro, hecho a medias con su anterior responsable de prensa, para intervenir ya investida como alcaldesa. Al final solo hizo el segundo. "Trabajé más el que al final no hice. Recuerdo la generalidad de lo que dije". Acaba de salir del acto de firma de un convenio entre la Caixa y la ONG Madre Coraje. A pie, de camino a La Plata, donde tiene la siguiente visita para ver el resultado de la primera fase de una obra de saneamiento en la red del ciclo integral del agua, le recordamos una parte fundamental de aquella declaración de intenciones para ver, doce meses después, qué queda. Junto a nosotros camina la responsable política de Acción Social, Carmen Collado. Mientras la alcaldesa se ha parado a conversar con dos trabajadores públicos del servicio de calas en la calle Guadalete, comenta: “El poder tiene algo que hace que la gente cambie, es una pena pero es así. Ya no cuela estar lejos de la calle, ojalá sea así por muchos años”.
—Y nos dijeron, pónganse de acuerdo; den transparencia a todos sus actos; desarrollen iniciativas que generen empleo; devuelvan a Jerez la imagen de prestigio de la que siempre ha gozado. Sea autocrítica, que le ha frustrado más desde aquellas palabras y que reconoce que no ha podido llevar a cabo.
—A ver, es que no estamos terminando el mandato. Esto sigue, ¿eh? Creo sinceramente que vamos a ver en los próximos meses muchas cosas que se han podido conseguir. ¿Qué problema veo y qué problemas ve el gobierno? El día a día del Ayuntamiento. Cualquier cosa que queremos hacer super rápida encuentra atascos en todos los departamentos. Te están diciendo que una cosa termina ya pero ocurre otra cosa. El trámite burocrático es bastante complicado y se nota en la gestión, y nos gustaría haber llegado con más cosas hechas en el primer año, pero creo que estamos consolidando bastantes de esas cosas. Me hubiera gustado que hubieran venido más empresas pero al encontrar un terreno bastante caro, sin poder hacer otra cosa, no se han quedado. Ya vendrán otras. Ahora hay tres empresas…
"Nos gustaría haber llegado con más cosas hechas en el primer año, pero creo que estamos consolidando bastantes de esas cosas"
—Llegó a hablar de 37 posibles inversiones hace unos meses.
—Bueno, sí. Muchas son nuevas pequeñas empresas que están ya funcionando. Ahora en la línea en la que estamos… La semana que viene me veo con una industria agroalimentaria de productos típicos de la Sierra de Cádiz y quiere venir aquí. Ha habido compras de inversores extranjeros sobre todo en el tema del vino. Una empresa de Madrid que se ha venido a Jerez y que el año que viene quiere ampliar su producción. Algunos hoteles que quieren abrir en Jerez. Hay otro de automoción, y otra que llegó la semana pasada que quiere el terreno y la nave de Zahav…
—¿Ya han podido recuperar esos terrenos?
—No, todavía no nos lo ha dado el juez y hay tres empresas esperando.
—¿Es un buen momento entonces, se está notando el interés por invertir en Jerez?
Yo creo que sí. Lo único que pasa que es verdad que esto no se hace de la noche a la mañana. Los técnicos lo están sufriendo cuando me pongo a pedir por favor terrenos disponibles; la CEC, junto con la Junta, va a hacer una cartera de suelos disponibles a nivel provincial.
—También parece que la Autoridad Portuaria de Cádiz va a dar al fin uso a la estación de mercancías de la Ciudad del Transporte, ¿cómo marcha ese asunto?
Tenemos pendiente una reunión también. Hay una empresa inglesa que quiere hacer un programa piloto en Jerez. Vamos a facilitarle un vivero para situarse un año aquí y ver si traen cosas. Creo que San Agustín se resolverá en breve, en septiembre puede estar abierto. Ahí hay ahora mismo, para 40 y tantos espacios, unas 80 y tantas empresas interesadas en instalarse. Hay movimiento pero todo es muy lento. Una empresa cervecera alemana se ha ido, allí le regalaban el suelo y aquí todo es muy caro. Ha estado mirando por toda la provincia pero en principio no hemos vuelto a saber de ella.
—¿Esa lentitud es exclusiva del Ayuntamiento de Jerez por la gestión política de los últimos años?
