"Necesitaba encontrarme un poco a mí mismo". Algo más de medio año después de salir del pleno del Ayuntamiento de Jerez y de abandonar definitivamente la primera línea política, Carlos Pérez (Sevilla, 1980), tiene un nuevo alter ego artístico, Willy Covadonga. Una nueva vida más allá de sus ocupaciones políticas. Se autodefine como un "artista emergente criado entre calles de Sevilla, playas de Cádiz y vinos de Jerez".
Apasionado de la música desde niño, sus flirteos con la guitarra surgieron a los 20, influido por unos gustos eclécticos que iban de Led Zeppelin a Triana, de Pearl Jam a Los Planetas.
"El primer afiliado de Ciudadanos en la provincia de Cádiz", el hombre que impulsó a la formación naranja por estas tierras cuando todo esto era bipartidismo, es ahora un cantante y compositor indie. Un tipo que ha vuelto a su puesto de trabajo, como empleado de banca (en el BBVA), pero que mata el gusanillo artístico componiendo canciones que hablan de "amor y desamor".
Cuando las noches electorales se hacían en el modesto Bar Maruja, en Montealegre, y cuando nadie había oído hablar aún de una tal Inés Arrimadas en su tierra natal, Carlos Pérez ya estaba allí. Los naranjitos se basaban en la imagen de Albert Rivera en pelotas en un cartel electoral en Cataluña. Albert Boadella y otros intelectuales estaban detrás de la corriente y al calor de la nueva ola del centrismo se apuntaron todo tipo de advenedizos y Juan Marín. Venían a acabar con la vieja política, pero finalmente la vieja política los trituró.
Alerta spoiler: su aventura musical no se la toma demasiado en serio (por ahora), pero asegura que antes estará en el WiZink Center tocando con su banda que regresando a la primera línea política.
Con un grupo municipal de cuatro concejales, una de sus ediles llegó a ser diputada provincial, Pérez ejerció de cura en la boda civil de Arrimadas en Jerez y se erigió como un fenómeno de las proposiciones en espanglish en los plenos municipales —Jerez, ciudad bussiness friendly fue una de las más comentadas—. No fue suficiente. En mayo pasado, la formación naranja certificó su defunción. En Jerez, donde Pérez vive con su mujer y sus tres hijos, se pasó de casi 12.000 votos a apenas 2.000 en cuatro años. Un descalabro que le llevó a una desconexión total. Vuelta al surf, vuelta al skate. Y lanzamiento de su carrera musical. No es país para viejos. Surcó la ola hacia un reencuentro consigo mismo. "Después de tantos años en primera línea era bueno estar más al margen", dispara con media sonrisa.
(Ríe) Claro, en mi círculo más cercano esto no ha sido una sorpresa, porque sabían de esta inquietud, pero entiendo que fuera de él sí cause un poco de impacto, como dices. Son dos mundos completamente diferentes.
Willy Covadonga, como nombre artístico, procede de una canción experimental de los sevillanos Pony Bravo, Mangosta, donde apenas se menciona ese nombre que a Pérez le chifla desde hace años. "Siempre decía que si alguna vez hacía algo que tuviera que ver con el arte me pondría ese pseudónimo. Con los años, he tenido la oportunidad". Tras volver a su puesto de trabajo en julio pasado, "un trabajo anónimo que siempre me ha gustado mucho, por algo estudié Económicas, y que permite haber sacado tiempo para grabar este EP tan bonito". Civilización sumeria es el título de un disco bañado por dos mares, justo donde tiene hincado el ancla este sevillano y jerezano "por amor". Un EP donde, por cierto, también toca el guitarrista Jesús García Figueroa, que fue concejal de Ciudadanos en el pasado mandato en Jerez.
La nueva onda artística frente a la vieja política
Grabado en el estudio de Daniel Benítez, en la capital del sherry, el EP tiene ya dos sencillos circulando por las plataformas de streaming, Quiero ser tu perro fiel, que parte de una letra de Extremoduro donde Pérez habla de las "relaciones tóxicas", y Prefiero vivir, donde quizás también se encuentre algún mensaje indirecto sobre su paso por la política y el mundo de los partidos. "Con este proyecto no tengo grandes pretensiones, siendo sincero, pero en este primer mes con los temas en las plataformas, uno de ellos ha tenido 3.500 reproducciones, que quizás no es un gran número para lo que se mueve en la industria musical, pero para mí es muchísimo".
