Este último 31 de agosto se cumplían 50 años de la muerte de John Martin Feeney. Si decimos esto seguramente la gente no tenga ni pajolera de quien es este tío, pero si decimos que detrás de ese nombre tan común se esconde un señor llamado John Ford, la cosa cambia bastante…. o no, aunque a quien le guste mínimamente el cine o quien tenga un mínimo de cultura lo conocera supongo, al igual que todo conocerá a su inseparable amigo Marion Morrison, aunque este ya desvelare quien es más adelante.
Ford murió un 31 de agosto de 1973 a los 79 años en Palm Desert, California (EE.UU) y con él se murió uno de los últimos narradores primigenios del cine, uno de los últimos grandes cronistas de la América del principio y mediados del Siglo XX, el Walt Whitman del celuloide, John Ford nacido el 1 de febrero de 1894 en Maine (EEUU) hijo de inmigrantes irlandeses, país al que haría sendos homenajes en las extraordinarias El Hombre Tranquilo y en The Hangman House.
Empezó con su hermano Francis curiosamente como actor en películas mudas que el dirigía pero pronto se dio cuenta de que su verdadero camino estaba detrás de las cámaras, empezando con la perdida The Tornado al darle la oportunidad el productor alemán Carl Lemmle supuestamente porque sabía gritar muy bien , por aquella época empezó a dirigir con el nombre de Jack Ford como le llamaba su familia, de esta época hay tres películas que vale la pena mentar de esta época de Ford, El Caballo de Hierro, donde ya demostraba una poderosa fuerza como director tanto en lo visual como en la puesta de escena.
Esta sería una de las primeras superproducciones de Western de la época, era su primera película importante y a pesar de que no es la mejor de esta época demostraría su fuerte disciplina al dirigir y en ella ya marcaria el camino que tomaría en su carrera como director y asentando las principales características de su cine, con hombres decididos, leales y frecuentemente borrachos y también demostraría su fortaleza y independencia en sus personajes femeninos, dando ostias a diestro y siniestro a quienes le consideran misógino o machista ¿o acaso alguien diría que Mary Kate Dunaher, Maria Estuardo, Olivia Dandridge, Ellie Stoddard o la Dra Cartwright son víctimas de los hombres o simples comparsas de ellos?
Los personajes de Ford son profundamente individualistas y perseverantes en sus objetivos, no es fácil tumbarlos, como la misma esencia de América, la segunda película seria 3 hombres malos con George o Brian el actor fetiche de sus primeras producciones junto a Harry Carey, este western mezcla ya de forma habilidosa la comedia y el drama dándole ciertos toques de lo que se llamaría el llamado western crepuscular que directores como Sergio Leone, Clint Eastwood o Sam Peckinpah luego serian sus principales exponentes , pero demostrando ya una plena confianza en si mismo como director aunque por desgracia el fracaso de taquilla de esta, lo mantendría alejado bastantes años del género.
Y la tercera sería El doctor Arrowsmith una película atípica en su carrera donde ya demostraba una fuerte conciencia social, adaptando a un escritor de izquierdas como Sinclair Lewis donde un medico se dividia entre la investigación científica y lograr la cura de enfermedades encerrado en un laboratorio o el trato directo con los pacientes y intentar curarlos practicando una medicina más social, en esta película Ford se acerca al oficio con la curiosidad y tacto de un entomólogo (una de sus mayores frustraciones fue ser medico) demostrando su versatilidad en moverse de un genero a otro sin que se le empañen sus legendarias gafas.
La película fue censurada por el vomitivo Codigo Hays al mostrar un adulterio, esta película tendría mucho éxito y seria nominada a varios Oscar, al final de la década de los años 30 en 1939, llegaría su película mas emblemática de este periodo, recibiría el titulo de La Diligencia siendo esta un taquillazo, ganando dos oscar, su protagonista seria una tal Marion Morrison Robertson, que no era una chica y jamas se considero atractivo, conocido mundialmente por su nombre artístico que no es otro que John Wayne con el que haría una treintena películas y que seria su mejor amigo y también al que mas torturaba Ford en los rodajes entre gritos y descalificaciones, aunque era el director que mejor lo entendía y exprimía su talento junto a Howard Hawks.
