La “humilde” pensión Loreto de El Puerto donde dormían toreros, Lola Flores y hasta la escolta de Franco

El establecimiento hotelero cumple casi un siglo hospedando a todo tipo de clientes en el corazón de la ciudad. Raúl Moreno y Gloria Sánchez repasan su historia desde un emblemático patio andaluz

Raúl Moreno y Gloria Sánchez en el patio de la pensión Loreto de El Puerto.

Un sosiego repentino invade un bonito patio en la calle Ganado. En las guías de hoteles de España de los años 30 ya se incluía un establecimiento que se ha convertido en emblema de El Puerto. La pensión Loreto tiene solera. Sus paredes rebosan de recuerdos y sus arcos y columnas tienen una historia que contar. “Dicen que aquí hacían una dorada a la espalda espectacular”, comenta Raúl Moreno sentado en una de las mesas donde hace años se comía de maravilla.

El portuense nacido en Suiza -de madre malagueña y padre madrileño- echa un vistazo a su alrededor. Plantas, botas, azulejos, cuadros que dan vida al patio más típico de Andalucía. Aterrizó en El Puerto cuando tenía 9 años-“apuntado en la Embajada Española desde recién nacido”- y desde entonces ha crecido en esta ciudad. Años más tarde entró a trabajar en este hotel que guarda secretos. “Es imposible saber por qué se llama así, es un enigma”, comenta el encargado que desde que llegó, no ha parado de investigar la historia de la pensión.

Raúl durante la entrevista con lavozdelsur.es. MANU GARCÍA

Con la esperanza de encontrar datos, se desplazó al archivo municipal de Patrimonio histórico, y voilá, allí se topó con un anuncio publicado en La Revista Portuense que arrojaba un poco de luz. “Doña Rosario Simeón le invita estas navidades a degustación de pestiños en el hotel Loreto”, versaba el ejemplar datado del 7 de diciembre de 1926. Si no le falla la memoria, “esa fue la primera referencia que hay de este sitio”.

“Todo el mundo que venía al teatro principal se hospeda aquí”

La familia Simeón fue la que inició su actividad en este edificio, una casa de cargadores de indias construida en 1789 por un arquitecto de apellido Prieto. “Javier Cerén, un enamorado de El Puerto, encontró este dato en un libro”, dice Raúl que esboza con todo lujo de detalles la trayectoria de la pensión.

En la recepción se encuentra Gloria Sánchez, empleada desde hace más de 30 años que ha vivido en sus carnes todas las etapas del lugar. “Empecé en el 89, con 16 años”, señala la portuense que se conoce la casa como la palma de su mano.

Detalle del patio. MANU GARCÍA

Los Simeón contaban con varios negocios hosteleros en la zona como la antigua pensión Hispania o el bar La antigua de Cabo. Todo comenzó en el número 17 de la vetusta Ricardo Alcón tras el cierre del hotel Vistalegre, regentado por Dolores Bouza, madre de la fundadora del Loreto. Según ha descubierto Raúl en sus consultas, “el día que iban para la feria de Sevilla a organizar un catering porque venían los Reyes, cayó una tromba de agua espectacular y se anuló todo. La mujer, del disgusto, murió de un infarto”.

”Era el único hotel que había en El Puerto”

Fue en ese momento cuando su hija Rosario trasladó la actividad del hotel Vistalegre a este lugar. Alquiló el edificio a los propietarios -una familia adinerada de El Puerto que lo adquirió a principios del siglo XIX- y empezó la aventura junto a sus hijos y su yerno.

En la década de los 30, en los pasillos de la pensión se cruzaban gloriosos toreros, personajes de la farándula y artistas flamencos. Estaba lleno de vida. “Todo el mundo que venía al teatro principal se hospedaba aquí, también curas y guardias civiles destinados, era el único hotel que había en El Puerto”, explica Raúl mientras imagina “la locura” que se experimentaba a diario.