Periódicamente -y especialmente desde 2005- sale a la palestra pública la cuestión de la presunta conversión al islam de Blas Infante a partir de su viaje a Marruecos en 1924. Ese año, Infante peregrinó en busca de la figura de Al Mutamid, el rey taifa poeta de Sevilla, destronado y deportado al Atlas en el siglo XI por los rigoristas almorávides de origen magrebí.
La cuestión que se plantea y se discute es si Infante -allí y entonces- se declaró o se hizo musulmán o no.
Del viaje de Infante a Marruecos se han ocupado Ortiz de Lanzagorta, Ruiz Lagos, José Antonio Lacomba o Enrique Iniesta, entre otros autores. Ninguno de estos afirma nada que pueda dar a lugar a confusión. Relatan -con mayor o menor detalle- los incidentes del viaje, la visión de Infante de la historia de Al Andalus y de su relación con Andalucía (tema de por sí ya bien polémico) o sus estudios y conocimientos específicos acerca del mundo árabe y el Islam… y ninguno dice nada de ninguna conversión religiosa al Islam; que es cuestión bien distinta a todas las anteriores y con obvias consecuencias y repercusiones de calado
Cabe suponer que Infante -aún con todas sus originalidades y excentricidades- por cultura y por sensatez sabía perfectamente que no era algo irrelevante lo que se plantea como irreversible una vez realizado (pues en el islam no cabe y aún se castiga la apostasía, es decir, la renuncia y el abandono religioso). Siendo un ejemplo de romántico librepensador heterodoxo, adepto a los puzles doctrinales y con prácticas bien cargadas de subjetividad individual, no se entiende bien como Infante estaría dispuesto a asumir gratuitamente limitaciones y restricciones severas y aun inconveniencias adicionales significativas, tanto para su compromiso político como para su autonomía y vida personal…. que serían inherentes a su hipotética adhesión a una nueva religión que en la práctica fungía tan coactiva como el catolicismo tridentino español que había dejado atrás en la Patria andaluza… pero eso es precisamente lo que afirman quienes dan por hecha la conversión al Islam (la 'shahada')
¿Cuál es entonces la fuente que extiende la noticia de esta pretendida conversión de tantas consecuencias políticas e ideológicas, por mucho que, según sus defensores, se mantuviera "oculta" por conveniencia o táctica?
El origen se encuentra en el artículo de Ali Manzano –actual dirigente de la organización 'Nación Andaluza'- publicado bajo el titulo "Blas infante y el Islam" en primer lugar en la página “Musulmanes Andaluces” y luego en otras tantas, donde tras una adecuada preparación y puesta en escena, se cita lo siguiente: "Muhammed Ali Cherif Kettani en su libro "Inbia’t al Islam fi Al-Andalus", escrito en lengua árabe, cuya traducción podría ser "el resurgimiento del Islam en Al-Andalus", editado por la Universidad de Islamabad en el año 1992, lo relata de la siguiente forma: 15 de Septiembre de 1924...hace la 'Shahada' en una pequeña mezquita de Agmhat, adoptando el nombre de Ahmad. Ibn Al-Arabi, el gran maestro sufi andalusí, dice que el significado de esta raíz (se refiere a la raíz del nombre Ahmad) "es poner en acto algo que estaba en potencia" (Antonio Medina), "Cervantes y el Islam", "Sus testigos del acto por el que se reconocía musulmán, fueron dos andalusíes nacidos en Marruecos y descendientes de moriscos: Omar Dukali y otro de la kabila de Beni-Al-Ahmar".
De este texto de Manzano, articulado en torno a este párrafo de Kettani como eje y culminación, se nutren los españolistas que critican a Infante.
Y a su vez, la única fuente de Manzano para basar su afirmación de conversión al Islam de Infante es el mentado Dr. Ali Kettani, en ese libro que le editan primero en Pakistán en 1992, luego en Beirut en 2005 y luego en Barcelona, en 2012 en una manifiestamente mejorable traducción al castellano que firma su hija Malika Kettani y en donde el párrafo en cuestión aparece así en sus páginas 281-282: "En el 15 de Septiembre de 1923 (errata, fue en 1924) en pleno auge de las guerras del Rif, Infante decidió realizar su deseado viaje a Marruecos (…) en compañía de un tal Vidal y Musa Ibn Abd el Mumen, un traductor musulmán originario de Orán. Al llegar a Agmat y visitar la tumba del príncipe andaluz le invadió un sentimiento de parada del tiempo y soñó, por un rato, con el olvido de los años de dolor (…) como si nunca hubiese existido la opresión del pueblo andaluz, ni la destrucción de su personalidad, religión, idioma, identidad, tierra, orgullo y honor; como si Castilla y la Iglesia lo hubieran dejado (de) existir. Conoció igualmente allí mismo a algunas personas andaluzas como Omar al Dukali y otro señor originario de Bani Ahmar. Infante anuncio su Islam y lloró de la magnitud del momento. Recibió de manos de sus dos amigos una dyelaba y un alfanje, unos regalos simbólicos que Infante guardo hasta sus últimos días".
