El único campo de lavanda de Andalucía: una pequeña Provenza en Carmona, sueño de un ingeniero cordobés

La finca Las Coronas se ha convertido en un modelo de diversificación agrícola y turismo de experiencias, con zonas únicas como una pradera de aromáticas, una plantación de aloe ecológico, un eucaliptal cítrico y un bosque de chopos en plena campiña de Carmona

Un grupo mira el atardecer en el campo de lavanda de Carmona.

A escasos diez kilómetros del monumental centro histórico de Carmona, donde esta semana se ha descubierto el vino más antiguo del mundo, procedente de una tumba familiar en plena calle Sevilla, y camino de Guadajoz, poco antes de llegar a la desembocadura del río Corbones en el Guadalquivir, se alza en una loma, rodeada de olivos y tierras de labor, una de las muchas fincas andaluzas que aún resisten en el vasto territorio de la capital de los Alcores, Las Coronas.

Hasta hace apenas quince años, las 200 hectáreas que la conforman, eran destinadas a cultivos tradicionales como el algodón, el trigo o la naranja. Cansado de la monotonía, su dueño, el cordobés Andrés López Raya, ingeniero agrónomo de profesión y CEO de Aloe Vera Las Coronas, decidió darle la vuelta al calcetín.

De Arabia a Carmona

"Gran parte de su vida la ha dedicado a la agricultura tradicional como ingeniero. Pero hace más de quince años descubrió en una feria de productos ecológicos en Alemania la cantidad de usos que tenía el aloe vera, más allá de su uso para la piel", cuenta Lola Cuaresma, mano derecha de López Raya y responsable de comunicación y experiencias en la empresa. En tierras teutonas, Andrés vio que esta planta, procedente de la Península Arábiga y documentada por primera vez alrededor del 1.500 a.C. en papiros egipcios, era además un alimento que se podía beber y comer, por lo que decidió cultivarlo. Tras este viaje se lanzó a elaborar productos de cosmética y de alimentación "y ahí empezó su proyecto", cuenta esta sevillana enamorada del campo. 

De hecho, las veinte hectáreas de aloe son 100% ecológicas y veganas certificadas, lo que garantiza un producto de alta calidad. La proximidad de la plantación al centro de transformación artesanal, dentro de la misma finca, permite que las hojas sean procesadas sin sufrir cambios de temperatura que puedan afectar su calidad. Un método que asegura productos finales superiores y proporciona a los visitantes la oportunidad de participar en el proceso de transformación, promoviendo un turismo de experiencias únicas. Y es que la gama de productos derivados del aloe vera cultivado en tierras carmonenses incluyen zumos, ginebra o limoncello con trocitos de estas pencas; pero también cosméticos como cremas, jabones o geles, entre otros, libres de tóxicos.

Los únicos en toda Andalucía

En su búsqueda por ofrecer algo diferente, el ingeniero cordobés continuó experimentando con otras especies originales como la lavanda, y "decidió buscar una especie que pudiera resistir el clima de Sevilla. Hizo el experimento y probó con el lavandin grosso, que es la variedad que tenemos cultivada. Y funcionó", explica Cuaresma. De hecho, es la única plantación de esta especie en toda Andalucía. 

Una botella de Veragin.  MAURI BUHIGAS
Lola Cuaresma, en la finca.  MAURI BUHIGAS

Esta pradera singular y su buena aclimatación al terreno, en gran parte gracias a los cuidados de los trabajadores de la finca, así como las buenas condiciones de la tierra y una buena reserva de agua -un pantano de 8 hectáreas único en la zona-, han traído consigo una experiencia única que ya se está convirtiendo en un clásico en la provincia de Sevilla durante la floración de estos arbustos aromáticos, y que sólo puede verse durante el mes de junio. La sensación de caminar entre los campos de lavanda, especialmente al atardecer, crea un ambiente similar al de la Provenza francesa, famosa por esta especie. Esta similitud transforma a este lugar en un destino atractivo para fotógrafos y amantes de la naturaleza, así como para autocaravaneros, que buscan en Las Coronas un lugar de descanso diferente a los áridos aparcamientos para estos vehículos.

Ver el ocaso sentado aquí se ha convertido en una actividad turística destacada, atrayendo visitantes casi a diario -procedentes, mayoritariamente de Andalucía Occidental- y recibiendo un feedback muy positivo. "La experiencia es inolvidable para la gente que viene. Muchos regresan cada año y actúan como promotores, trayendo nuevas personas", señala Cuaresma. La mayoría de las visitas se realizan entre semana y es común que lleguen estresados por su rutina diaria, "pero se marchan relajados gracias al efecto calmante de la lavanda y al contacto con la naturaleza", añade.

Lejos del mundanal ruido

Una de las artífices del éxito es Lola Cuaresma, quien desempeña un papel crucial en la finca, combinando su formación en Ciencias Empresariales con su vasta experiencia en comunicación para promover el turismo y diseñar experiencias únicas. "He trabajado y sigo trabajando desde hace 20 años en el entrenamiento y la formación en habilidades personales dentro de las empresas. He enseñado a muchas personas a comunicar dentro de su trabajo, a hablar en público y a hacer de la comunicación una herramienta potente para mostrar lo que hacen", resalta.