Es buena pregunta, ¿eh? Yo que la he conocido desde dentro... a mí me gusta la vida que no es política. Es un mundo muy complejo y es una selva llena de sinsabores. La política, como buena disciplina de la moral, es un arte noble, pero el problema es el concepto de política que tenemos hoy. Para los que no somos políticos profesionales, nos cuesta mucho vivir esa vida, esa política de partidismo y la política que hay actualmente en España. Así que me quedo con la vida musical, la vida de mi familia y la vida de mis amigos.
Ciudadanos en Jerez: "Éramos unos 'indies' de la política, no veníamos ni de movimientos vecinales"
Sí. Muchas veces nuestras propuestas han causado asombro y se nos veía como un bicho raro, tanto en la etapa primera con Mario (Rosado) como en la segunda con Jesús (García Figueroa), Manuel (Méndez) y Estefanía (Brazo). Éramos personas que no veníamos del mundo de la política, ni siquiera de movimientos vecinales que tuvieran que ver con los movimientos políticos y, totalmente, hemos sido unos indies de la política, unos independientes.
Fui el primer afiliado a Ciudadanos de la provincia de Cádiz, así que fíjate. Creo que han sido una serie de circunstancias: lo infiltrado que está el partidismo en este país, en los pueblos y ciudades, en asociaciones... y luego, pues, también una serie de malas decisiones que nos jugaron una mala pasada y que, además, la gente no ha sabido entender. Eso nos llevó a la desaparición en la que estamos ahora mismo.
"Las generales de 2019 fueron las que nos jugaron la peor pasada, la gente no nos tomó como algo útil"
No especialmente, aunque las elecciones de 2019 (terceros en las generales tras PSOE y PP, con 4,1 millones de votos, pero Rivera se negó a pactar con Pedro Sánchez) fueron las que nos jugaron la peor pasada porque la gente no nos tomó como algo útil. Ahí empezaron a dejar de votarnos y ocurrió lo que ha terminado ocurriendo.
Pero la vida es bonita y da siempre segundas, terceras y cuartas oportunidades, lo que pasa que hay que saber cogerlas y agarrarse a la vida con mucha fuerza. Me gusta probarlo todo, vivir la vida con pasión, e igual que viví con pasión esos inicios y el final de nuestro proyecto político, ahora mismo también estoy viviendo con pasión este proyecto musical y, seguramente, viviré con pasión muchas más cosas que me quedan por delante. En este caso, la música es terapia tanto para el artista como para la persona que la escucha.
Desde pequeño siempre he sido muy aficionado a la música. Yo con diez años me acostaba con El bulevar del Jazz, que es un programa que había en Canal Sur, que presentaba Javier Domínguez, y siempre he tenido esta espinita ahí; lo que pasa que a lo mejor la política no te deja tiempo mental para desarrollar una disciplina artística, porque eso son 24 horas con muchos problemas, y aparte ahora ya también soy más maduro. Siempre me ha gustado mucho escribir, tocar la guitarra, y ahora he tenido la oportunidad de que la vida me brinde esta oportunidad que me permite, además, mejorar como persona.
Tengo en general muy buenos recuerdos de esa etapa. He sido concejal, senador, coordinador provincial... he aprendido muchísimo y me ha hecho crecer mucho como persona. En este sentido, no olvidemos que se me criticó mucho porque yo no era de Jerez, soy de Sevilla, y vine a Jerez por amor, pero en esta etapa he podido conocer Jerez en profundidad de la mano de sus vecinos, comerciantes, artistas... Para mí, ha sido probablemente la mejor experiencia vivida, sobre todo a nivel local. Sí, es verdad que cuando miras a toro pasado, te da un poco de pena por la oportunidad perdida, no por mí, sino por lo que pudo ser el proyecto. Pero cuando una puerta se cierra, otra se abre. Y en este caso, si detrás de esa puerta hay una guitarra y una batería, pues yo encantado.
Aunque lo primero sea poco probable, es más probable que lo segundo (ríe). Como te digo, guardo muy buen recuerdo, pero ahora realmente estoy bastante desconectado del mundo de la política. Es bueno muchas veces que pase un tiempo para verlo todo en perspectiva y, oye, puede ser que en un futuro... Ahora mismo no es una cosa que tenga en mente, como sí tengo el tema del disco, que sin grandes pretensiones sí es un hobby al que quiero dedicar todo el tiempo que pueda.
Si en los próximos meses, o en los próximos años, a alguien le gusta el proyecto y me llama, o nos llama, para tocar en algún sitio... yo encantado. Para mí es algo alucinante que te escuchen hasta en otros países gracias a las oportunidades que te dan las plataformas actuales. Es una forma de que la gente que me ha conocido en política también conozca esta nueva etapa, así también es como se conoce a las personas.
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