El primero recuerda lo que hizo el Profeta Muhammad con Kaab Ibn Zuhair, que al regalarle su traje dijo: "El profeta no es sino una luz que se ilumina. Una espada desenvainada de Allah". El segundo regalo era un símbolo de la lucha a la que Infante se tenía que enfrentar con el fin de liberar Andalucía y recuperar la libertad del pueblo andaluz sacándolo de su perdición y recuperándolo para sus orígenes islámicos. Infante, tras convertirse al Islam, intentó renaudar el movimiento andaluz con los demás movimientos islámicos y árabes.
No hay en la versión en castellano proclamación de fe musulmana en mezquita alguna de Agmat ni acreditación del hecho más allá de las referencias al tal Omar al Dukali y al paisano de Bani Ahmar, que pasaron de inmediato a la penumbra sin dejar testimonio alguno, pero sí hay abundantes frases de Kettani puestas en la mente de Infante y el toque de color de la chilaba y el alfanje como regalos cargados de evidentes simbolismos...
Kettani, lo que plantea, es un acto de fe. Que se le crea porque lo dice y basta.
Kettani fue Ingeniero eminente, al parecer, y se le supone por ello a la fuerza riguroso. Pero en su faceta de activista islamista y propagandista musulmán, a la manera de un “misionero del Islam islamista en tierras de infieles” para entendernos, se manifiesta laxo hasta el extremo si de lo que se trata es de ganar adeptos al islam usando como pantalla protectora -mientras convenga- al nacionalismo andaluz, a Blas Infante y a quien encarte.
Lo de la conversión de Infante ya lo adelanta por ejemplo en la página 41 de su libro citado en su edición en castellano en Cataluña sin explicación alguna: “Luego apareció la figura de Blas Infante en el siglo XX, que abrazó el Islam y defendió la sociedad islámica (…) la vuelta del pueblo andalusí al islam como religión y al árabe como idioma con el fin de recuperar su personalidad completa”.
Y aún afirma que en 1921 –¡¡tres años antes de lo de Agmat!!- Infante publica un libro titulado “La Religión y la Moral” (¿?) en que se expresa el “amor de Infante a Allah, el Unico, Primero y Ultimo y su odio a todo lo que se pusiera entre Allah y el Hombre, sobre todo la Iglesia Católica, ya que dijo “El olor de los santos destruye el perfume de la verdad”. En esta ignota obra –según Kettani- “Infante saco a la luz todos los principios islámicos en los que creía y que había heredado de sus antepasados a lo largo de siglos de opresión, así como los había heredado igualmente la nación andaluza”
Su tesis es la permanencia de un “islam latente” u “oculto” entre los andaluces que sólo espera al aflojamiento de grilletes católicos –que no españoles- para emerger y restaurar Al Andalus. Y de ahí que no le importe afirmar que Mariana Pineda fue ejecutada por “alzar la bandera andaluza blanca y verde que representa el Al Andalus islámico” (pag. 268); que el joven Infante ya simpatizaba con el Islam mientras estaba matriculado en Derecho en Granada y que ya por entonces Infante empezó a pensar que la “identidad andaluza no es una identidad de raza o sangre sino de existencia y conocimiento y creó en la Uniicidad de Allah”. Así se explica que la revista “Andalucía” fuera en 1916 para Kettani órgano de expresión de los “centros islámicos” animados por Infante y no de los “centros andaluces” (pág. 277). [Por cierto, también afirma que el catalán Francesc Cambo participó en la Asamblea de Ronda… por no seguir].
Para entender la visión instrumental de Kettani acerca del nacionalismo andaluz véase como desarrollaba en 1996 su argumentación coherentemente reaccionaria: “El nacionalismo árabe se ha constituido como antiislámico, eso es algo claro, porque fue una creación de la inteligencia occidental en el seno del Imperio Otomano para acabar con la unidad de los musulmanes, con la Ummah, y que alentó́ los nacionalismos turco, árabe etc. Por el contrario, el nacionalismo andaluz no se puede entender sin la historia del islam. Jamás podrá́ concebirse "contra el Islam". Al contrario, el nacionalismo andaluz crea un ambiente que favorece el “dawa” (el reclutamiento religioso islámico), porque todos los símbolos que le caracterizan son islámicos.”. Cuando se refería a los andaluces, evidenciaba como se utilizaba lo “andalusí” como cobertura de lo islámico-islamista frente a lo nacionalmente andaluz y la Andalucía real: “¿Qué es el pueblo andaluz? o ¿Quienes somos los andaluces? Para mí, el pueblo andaluz son todos los ciudadanos musulmanes del Estado Español. Un musulmán de Cataluña será́ andalusí en el sentido islámico, pues no existen barreras en la Ummah”. Su concepción totalitaria de la Umma y el Régimen islamista se desarrollaban -quizá inadvertidamente- en la misma entrevista y allí se pueden encontrar por quienes tengan al respecto interés. [5]
Kettani, marroquí ligado como dirigente o miembro destacado a varias instituciones vinculadas de lo que hoy se conoce como Organización para la Cooperación Islámica y con excelentes relaciones en y con Arabia Saudí, Jordania, Pakistán, Malasia… en resumen, lo más granado de la reacción islámica internacional del momento, desarrolló intensas actividades sociopolíticas en Andalucía que objetivamente afectaron al curso del nacionalismo independentista andaluz de forma muy significativa durante los años 80 del siglo XX.
