“Ese es El Chumi, no era profesional pero iba cantando coplillas por los bares”. Manuel Rosillo señala un cuadro colgado en el local de la peña que homenajea a este portuense fallecido en 1975. El presidente de la Asociación Cultural Amigos de 'El Chumi' muestra la partida de nacimiento de este artista “humilde” que vive en el imaginario colectivo de El Puerto.
Él da nombre a esta peña nacida en 1982 que se acomodó en el antiguo matadero —después sede de la concejalía de Medio Ambiente— en 2015, donde comparte espacio con otras siete asociaciones más. “Ángel León nos dice que algunas noches la liamos”, ríe Manolo. Justo al lado se encuentra Aponiente, el famoso restaurante del chef de innumerables galardones.
Maestros de la convivencia y “ante todo, amigos”, 140 socios, adultos y niños, se han zampado más de una vez 30 kilos de pescado en el patio donde este miércoles resuenan unos acordes de guitarra. 35 personas de entre 70 y 90 años, junto a sus familias, se dejan llevar por los fandangos, soleás y seguidillas. Con los ojos cerrados o la mirada clavada en tres artistas, sienten, se estremecen y navegan entre recuerdos que alguna vez les arrebató el Alzhéimer.
Sé que poco a poco yo la voy perdiendo y para curarla no sé ni lo que haría.
Mujer, mujer, si me dejas solo yo que voy a hacer. Mujer mujer, no puedes olvidarte de mi querer.
Mujer mujer, recuerda los momentos de nuestro ayer.
Se escuchan las caricias de Agustín de la Fuente a la guitarra. “Quiero que, por lo menos, os llegue aquí, que este es el que manda”, dice el cantaor Jorge Rodríguez Ramírez, Wilo del Puerto, con su mano en el corazón mientras Carmen Morales, bailaora y profesora de baile flamenco, se prepara para elevar sus brazos al cielo.
Los rostros del grupo, que ha vivido la edad de oro del flamenco, lo dicen todo. Sus ojos brillan y sus manos tocan las palmas “Al compás por la memoria”. Así se denomina este proyecto presentado por la peña en colaboración con AFA Puerto, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer, que cobra vida por primera vez tras la aprobación unánime de la Federación Provincial de Peñas.
“Siempre intentamos buscar una finalidad, no quedarnos en hacer un recital al uso que ya programan las propias peñas”, comenta Nicolás Sosa, su presidente que llevó la iniciativa a Diputación de Cádiz. El objetivo, en este caso, es “despertar sus funciones cognitivas a través de los palos del flamenco, intentar que conecten con vivencias y con recuerdos”.
Así, Wilo, Carmen y Agustín tejen hilos invisibles entre la música que ofrecen y las emociones de su público. El cantaor ya había participado en algunas de las comidas solidarias que El Chumi ofrece a AFA, donde se percató que esta reunión podía convertirse en una iniciativa “muy bonita”. “Nos dimos cuenta que era tan emocionante lo que habíamos vivido esos días que lo presentamos”, explica Wilo, que recuerda un momento especial.
Su cante hizo reaccionar a una de las personas presentes aquella vez. “Una señora que llevaba dos años sin hablar, habló a su hija, le dijo, tápame que tengo frío. Le llegó la canción y sintió un escalofrío. Salimos todos llorando”, cuenta a lavozdelsur.es.
Lo busqué y no lo encontré, mi padre se había perdido, lo busqué y no lo encontré, mi padre se había perdido, lo busqué y no lo encontré, donde vino a aparecer, en donde había nacido. Recuerdos de su niñez.
El público no quita ojo al taconeo de Carmen Morales, que se cambia de vestuario mientras Wilo dedica unas letras que ha compuesto inspiradas en vivencias de amigos, familiares que sufren en sus carnes esta dura enfermedad. Su fandango refleja esos momentos en los que las personas con Alzhéimer se escapan y se desorientan en la calle. Casos de desapariciones que están a la orden del día.
El cantaor continúa con temas de Manolo Caracol, La Paquera o Rocío Jurado, que no resultan extraños al grupo. “Les canto lo que he escuchado en un aparato de música, pero ellos los han vivido en su niñez. Que mejor manera de refrescar la memoria que con el flamenco”, dice.
Una señora sigue el ritmo con su pie mientras que el arte va haciendo efecto, con su poder sanador que por instantes les hace disfrutar como nadie. “Tengo 89 años y que alegría me estáis dando”, exclama Joselito, que asegura que “hoy he gozado” al terminar el espectáculo.
Curarla que a mí ya no me conoce, por dios, curarla, su cabeza no responde.
A Wilo, su amor por el flamenco le viene de familia, su abuelo cantaba y él, desde pequeño, entonó sus primeros fandangos. Tras una temporada implicado en el negocio familiar, de cerrajería, volvió a las andadas y hace siete años retomó su pasión, esa que hoy ha logrado remover el corazón de enfermos y familiares.
María, jerezana del barrio de San Miguel, no puede contener las lágrimas de emoción. “Ay ay ay hasta los pies me ha llegado, nada más que me faltaba salir a dar dos patadas ahí”, dice sentada junto a Pepa, que con una sonrisa de oreja a oreja comparte que le ha encantado la experiencia.
“La música es el mejor de los recursos para trabajar con estas personas, despierta emociones, y, el flamenco es especial para la mayoría porque es algo con lo que han crecido”, explica Marta Vicenti Corrales, educadora social y directora de AFA, que destaca los beneficios del cante para estimularles.
Es difícil permanecer impasible ante Se nos rompió el amor, de Rocío Jurado, pero Marta asegura que “Antonio Machín y Lola Flores son los que más llegan, les gusta a personas de todas las épocas, de los años 40, 50, 60”. La magia de la música, alimento para el alma.
Otras actuaciones en la provincia de Cádiz
El día 21 de julio la Peña Flamenca José Mercé de Chipiona acogerá un recital con el mismo cartel: Wilo del Puerto, al cante; Agustín de la Fuente, al toque; y Carmen Morales, al baile.
Chiclana será la tercera cita de este ciclo el día 22 de julio. En este caso, de nuevo Wilo del Puerto, Agustín de la Fuente y Carmen Morales actuarán en la Peña Flamenca Chiclanera.
En Jerez de la Frontera, el 23 de septiembre, el proyecto llega a la Peña Flamenca Buena Gente. Allí actuarán al cante Selu del Puerto, al toque Jaime de la Isla y al baile María Fernández.
‘Al compás por la memoria’ cerrará su periplo en Espera el 7 de octubre, en la Asociación Cultural Aires de Espera, con la actuación de Kini de Jerez al cante, Manuel Heredia al toque y Saray Fernández al baile.
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