—Es propia de todas las administraciones, lo comento con otros alcaldes y me dicen que en todos sitios es así. Pero se ha perdido mucho tiempo en Jerez, si estamos viendo que tenemos un PGOU de los años de bonanza económico por qué a nadie se le ha ocurrido ponerlo en carga. Urbanizarlo vale mucho dinero y no se hace además de un día para otro. Hemos perdido mucho tiempo en poner a Jerez en las condiciones para que haya fluidez cuando viene una empresa. Los recibimos desde el departamento de Proyectos, que depende directamente de Alcaldía, y me sorprende el movimiento que hay.
—¿Las grandes empresas están siendo sensibles a la fractura social que padece la ciudad?
Sí. Se está notando bastante. De hecho al Ayuntamiento muchas de las cosas que nos piden y no podemos dar lo hacemos a través de las empresas privadas. Desde una simple lavadora o frigorífico que hacía falta para el albergue municipal, por cierto que hay sitio allí para acoger a la gente sin techo, hasta otra que ha amueblado todo lo que es un piso de acogida. Otras que dan ayudas para asociaciones… Se ve ese compromiso de las empresas con la ciudad.
—¿Qué pasó con ese diseño de un nuevo modelo de ciudad que usted anunció en noviembre pasado?
—En principio se hizo un concurso público para que una empresa viese ese modelo con perspectiva, que no viésemos solo el modelo desde lo municipal, a día de hoy no nos ha entregado ese proyecto. Era una empresa que tenía bastantes cosas hechas en Jerez con anteriores gobiernos, en otros sitios de España, pero a la fecha no nos lo ha entregado. Insistimos, llamamos, porque además tenían buenas ideas de gente con visión desde fuera, pero nada. Desde luego no se le ha pagado un céntimo. Aquí se pagan las cosas cuando se han acabado.
—¿No debería el diagnóstico estar ya más que claro?
—Todos tenemos claro el diagnóstico de esta ciudad. Lo que tienes que hacer en las ciudades es utilizar sus singularidades para convertirlas en proyección e industria. Creo que el problema de Jerez no es tener identificadas sus singularidades, es que hay demasiadas identificadas. En la industria del vino han llegado inversiones y está dispuesta a diversificar. Hay que ver qué puedes hacer tú por esta ciudad. Ya estamos desarrollando líneas futuras de que esas empresas se impliquen de otra forma en Jerez. Un tema que siempre tenemos que trabajar es que Jerez tiene que tener empresas de innovación y de investigación. Queremos tener un parque tecnológico industrial del motor gracias a los fondos ITI.
—¿Qué hay de realidad en el anuncio de un parque tecnológico del motor en el Circuito?
—Tenemos pendiente una reunión porque hay que ver bien en qué parte del circuito se hace. Se puede empezar casi ya pero las firmas que pueden ir ahí prefieren que la zona industrial no esté tan en la parte trasera. Hay que modificar el PGOU, que son seis meses, y mientras tanto se puede empezar a desarrollar.
—Se anuncian nuevos proyectos mientras otros están muertos o siguen sin arrancar, le pongo por caso el Parque Científico Tecnológico Agroindustrial.
—El fracaso del PCTA ha sido horroroso, y ahora mismo el impulso que necesita lo va a asumir en principio la Junta de Andalucía a través de TecnoBahía. Necesitamos inyección de dinero y un cambio.
"El fracaso del PCTA ha sido horroroso; el impulso que necesita lo va a asumir en principio la Junta. Necesitamos inyección de dinero y un cambio"
—¿Significará que Jerez pierda el control del proyecto?
—No, no, no si hay buena relación con las administraciones como nosotros queremos. Le hemos insistido a la Junta de que no puede perder su condición de tema agroalimentario. Me consta que todas las asociaciones agrarias están trabajando para pedir una inversión importante para Jerez y para el PTA. Los fondos ITI nos dan una oportunidad importante.
—¿Se ha portado bien la Junta de Andalucía con el reparto de los fondos ITI en relación a la ciudad?
—Bueno, espérate, que esto aún no está acabado.
—¿Se va a portar mejor?