Desde la Yamaa Islámica de Al Andalus -que Kettani inspiro y sostuvo en todos los sentidos- en noviembre de 1985 se decidió crear como correa de transmisión política a la organización “Liberación Andaluza” (pag 357) a la que cargó con toda la ideología andalusí llena de incoherencias que había contribuido a hacer estallar al FAL y a marginalizar y esterilizar socialmente a lo que se presentaba desde sus inspiradores musulmanes como independentismo andaluz. Y una vez considerada innecesaria e incluso inconveniente para sus objetivos primarios de proselitismo religioso musulmán, los mismos que la formaron decidieron que Liberación Andaluza se disolviera en julio de 1989 (pag. 365).
Lo que no podía prever Kettani es que algún discípulo recalcitrante y empecinado lo llevara de nuevo indirectamente a primer plano -años después de su muerte- y cuando ya la presencia musulmana hacía tiempo que dejó de tener relación especial alguna con Andalucía o el nacionalismo andaluz; apostando en su implantación a la inmigración como fuente numérica y a la cohesión textil como forma de control sobre las mujeres de tradición musulmana y consecuente mecanismo de segregación y perpetuación comunitaria.
Una aportación involuntaria la suya a la clarificación de la historia del nacionalismo andaluz, a la que nos parece obligado contribuir.
NOTAS:
[1] Ali Manzano, “Blas Infante y el islam”. [Recomendamos encarecidamente su lectura detenida y atenta; su digestión reflexiva y la extracción critica de sus evidentes consecuencias políticas, plenamente actuales]
El texto, al parecer, fue publicado anteriormente como declaración orgánica de una organización musulmana hoy desaparecida en una página web que hoy ya no funciona. Quedan rastros al respecto.
He aquí -a continuación- alguno de los vínculos activos donde encontrar el texto para su consulta y lectura, en orden cronológico de publicación
https://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/85/Blas%20Infante%20y%20el%20Islam.htm
http://identidadandaluza.blogspot.com/2007/11/blas-infante-y-el-islam.html
http://alimanzano.blogspot.com/2014/03/blas-infante-y-el-islam.html
[2] Ver, a modo de selección españolista:
Gustavo Bueno, "Un musulmán va a ser reconocido en referéndum como “Padre de la Patria andaluza”
https://nodulo.org/ec/2007/n060p02.htm
Javier Torres, “Blas Infante, el padre de la ‘patria andaluza’ que se convirtió al islam y reivindicaba la vuelta de Al-Ándalus”
Iván Vélez, “En el 84º aniversario del muladí Ahmad Infante”
https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2020-08-14/ivan-velez-84-aniversario-muladi-ahmad-infante-91444/
“Vox alerta de que los musulmanes ya han rebautizado a Blas Infante como Ahmad Infante”
[3] Kettani, “The Rise of Islam in Andalusia”, Dar al Kotob Al Ilmiyah, Beirut, Líbano, 2005 (En árabe)
https://www.diasporaandalusi.org/wp-content/uploads/2021/09/el-resurgir-del-islam-en-al-andalus.pdf
[4] Dr. Ali Kettani, “El Resurgir del Islam en Al-Ándalus”, Abadia Editors, Barcelona, octubre, 2012, pags. 281-282
[5] El retorno del muecín: la voz nostálgica del regreso. Entrevista a Ali Ketani, realizada por Hashim I. Cabrera y publicada en Verde Islam, el Otoño de 1996. Incluye una parte del libro “El Resurgir del Islam en Al-Ándalus”. Le faltan los capítulos 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, Conclusión y anexos. En resumen, toda la historia de Andalucía desde el final de la Guerra de las Alpujarras; los moriscos, el nacimiento y desarrollo del nacionalismo andaluz y Blas Infante; la reimplantación musulmana; la Yamaa islámica de Al Andalus y los andalusíes actuales en el mundo árabe.
https://www.verislam.com/wp-content/uploads/2020/10/44971_138.pdf
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