#MissCatas. Fin de año: cocina y fiesta con cava.
En poquitos días llegaremos a la noche de fin de año, noche en la que desplegamos todas nuestras armas culinarias para sorprender a nuestra familia y amigos. Muchos de los que se encargan de la cena familiar… hasta se dejan un día de vacaciones para cogerse ese día, y así tener la mañana libre para cocinar siguiendo las recetas que llevan meses buscando.
En estos días compraremos toda clase de aperitivos pensando en toda esa gente que viene a casa a pasar la noche con nosotros: jamón, patés, marisco, quesos…. También repasaremos la receta elegida para nuestro plato principal, nos iremos a comprar todos los ingredientes con mucho cuidado para que no falte nada y no se nos ponga cuesta arriba la mañana del 31… Y todo porque repetir plato de otro año, ¡¡¡ni se plantea!!! Es una noche para disfrutar con la familia y amigos, y quieres que todo sea perfecto.
¿Y qué es otra cosa que tenemos que tener presente? ¡¡¡¡¡¡EL VINO!!!!!
Muchas personas emplean muchísimo tiempo y dedicación, y no es broma, a elegir y preparar esta cena para despedir el año, es un momento tradicionalmente especial. Pero a veces no damos importancia a la elección del vino, y creedme que si os digo, que si no marida bien con la comida elegida… no debe ser un desastre total, pero si lo elegimos a conciencia, puede hacer que la cena se transforme en espectacular.
Hay mil opciones dependiendo de los platos elegidos y si eres de Jerez como yo o simplemente te encantan los vinos de Jerez, podemos decir que la cosa se vuelve mucho más fácil.
Yo para este año os propongo armonizar la cena para despedir 2015 con cava.
Siempre se ha dejado el Cava para brindar al final de la noche, después de las campanadas, cuando ya hemos cambiado de año. Compramos el primero que vemos al pasar en el súper, metemos la botella en el frigo un ratito antes del postre porque antes no hay sitio, abrimos la botella haciendo que el tapón salga disparado, salpicamos el mantel y servimos tres en un tipo de copas y el resto en otro tipo… y después de todo esto tiramos las serpentinas y papelillos... y sólo le damos medio sorbo para que no dé mala suerte.
Yo os propongo disfrutar del cava durante la comida, armonizándolo tanto con los aperitivos como con el plato principal y el postre. Porque se puede.
Existe una gran variedad de cavas, entre los que podemos elegir para cada plato.
Dependiendo de la crianza, tenemos el Cava (9 meses de Crianza), Cava Reserva (a partir de 15 meses de crianza) y el Cava Gran Reserva (a partir de 15 meses de crianza). Dependiendo del contenido en azúcar tenemos (de menos a más contenido): Brut Nature, Brut, Extra Seco, Seco, Semiseco y Dulce. Y dependiendo de las uvas utilizadas para su elaboración, podrán ser blancos o rosados.
Partiendo de toda esta variedad y de todas las combinaciones posibles, tenemos una amplia gama donde elegir. Como sé que quedan pocos días para la cena, os dejo unas notas que os ayudarán a elegir el cava que mejor armonice con vuestro menú elegido:
Mientras cocinamos: Un Brut Nature Reserva bien fresquito.
Con platos grasos: Brut Nature y rosados Brut.
Con platos ácidos o amargos: Brut y Extra Seco.
Con platos dulces: Semiseco, Dulces o Rosaos Brut.
Con Platos suaves y ligeros: Cava Reserva.
Con platos potentes y especiados: Cava Gran Reserva.
Espero que os guste mi propuesta, y disfrutéis muchísimo de esta noche tan especial con la gente que más queréis, porque si no, ni el vino ni la cena se disfruta igual.
¡Ah! ¡¡Y Feliz Año Nuevo!! Bebe la vida, vive el vino.