—Se va a portar mejor. Creo que fue muy importante que tuviéramos esa reunión, primero con el vicepresidente, y luego ya directamente con los delegados territoriales para que supieran realidades de Jerez. Hay una representación de Jerez en esa mesa provincial pero desde luego es mucho más importante que tengan la visión nuestra. Vamos ahora a arrimar a las empresas privadas que son las que tienen también que presentar los proyectos. Igual que el tema del viñedo, vamos a hacer también una reunión con el sector.
—¿Van a recuperar aquel fallido plan del viñedo?
—Sí. Hay una parte que puede hacer el Ayuntamiento, que son los caminos; lo demás tiene que ser el sector privado y por eso es tan importante que conozca qué puede hacer ahí para que se decida a invertir. Hay unos siete proyectos de firmas con casas en las viñas que quieren presentarlos a partir de noviembre. El plazo es hasta 2020 pero cuanto antes se presenten antes habrá oportunidades.
—¿Será positivo para Jerez si finalmente Pedro Sánchez se convierte en presidente del Gobierno?
—Ay —suspira—... Sí. Mire, sí. Primero porque los ayuntamientos hemos perdido totalmente la posibilidad de hacer cosas. Estamos super tutelados, hemos perdido la autonomía. Porque hay elecciones pero la reforma de la administración local nos quita por ley las competencias de muchas cosas, especialmente sociales. Muchas cosas de las que hacemos en este Ayuntamiento no podríamos hacerlas. Y luego una cosa fundamental, nadie puede entender que tengamos que pagar 25 millones de euros en intereses a diez años simplemente porque la deuda con Hacienda y Seguridad Social no se pasa al fondo de ordenación. Y que por eso estemos pagando unos intereses que no entiende nadie. Ya hemos ido a Madrid, pero el Gobierno del PP no lo ha visto o no lo ha querido ver. Solo con esa medida tenemos el Plan de Ajuste hecho. ¡Fíjese lo que es ahorrar 25 millones sólo en intereses!
—Sigue pendiente de respuesta afirmativa o negativa del Ministerio de Hacienda el nuevo Plan de Ajuste del Ayuntamiento.
—Sí, el periodo de elecciones trae eso. Pero más allá de que lo acepten o no, se podrá retocar, pero no sé qué pasa con unos fondos importantísimos, como son los fondos ITI que recibe el Gobierno de la Nación. Hablamos de planes de empleo y hablamos de lo que pone la Junta; hablamos de fondos ITI y hablamos de lo que pone la Junta, pero ¿qué pone el Gobierno? Habíamos presentado un proyecto al EDUSI del que no sabemos nada. En teoría Jerez cumple todos los requisitos, parece ser que ya han resuelto pero nada se sabe. Tampoco sabemos nada de los planes de empleo que un día anunciaron.
—¿Teme el sorpasso, ve improbable un acuerdo de Gobierno con Unidos Podemos?
—Un partido como el PSOE, que siempre ha gobernado, sale a ganar. De pactos se habla después, nunca antes.
—¿Perjudicaría ese acuerdo a la ciudad?
—No creo que pueda perjudicar a Jerez. Quiero que el gobierno socialista gobierne en Madrid porque sería un gran beneficio para la ciudad. Se está viendo con la Junta, las administraciones tienen que estar para colaborar unas con otras, no para que por cuestiones de partido dejen de hablarse. Nosotros hemos llamado a las puertas sean del color que sean. Se escucha a Jerez pero se escucharía mucho más con un Gobierno socialista porque hablamos en la misma línea.
—El Gobierno de Rajoy hizo posible que el de Jerez fuera el primer Ayuntamiento en aplicar un ERE para su plantilla. ¿Cumplirá su compromiso con los afectados?
—Se están haciendo las enmiendas transaccionales, hay que argumentarlas una a una, están en ello, ya tenemos cómo tienen que ir y estamos viendo algunos informes más que necesitamos. Hasta el 30 de junio se pueden enviar las transaccionales al TSJA.
ERE municipal: "Siempre hemos dicho que cumpliremos lo que sea cumplible desde el punto de vista legal"
—¿Va a cumplir ese compromiso con todos?
—¿Con todos? A ver, nosotros estamos fundamentando cada una de las transaccionales para que cumplan todos los requisitos de la administración pública.
—Dio un plazo (30 de junio) y no se va a cumplir. ¿Es capaz de dar otro?