Wayne para bien o para mal se convertiría en el símbolo de la masculinidad y de lo norteamericano y aunque muchas veces se les solía considerar a ambos ideológicamente afines, la realidad era que sus idearios estaban muy lejos de encontrarse, porque a pesar de que ambos eran fuertemente patriotas y amaban Estados Unidos con un amor casi infantil como un niño ama a su madre, pero Wayne era un ultraconservador acérrimo y público, que creía que estaba bien que los blancos se apropiaran de la tierra de los indios, apoyo la guerra de vietnam, devoto republicano, amigo de Ronald Reagan y de Richard Nixon y delator de la caza de brujas, es al fin de al cabo un hombre producto de su época.
De todas maneras no puede más que amar a Wayne pareciéndome uno de los mejores actores de la historia y un tipo con el que me hubiera ido a tomar una cerveza, pero los hechos son los hechos y como articulista no seria honesto, obviarlo y por extremo Ford, era un liberal rooseveltiano que apoyo a los republicanos en la guerra civil española, defendió a Mankiewicz cuando fue perseguido por Mccarthy y era un antirracista comprometido con los derechos civiles y en el ideal de Estados Unidos como paraíso de la libertad con igualdad a todos los seres humanos por encima de la raza y el credo, aunque su mal carácter me repelería a pasar toda una tarde con el, esa filosofía moral es algo que demuestra perfectamente en películas como El Sargento Negro y El Hombre Que Mato a Liberty Valance.
Ambas películas son sendas exploraciones de la virtud de la ética, la moral, el poder, la ley y la justicia en la primera el Teniente Cantrell (Jeffrey Wright) debe defender al Sargento Braxton (Woody Strode) un estoico sargento negro acusado de abusar de una mujer blanca, el Teniente del ejercito debe clarificar lo sucedido, el propio Cantrell no es especialmente favorable a los negros, pero cree en la ley y ve como se esta juzgando a un hombre de manera injusta no por los hechos que se le acusa sino por su color de piel viendo como el ejercito manipula los hechos de manera falaz, lo que hace que el personaje vaya evolucionando dándose cuenta del chiringuito de favores y prejuicios que hay en el ejercito siendo similar el personaje de Cantrell al de Daniel Kaffe que representaría Tom Cruise décadas después.
En la película nos muestra que el Ejercito a pesar de la jerarquía y de la obediencia, Ford nos dice que un ejercito no debe ser una masa de hombres sin corazón y que obedecen como animales entrenados, Ford nos explica que al igual que en el ejercito al igual que en cualquier institución humana, debe existir la discrepancia y nos dice que si un ejército que no es capaz de defender y juzgar a los suyos por igual como va a ser capaz de defender a todo una nación, esta idea esta presente en otras películas como Fort Apache una autentica parábola antimilitarista donde además es una de las primeras películas que da una imagen positiva de los nativos americanos, el mismo Ford fue un gran devoto del ejercito estando presente en La Segunda Guerra Mundial en la grabación de documentales como la mitica La Batalla de Midway.
La otra El Hombre que Mato a Liberty Valance es una autentica reflexión sobre el valor de la justicia, la importancia de como dicen los americanos de mantener el imperio de la ley por encima de todo, la pervivencia de la honradez y la honestidad en un mundo oscuro y violento, para esta película elegiría a tres grandiosos actores que representarían algo así como los tres primas diferentes de América, John Wayne con su Tom Doniphon representa la ley pero también representa la fuerza, la autoridad, el liderazgo, James Stewart el otro gran icono de Estados Unidos.
Pero mientras Wayne representaba la fuerza, el carisma, el hombre protector, Stewart que además era General de Brigada de la Fuerza Aérea, representaba al hombre bueno, amable, generoso, dialogante, el americano medio como luego seria su heredero espiritual Tom Hanks y todo esto es la síntesis de su Ransom Stoddard y el tercero era Lee Marvin, actor maravilloso pero también alcohólico y juerguista, veterano de La Segunda Guerra Mundial representa a un país también desencantado y deprimido después de la segunda guerra mundial, al veterano traumatizado y cínico que después de ver tanta muerte siente ante la vida un escepticismo y indiferencia hacia todo, este espíritu esta presente en su Liberty Valance al igual que esta presente en el Ethan Edwards de Centauros del Desierto.