La aloe vera cultivada en Carmona.  MAURI BUHIGAS
Algunos de los productos de la finca.  MAURI BUHIGAS

Su trabajo está estrechamente vinculado a la promoción turística de Las Coronas, colaborando con Andrés para convertir el lugar en un sitio que invite a vivir sensaciones en la naturaleza. "Tengo un lado creativo muy acentuado que me ha permitido contribuir en el diseño de experiencias y dar forma a un proyecto turístico más organizado en la finca", expresa. Su carrera universitaria le proporciona las herramientas necesarias para planificar y organizar actividades con un enfoque empresarial. Además, su valía en habilidades personales le permite establecer una comunicación efectiva con los clientes y visitantes, actuando como guía y transmitiendo las experiencias de la finca de manera auténtica y atractiva: ”Ese es mi papel, principalmente, dar forma al proyecto turístico", indica.

Alemania quiere el aloe andaluz

Pero no todo es turismo o visitas. Es tal el proceso de profesionalización de este negocio familiar que el aloe que comenzara a plantarse hace casi dos décadas ha encontrado su lugar tanto en el mercado nacional como en el internacional. Según la encargada de Comunicación y Experiencias "actualmente es España nuestro principal cliente, prácticamente de todas las comunidades". Menciona que la clientela está bastante dispersa geográficamente en España, sin grandes diferencias entre el norte y el sur del país.

La entrada a Las Coronas.  MAURI BUHIGAS
La puesta de sol en la finca.  MAURI BUHIGAS

En el ámbito internacional, Cuaresma destaca que han tenido clientes puntuales, especialmente de la Unión Europea, pero uno entre ellos ha resaltado más: Alemania. “Los alemanes son los más interesados en nuestro producto. Y me explico. Pertenecemos a una plataforma llamada España Discovery, en la que personas que viajan en autocaravanas pueden parar en la finca y casi todos son alemanes". Además, la tienda online de la finca abre las puertas al mercado global, aunque actualmente la clientela sea principalmente nacional. Los visitantes que llegan a la finca pueden comprar productos en una pequeña tienda que, según ella, "está en proyecto de convertirse en una tienda de mayor envergadura”. Y esperan que ése sea el boom definitivo.

Una simbiosis perfecta

Turismo y Carmona son dos palabras que suelen ir unidas como fórmula de éxito. La relación entre este coqueto cortijo andaluz y la ciudad se ha fortalecido significativamente en los últimos años, especialmente con el aumento de la oferta turística. Lola destaca que "desde la Oficina de Turismo están al tanto de lo que ofrecemos al visitante y tienen, incluso, nuestros productos en su expositor. Siempre derivan a personas que se interesan por nuestro espacio”. Y hablamos de una oficina que, en plena temporada alta, registra más de 80.000 visitantes mensuales.

Entre lavandas.  MAURI BUHIGAS

Gracias a esta colaboración se ha implementado el sistema de calidad, superando cada etapa con éxito. De hecho acaban de recibir el último distintivo de calidad turística. “La finca aporta originalidad y diversidad, ofreciendo una experiencia única que atrae a muchos visitantes, quienes también descubren Carmona. Esta sinergia no solo beneficia a la finca, sino también al pueblo”, comenta. Y es que muchos visitantes hacen noche en Carmona y reciben recomendaciones de hoteles y restaurantes locales. "Creo que vamos contribuyendo a dar a conocer un pueblo tan estupendo gracias a los visitantes que recibimos", apostilla entre eucaliptos cítricos que aguardan un atardecer más.

Un futuro sostenible y ecológico

El horizonte de la empresa liderada por el ingeniero cordobés pinta bien. Tras la pandemia, La plantilla se ha centrado en mejorar y expandir los espacios naturales y las actividades ofrecidas a los visitantes. Esta sevillana licenciada en Empresariales sostiene que "hemos creado un nuevo bosque de chopos, que tiene no sólamente una función de espacio verde, sino de pulmón. Igualmente, queremos ofrecer actividades de relajación, yoga y meditaciones en otro bosque que ofrezca estas posibilidades", asevera. Además, se está construyendo un nuevo espacio dentro de la finca que incluirá un centro de interpretación del aloe, un aula para talleres y conferencias y una tienda más grande y cómoda para exponer productos de forma permanente.

Grupos de visitantes en la finca.  MAURI BUHIGAS
'Selfies' en la campiña de Carmona.  MAURI BUHIGAS

Paralelamente, Cuaresma menciona que se continuará desarrollando la línea farmacéutica, Aloeceuticals, lanzada en 2021: "Una línea de cosmética orgánica para el rostro, además de zumo de aloe vera, gel puro y otros alimentos. Queremos llegar a las farmacias con ingredientes naturales, con el aloe como principal componente", detalla. De hecho, este año han introducido un agua floral de lavanda y siguen explorando nuevas posibilidades para ampliar su gama de productos aprovechando la tierra. Y es que las ganas por seguir innovando no desfallecen aquí.

En definitiva, un lugar mágico que durante el mes de junio se tiñe de morado e inunda de fragancia los tórridos atardeceres de la campiña sevillana, pero que guarda en su interior un proyecto innovador de un visionario cordobés que quiso dejar a un lado el trigo y el algodón y apostar, como aquellos románticos ingleses del siglo XIX que surcaban Andalucía, por romper con los cánones establecidos. Del trigo al aloe en la tierra del vino más añejo jamás conocido. Una apuesta que le ha salido ganadora. Y todo este éxito nacional e internacional, alejado del mundanal ruido.