La lonja de El Puerto, sin subastas: “El pescado fresco de los camiones acabará en un contenedor”

El sector pesquero sufre los efectos de la huelga de transportistas con barcos y camiones parados y subastas suspendidas. Algunos mayoristas se desplazan a por la mercancía escoltados. “No podemos quedarnos parados”

Francisco Rodríguez Morato, presidente de Asodeco, en la lonja de El Puerto vacía.

Niebla. Aún no ha amanecido en El Puerto. Esta madrugada los dueños de restaurantes y pescaderos de las plazas de abastos deberían estar sentados en las gradas de la lonja esperando a las merluzas y corvinas. Pero no es así. La subasta está paralizada desde el miércoles. El encarecimiento del precio de la gasolina hace mella en un sector que funciona en cadena.

La actividad en la lonja en nada se asemeja al trasiego habitual que los asiduos a este lugar no presencian desde antes de la pandemia. Primero, el covid, la incertidumbre y la carente demanda. Y ahora, combustible por las nubes insostenible para los camiones y barcos que aportan los suministros a pescaderías y establecimientos.

Los transportistas y armadores, ni entran ni salen. Los rostros de preocupación predominan cuando, no hay primeras ventas y en las segundas escasean los productos. “Nosotros vadeamos un poquito el temporal porque tenemos un almacén, pero este también se vacía”, comenta Manolo Romero, propietario de la distribuidora de congelados Marodi.

La lonja de El Puerto. MANU GARCÍA

“Esto es un paro gordo y todo nos implica a todos. Como esto continúe, al final tendremos que cerrar”, expresa. La huelga de transportistas repercute en las ventas de pescado, el producto estrella de la Bahía que se convierte en un lujo.

“Estamos trabajando al mínimo. Los barcos no pueden pagar el combustible, no le salen las cuentas, y a los camiones tampoco”, comenta Francisco Rodríguez Morato, presidente de Asodeco, la asociación de compradores de productos pesqueros de El Puerto. Algún que otro tráiler ha podido esquivar los piquetes de varios puntos de España y llegar a su destino, otros se han quedado por el camino.

Francisco delante de los almacenes de congelados. MANU GARCÍA

“Están parados en Jaén desde el martes, no les dejan salir. El pescado fresco que llevan seguramente acabe tirado en un contenedor y ahí se va muchísimo dinero”, lamenta Francisco mientras pasa frente a dos camiones que llevan parados en la lonja toda la semana. Se está echando a perder pescado, y el que llega a buen puerto, asume una subida en su precio de entre el 25 y el 30%.  

Según cuenta el presidente a lavozdelsur.es en una mañana atípica, los boquerones en Sevilla han llegado a costar 9 euros el kilo, cuando lo normal es que salga a 3. “Y la caella está a 5 euros cuando suele valer un euro y pico”, añade.

“Estamos trabajando al mínimo. No salen las cuentas”

El incremento inevitable y la falta de especies en los puestos ha provocado que muchas pescaderías hayan echado el cierre mientras otras opten por suplir el pescado fresco por el congelado para aguantar. Este viernes, la pescadería Ventura del mercado de abastos comunicaba a sus clientes por WhatsApp su decisión. “Después de pensarlo bastante me veo obligado a cesar la actividad de forma provisional. Los precios de la poca mercancía están desorbitados y no hay la variedad y calidad que quiero para vosotros”, sostiene.

Barcos amarrados en el muelle. MANU GARCÍA

Las únicas que siguen en pie lidian con las caras de asombro de los vecinos cuando ven el precio en sus carteles. No está en sus manos. “Esto es la pescadilla que se muerde la cola, vamos todos en línea”.

En esa posición es en la que se encontraban los barcos pesqueros en el muelle. El Guadalete mece la flota amarrada que permanece anclada esperando volver a navegar. “Un día normal esto estaría vacío. Estarían trabajando. Pero el combustible está excesivamente caro. Ellos gastan 1.000 litros al día, imagina el coste que tiene eso”, explica Francisco. El jerezano señala uno de los seis barcos visibles. “Este tiene el tanque lleno, 18.000 euros, y ahí está. Quería salir, pero le dijeron que le iban a meter fuego al barco si lo hacía”, cuenta.

Francisco durante la entrevista con lavozdelsur.es. MANU GARCÍA

Los pesqueros, con base en El Puerto, proceden de Barbate, Sanlúcar, Isla Cristina o Punta del Moral. A unos metros se divisan los barcos de pesca tradicional de trasmallo dedicados, sobre todo, al pescado de roca, como la dorada.

“Hoy hemos vendido unos 14.000 euros”

Mientras tanto, los mayoristas contabilizan las ventas de este viernes tras salir de la nave donde tienen los puestos. Hoy se ha notado menos movimiento de lo habitual. Aún así, algunos consiguen dar salida a sus productos. “Hoy hemos vendido unos 14.000 euros y hemos tenido 25 cajas de salmón y 60 de dorada, entre otros”, sostiene Manuel Asencio, gerente de ASENMAR Pescados y mariscos. En su mayoría, pescado de importación y de la cooperativa de Rota.

Manuel muestra con su móvil un vídeo del puesto del interior de la nave. “Ha habido menos pescado porque la situación es excepcional. Pero se está hablando de desabastecimiento y pescado hay. Evidentemente, en vez de haber 30 cajas de salmón, hay 20 o 10, pero sigue habiendo pescado y va a seguir habiendo”, señala mientras abre su almacén para mostrar las cajas de langostinos, gambas, pulpo o lenguado.  

Manuel Asencio muestra las imágenes de su puesto en su móvil. MANU GARCÍA

En su puesto hay oferta porque él mismo ha ido a recogerla. Se ha buscado las papas y se ha movilizado para sacar a flote su actividad. Una decisión que también han tomado otros compañeros. “Llevo cuatro días sin dormir, unas dos horas en el coche”, expresa el mayorista a punto de montarse en un coche para ir a Málaga. El domingo, vuelve a Madrid.

En los desplazamientos asegura que va respaldado con escoltas. “Es cuestión de buscarnos la vida. Hay mucho lío en las paradas, pero explicamos que no somos transportistas, somos pescaderos y no podemos quedarnos parados”. Normalmente, ASENMAR recurre a un tráiler para traer su mercancía junto a la de otros compañeros.

Un servicio que le cuesta 40 céntimos por cada caja de pescado. “Si tengo que mandar un coche con dos personas conduciendo hasta Madrid. que hay que echarle 100 euros cada 300 kilómetros para traer 800 kilos, el importe se eleva”, dice el gerente.

El gerente de ASENMAR Pescados y mariscos abre las puertas de su almacén. MANU GARCÍA

Manuel desprende impotencia por los ojos. Sabe que la mercancía perecedera se puede echar a perder. Para él, no es lo mismo un camión lleno de cámaras e impresoras que otro repleto de comida. Por ello, alza su voz para que esta situación acabe.

“La situación es excepcional, pero sigue habiendo pescado”

Pescaderos, mayoristas y otros trabajadores del sector afectados se mantienen unidos a la espera de que la tormenta amaine y la lonja vuelva a su cauce. De momento, los pescadores han suspendido el paro definitivo previsto para el próximo 21 de marzo por falta de consenso.

Por su parte, el Gobierno ha anunciado que tomará medidas enmarcadas en el Plan Nacional de Respuesta Impacto de la Guerra de Ucrania. Habrá que esperar a la reunión del Consejo de Ministros del 29 de marzo.