No hay un pueblo con tradición pesquera y marinera sin que algunos de sus vecinos se sitúen con pescado fresco en el paseo marítimo o en el centro urbano del municipio para venderlo. Las cajas de corcho con los peces y el marisco prácticamente vivo y una tabla de madera para eliminar el sobrante es uno de los paisajes que uno se encuentra en Coria del Río, a pocos metros del río Guadalquivir. Un pueblo que mantiene su espíritu marinero y donde algunos aprovechan para ganarse la vida.
Sin embargo, la imagen ha cambiado desde hace algunos años. Los albures han copado estos puestos tradicionalmente al ser uno de los pescados de río más habituales en la zona, pero ahora comparte espacio con un cangrejo de gran tamaño y un color azul que le da el nombre. Entró en España por el Mediterráneo y ahora es un auténtico quebradero de cabeza para la pesca en el Guadalquivir y el marisqueo en Sanlúcar de Barrameda.
Los cubos de estos 'buscavidas' situados en Coria del Río están llenos del cangrejo azul. "Hay por todos lados, vienen en los lastres de barcos chinos y están en el Guadalquivir, Sanlúcar, Huelva, Valencia, Galicia... se han extendido como una plaga", dice Francisco, un hombre mientras recoge el puesto que había montado a primera hora de la mañana.
Es un vecino de Isla Mayor que anteriormente tenía un negocio de cangrejo rojo. Ahora, la situación ha cambiado. "Se comen los albures, las lubinas, los langostinos en Sanlúcar... todo, no dejan nada, ni los ojos, ni la cabeza", añade este veterano, que ha hecho fabricando una red con materiales duros para atrapar a este crustáceo después de muchos años capturando anguilas a través de un método parecido".
En el paseo marítimo cuentan que apenas hay medidas para combatir a esta especie. Señalan que en Sanlúcar habían dado diez permisos para poder capturarlos y ahora lo han aumentado con quince más. "En la lonja de Sanlúcar ya se venden los cangrejos porque se pueden comer", avisan. De hecho, uno de los puestos añade que todo el que lo compra suele repetir.
Este mariscador de Isla Mayor lleva "dos o tres años" cogiendo el cangrejo azul y asegura que "cada vez están más amontonados". Cuando se le pregunta si tiene claro cómo ha aparecido la especie aquí, no duda. "Eso viene de China, donde hay un puerto, hay cangrejo azul".
A pesar de que está echando a perder muchas faenas (son varios los peces expuestos a los que se nota la actividad de los cangrejos), esta especie se ha convertido ya en un reclamo que algunos restaurantes están explotando, como publicó lavozdelsur.es. Una de las claves es la "bola de huevas" que tiene en la cabeza, según uno de estos vendedores del Guadalquivir. Están en el río, pero también en la marisma. De ahí, muchos pasan a la lonja. "En Sanlúcar el kilo está a cuatro o cinco euros, pero en el norte se pueden llegar a pagar catorce o quince", aseguran.