El día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres es un día marcado en el calendario de los que nos dedicamos al derecho penal. También marcado para aquellos que estamos comprometidos firmemente con la igualdad de hombres y mujeres. Y, sin embargo, pareciera mentira que todavía a día de hoy hay que aclarar o explicar algunas cuestiones a las que todavía nuestros textos normativos no llegan.
Imprescindible mencionar que no solo hablamos de delitos sexuales y contra la vida. Todo empieza mucho más abajo. Por ejemplo, con la recientemente aprobada prohibición en Murcia del lenguaje inclusivo en sus administraciones. O con la falta de medios que sufren algunos Juzgados y Tribunales para poder investigar los procedimientos por violencia de género.
El cumplimiento del Convenio de Estambul queda muy lejano si atendemos a nuestra normativa. Pero es que si salimos de nuestras fronteras es peor aún: ¡Turquía se ha retirado del Convenio de Estambul! Sonare como si España se retirara del Convenio de Madrid. Pero suena peor: suena a negación de esa violencia que sufren las mujeres por el mero hecho de ser mujeres.
Vivimos una época muy convulsa en el ámbito de la violencia de género y todavía vemos a quienes la niegan en el ámbito público. A quienes les duele que el Minotauro vista una camiseta rosa, ya que parece que ni siquiera se han parado a leer el mensaje que porta. Parece que lo que no les duele es lo que realmente nos debiera importar. Y justo por esa cuestión, días como el de hoy son más importantes que nunca.