—Quien tiene que decirlo es el TSJA, es el que dirá cuándo se puede producir la readmisión. Nosotros queremos tener una fecha en la que creamos que podría resolverse, y todo eso es lo que se está viendo ahora. Nosotros cumplimos con nuestra palabra en el momento en que lo estamos haciendo con todos los requisitos legales. Hay mucho menos problema legal para los que tienen recurrido que para los que no, y lo que estamos es intentando buscar una solución a esos que no han recurrido. Entre otras cosas, hay una serie de preceptos que te dice la Función Pública y entre ellos es que tengan algo que transaccionar. Siempre hemos dicho que cumpliremos lo que sea cumplible desde el punto de vista legal.
—¿Aprobarán el Presupuesto municipal de 2016 en julio?
—Esperamos que en julio sí. Lo queríamos aprobar en junio pero parte de la oposición dijo que mejor para julio.
—Ganemos, su apoyo clave, no está demasiado satisfecho con su actitud en este año.
—Creo que cada uno hace su papel. En la mayoría de las cosas estamos de acuerdo y toda la información que están requiriendo se la estamos dando. Yo hace unos días quise tener una reunión para tratar determinadas cosas con el portavoz de Ganemos, llegué a la reunión, y no apareció, dice que se le olvidó. No sé cómo se le olvidan las reuniones con la alcaldesa pero bueno, me dijo que estaba muy liado con la campaña. Cuando quieren algo, tanto Ganemos, como Ciudadanos e Izquierda Unida, estamos abierto a las reuniones y a que incluso cuando las cosas fallan volvamos a reunirnos y encontrar soluciones.
—¿Se imagina que Unidos Podemos monta una moción de censura en Jerez tras el 26J?
—Bueno, tendrán que contar con el PP. Si se alía Pablo Iglesias con el PP…
—¿A quién apoyaría el PSOE en ese hipotético pleno de investidura?
—Ni me planteo esa cuestión. No la veo. No sería el acuerdo de investidura que tendríamos con ellos. En todo caso lo que tendrían es que ser valientes e intentar gobernar con un gobierno de coalición porque es que si no, no tendría sentido.
—¿Han pensado en esa posibilidad?
—Sinceramente, ni la creo ni la he visto en ellos.
"La voluntad del PP es reventarlo todo. No quieren arrimar el hombro absolutamente para nada"
—¿Esperaba otra actitud del PP como principal partido de la oposición?
—Sí, es muy sorprendente que no aprueben ni siquiera sus las cuentas. No quieren arrimar el hombro absolutamente para nada. No se les ve la más mínima voluntad; su voluntad es la de reventarlo todo. Es muy contrario a la de los otros tres grupos de la oposición. Cuando hablamos de hacer un acuerdo de gobernabilidad lo primero que hablamos era que hay cosas que hay que hacerlas te gusten o no te gusten, y ahí sí estamos encontrando lealtad.
—Hemos hablado de la oposición, ¿hablamos del PSOE? En un año ha tenido una bronca interna al oponerse a que fuese alcaldesa en minoría, un amago de dimisión…
—Eso lo desmiento totalmente porque no es verdad.
—¿Ni siquiera el amago de Laura Álvarez?
—Ni siquiera el amago. No, no, no. Hubo una broma. No lo tengo que contar pero no te puedes ir por detrás de un gobierno a decirles a una serie de personas: "yo mañana lo firmaba y no lo firma mi compañera porque no le da la gana". Eso no se puede hacer porque no es verdad. Y le dije, entra a la reunión y di que alguien se quede con Recursos si lo quiere, así de broma. Alguien dijo: "noooo, a mí no, yo no quiero eso…". No pasó de ahí.
—También ha habido recientemente una querella de su responsable político de Economía contra uno de sus asesores, ¿tiene el PSOE una vez más el enemigo en casa?
—No sé, pero esas cosas se descubren muy fácilmente. Sí tengo que decir que cuando estamos trabajando estamos como una piña pero si alguien cuando sale se transforma, no tengo ni idea. Unos tenemos más cultura de trabajar en grupo y de saber cuáles son las prioridades y cosas que no se dicen hasta solucionar las cosas, y otros no. Eso va en como es cada uno.
