Pasado el mediodía, suena el generador eléctrico y la farmacia, con su cruz verde de nuevo parpadeando, retoma la dispensa de medicamentos a muchos de los ancianos que residen en la zona, algunos de los cuales son electrodependientes. Gabriel, de 84 años, es uno de ellos y lleva dos días sin poder usar su máscara de oxígeno. Habla a duras penas. No recuerda una situación tan prolongada sin servicios esenciales en su pueblo. Los políticos hablan de fijar población a los territorios. Se les llena la boca. La realidad, más tarde, es bien distinta.
A pocos pasos de allí, Carlos, el maestro de Educación Física, se salva de la penumbra que sufren el resto de sus compañeros docentes en el interior del centro y supervisa a sus alumnos en el patio del CEIP Cuartillos. "Por mí primero, por todos mis compañeros", se oye gritar a uno de sus pupilos. En este colegio público rural estudian más de un centenar de niños y niñas. Todos ellos han llegado a clase como han podido, "muchos duchándose el día antes en casa de familiares de Jerez", cuentan algunos progenitores.
La cerrajería está chapada y las ventas, Pizarro y Gabriel, tienen el género descongelándose, con las puertas cerradas y los toldos bajados. Los negocios llevan dos días de brazos cruzados. "¿Esto quién lo paga?", espeta uno de los comerciantes. "Esto es para llorar; mi niña sin luz y sin agua, y yo que soy autónoma... ya me dirás lo que es para un autónomo dos días con el negocio cerrado", se lamenta Cristina Cano.
Esta joven lleva dos años residiendo en Cuartillos y en esta pedanía jerezana regenta Tu Clavel Rojo, una tienda especializada en tocados y ramos de novia a la que Bernard le sorprendió en Jerez. "Estaba con un estand en Bodasur (una feria de bodas y comuniones celebrada el pasado fin de semana en Ifeca) y cuando recogí e iba a volver a casa estaba todo cortado; y para colmo, cuando consigo llegar a las once de la noche (del pasado domingo) me encuentro sin luz, ni agua".
Un puñado de vecinos y vecinas se arremolina en la, podría decirse, avenida principal de esta localidad, paralela a la A-2003 hacia la ELA de La Barca. Representan la voz de unos 1.300-1.400 vecinos y vecinas, unas 300 familias dispersas en una antigua vía pecuaria que conserva casas centenarias. Han estado dos días y dos noche sin luz, ni agua. La borrasca Bernard provocó averías que les dejaron sin suministro eléctrico y, como reciben agua potable impulsada con motores, también quedaron desabastecidas de este otro bien esencial.
Desde las 16 horas del pasado domingo hasta pasadas las 16 horas de este martes han vivido en Cuartillos sin luz. Ha habido muchos otros núcleos poblacionales del Jerez rural que han estado con cortes y averías, caso de la cercana ELA de Estella, pero la pasada noche recobraron la luz eléctrica.
En Cuartillos no. Aquí, donde llegaron colonos que montaron chozos para guarecerse por las noches y, con el alba, regresar a trabajar a los cortijos de la campiña jerezana, han tenido que estar dos noches seguidas a la luz de las velas, con enfermos y menores sin aseo básico, con alimentos estropeándose, comiendo bocadillos y latas de conservas. La luz se va a menudo, han estado días enteros sin suministro eléctrico y sin agua, pero nunca tanto tiempo con un corte ininterrumpido.
"Es indignante y humillante que la compañia eléctrica nos trate así"
Mari Carmen Vega, que lleva casi 40 años viviendo en Cuartillos, no recuerda una situación más compleja que la que se ha sufrido ahora. "Estamos acostumbrados a pelear, por el colegio, por la carretera, por el centro de salud..., pero lo que es quedarnos sin servicios básicos durante tanto tiempo es la primera vez que ocurre, y estamos muy cabreados, pensamos reclamar en masa a Endesa porque ni siquiera ha dado explicaciones de nada. Quienes tenemos niños pequeños y enfermos lo estamos pasando fatal y no entendemos cómo una empresa tan fuerte, y a la que tanto pagamos, nos deja así".
El que fuera teniente de alcaldesa en el gobierno municipal de Jerez, Juan Manuel García Bermúdez, reside en Cuartillos desde hace años. Como persona con movilidad reducida, dos días sin luz y sin agua le han acarreado serios problemas. Sin más respuesta de Endesa, solo le ha quedado la queja amarga en redes sociales: "Desde el domingo pasado centenares de familias jerezanas de diferentes ELA y barriadas rurales estamos sin electricidad y sin agua. La compañía eléctrica no da explicaciones, el Ayuntamiento no asume nuestra defensa para exigir la reparación inmediata de la avería ocasionada por Bernard... Somos miles de jerezanos con problemas de salud, movilidad, asistencia a mayores, sin luz y sin agua dos días con sus dos noches... Es una vergüenza, es indignante y humillante que la compañia eléctrica nos trate así".
Carmen, Paca y Gabriel descansa en un banco junto a una empleada de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Jerez. Acostumbrada a trabajar en el Jerez rural, la mujer no duda en señalar las carencias de los residentes en la campiña jerezana. "No es nada justo la falta de recursos que tienen, pese a que pagan impuestos igual", asegura, sin querer dar su nombre. Desde allí se ve la curva de llegada al núcleo central de Cuartillos, con casitas de campo que disfrutan de la apacible vida cuartillera. Apacible cuando no falta lo básico.
"Es un sitio muy bonito y muy digno en la campiña para poder vivir, pero sin lo mínimo la gente se lo piensa. Con la carretera nueva el acceso ha mejorado y se vive bien pese a las dificultades", asegura a lavozdelsur.es el alcalde pedáneo, José Barriga (IU), que precisamente este mismo martes ha tenido una reunión en el Ayuntamiento de Jerez, a 15 kilómetros y 23 minutos en coche de Cuartillos —se tarda casi lo mismo del centro de Jerez al de El Puerto—, para seguir abordando el futuro de la legalización de la mayoría de viviendas de su localidad.
Barriga, que lo primero que celebra es que "la luz volvió por fin, dos días y dos noches después", insiste en que el mundo rural jerezano se resiste a vaciarse, pero "no nos lo ponen fácil". "Nos mantenemos en población y no crecemos lo que podríamos, ya que el Plan Especial urbanístico lleva paralizado desde hace diez años y con eso podrían desarrollarse bastantes viviendas, pero no se pueden hacer obras, lo poquito que crece es por los terrenitos de los que viven aquí. El volumen de población que tenemos es de ELA (Entidad Local Autónoma), ya debimos serlo hace muchísimos años, pero siempre parece que vamos a remolque".
Y cuenta Barriga la última jugarreta municipal: "Cuando logramos ser pedanía nos dieron un presupuesto de 50.000 euros, pero ahora nos enteramos de que lo han modificado y ese dinero lo han repartido con las 15 barriadas rurales. La delegada nueva (Susana Sánchez Toro, responsable política del Jerez rural) tiene mucha voluntad, pero sin recursos... es mucho territorio y muchos habitantes".