—Hay voces que aseguran que no serán capaces de resistir los tres que quedan de mandato con tan pocos concejales en el gobierno.
—Creo que hemos pasado la etapa más difícil, que ha sido este primer año. A partir de ahí estamos viendo cómo se están consolidando cosas, cómo tenemos apoyos de empresas e instituciones para ayudarnos a llevar este carro, y por tanto yo creo que la etapa más difícil ya la hemos pasado, sin duda alguna. Si hemos aguantado este año podremos, lógicamente, aguantar el resto del tiempo.
En La Plata se ha visto con la asociación de vecinos y, como extra, se ha reunido de manera informal con otros representantes vecinales de Las Torres. Ha vuelto a subir al coche oficial y se dirige, ya al filo de las dos de la tarde, al Ayuntamiento. Toca mesa del gasto. Cruza la plaza de la Asunción y accede al Consistorio por la puerta principal. Una novedad respecto a etapas anteriores. "A veces reconozco que tardo mucho tiempo y cuando tengo prisa entro por detrás pero sí lo solemos hacer. A la gente también hay que acostumbrarla a eso". Recuerda la "pelea horrorosa" del carril-bici cuando accedió a la Alcaldía, "y no teníamos nada que ver", al igual que ahora también asume las críticas por la duplicación de la zona azul, "un dinero que se gastó el PP antes de implantarla". Por no hablar de la privatización del agua, una concesión a 25 años de cuyo canon, 80,1 millones de euros, el anterior gobierno local se gastó la totalidad en apenas 24 meses.
"Ojalá algún día el agua pueda volver a ser municipal. Creo en el servicio público de agua y era un dinero mes a mes, una liquidez, que tenía este Ayuntamiento"
—¿Es contradictorio defender la gestión pública del agua y respaldar con su presencia un congreso organizado por la empresa privada a la que el PP le adjudicó el servicio?
—Mire usted, lo importante es que el Congreso cuenta con científicos de 40 países y es una oportunidad importantísima traer un congreso desde Hong Kong y Abu Dabi hasta Jerez; eso es una maravilla. Y di la bienvenida como se la doy a muchos congresos importantes que queremos que vengan. Defiendo el agua pública totalmente pero el problema de remunicipalizar es que tendríamos que rescatar: no es solamente darle los 80 millones sino una indemnización. En la situación en la que estamos ahora lo que tenemos que hacer es que esa empresa invierta en Jerez, que el PP ni siquiera se lo exigió. Vamos a pedirle corresponsabilidad con la ciudad.
—¿Piensan apretarle?
—No es cuestión de apretar, pero al menos que reinviertan en Jerez algo de sus beneficios. Ojalá algún día el agua pueda volver a ser municipal, primero porque creo en el servicio público de agua, segundo porque es un dinero mes a mes, una liquidez, que tenía este Ayuntamiento. Este gobierno ni ha podido utilizar los 80 millones de euros para hacer nada porque se los gastaron íntegramente, pero tampoco dispone de ese ingreso que sí había todos los meses. Por tanto, es totalmente negativo.
—¿Qué mensaje querría reforzar, qué le diría a los jerezanos que dudan de su gestión?
—Que gobernar es muy difícil, que Jerez es una ciudad muy complicada pero que, a pesar de que somos muy poquitos, vemos camino y, poco a poco, solución para esta ciudad. Es verdad que hay que echarle mucho tiempo, hablar con mucha gente, con muchas entidades e instituciones que nos tienen que ayudar, pero Jerez tiene muchos recursos y es una ciudad muy positiva. La hemos abierto a las instituciones, nosotros quizás no lo vemos, pero quienes llevan más tiempo se dan cuenta. Hay presidentes de entidades que no se acercaban y ahora dicen: a Jerez voy yo. Eso es muy importante para que nos echen un cable.
—¿Han repartido ya las vacaciones, va a haber algo?
—No (Risas). Algo habrá. El grupo del gobierno tiene un Whatsapp y he estado varias veces por decir: oye, proyectaros las vacaciones ya más o menos para ordenarlas… Bueno, me conformo con cogerme cinco diítas en agosto.
—¿Sabe ya qué libros va a leer?
—No sé, tengo ahí muchos libros. Voy a aprovechar para intentar jugar mucho con mi niña. Es lo que más me apetece.