La película trata sobre un candidato a Senador Ransom Stoddart, abogado hombre de leyes que después de ser atracado acaba en el pueblo de Shinebone, atemorizado por unos forajidos liderados por Liberty Valance un bandido violento, ordinario y amenazante, estando el pueblo defendido por su sheriff Tom Doniphon un hombre valiente, orgulloso radicalmente diferente a Stoddard, dialogante y pragmático además que ambos rivalizan por Hallie al estar los dos enamorados de ella, Stoddard será constantemente humillado por Valance, intentando este mantener la serenidad, la cabeza fría en todo momento bajo la mirada de Doniphon, pero Stoddard ira evolucionando poniendo lo que pondrá en cuestión su código ético y moral con un maravilloso final.
Pero su película mas controvertida, polémica, analizada y re-analizada llegaría en 1956 con Centauros del Desierto y donde John Wayne hace su personaje más polémico que es el de Ethan Edwards, héroe de guerra confederado, solitario, racista, arisco, mutilado emocionalmente, decide ir en busca de su sobrina (Natalie Wood) junto a su sobrino adoptivo Martin Pawley (Jeffrey Wright) que al principio rechaza pero luego se forman entre los dos, un vínculo indestructible que hará que el evolucione y madure, Centauros es una película profundamente nietzschiana, profundamente individualista, es una película sobre las consecuencias de una guerra.
En cierto sentido, Martin también es un renegado, mestizo criado en una familia blanca, sufre una crisis de identidad que le hace sentirse dividido entre las dos razas, esta confusión y estos prejuicios son una muestra del contexto de segregación racial y lucha de los derechos civiles en los años 50, esta película fue interpretada como un alegato racista y reaccionario siendo mas bien una reflexión del daño mental y físico que hace la soledad y la guerra en un ser humano, la guerra fue lo que deshumanizo a Ethan y será las secuelas de esa guerra la que le acompañara el resto de sus días hasta que muera, en uno de los mejores y mas tristes finales de la historia del cine.
No podríamos acabar este articulo sin hablar de El Hombre Tranquilo, una de las mejores películas de historia del cine, pocas películas vería una y cien mil veces, es tan bucólica, te transmite una sensación tan agradable, siente la odisea de Sean Thornton como la tuya propia, uno que es inmigrante puede empatizar rápidamente con su desarraigo, su intento de volver a las raíces, también uno desearía que ese lugar fuese la maravillosa Inisfree, extraordinariamente fotografiada por Winton C. Hoch, escrita por Frank Nugent, uno de sus íntimos e imprescindibles colaboradores, y además que algún dia un hombre se encuentre a una mujer con el carácter, belleza, fortaleza de Maureen O Hara aunque en esta película haya situaciones políticamente incorrectas, los que me lean sabrán que no soy amigo los tiempos pasados con ojos de hoy y que Mary Kate es un personajes lleno de matices, caprichosa, inteligente, con coraje, conveniente, enamorada, una mujer endurecida en mundo de hombres
La película es una exploración sobre el pasado, la culpa y los recuerdos, Sean Thornton huye del dolor de un pasado traumatico volviendo a sus raíces para sentirse otra vez humano, en mi experiencia familiar se bien lo que es eso llamado desarraigo, también el simbolismo de Blanca Navidad es muy fuerte porque es la tierra prometida, nuestra tierra, la que trabajamos y sobre la que construimos nuestras vidas, la defensa de la tradición en el mejor sentido de la palabra como en ¡Que Verde era mi Valle! o Las Uvas de la Ira tratan precisamente sobre esto, la defensa de nuestra tierra, de la propiedad individual, de tu trabajo, tu familia, de tu vida al fin de al cabo y sobre como los grandes monopolios arruinan y convierten el destino humano muchas veces en una inexorable fatalidad convirtiendo la vida en un autentico ejercicio de supervivencia.
Ford terminó su carrera con la crepuscular, excelente y feminista en el mejor sentido 7 Mujeres, con una gran Anne Bancroft como la Dra Cartwright dura, irascible, antipática pero superviviente y adelantada a su tiempo pero tambien Sue Lyon, Margaret Leighton, Anna Lee, Betty Field, Mildred Dunnock, Flora Robson formando entre ellas un vinculo mas allá de las ideologías y los géneros , Ford habla de ellas como personas en un mundo endurecido, sombrío y si también machista pero que demuestran que ellas son capaces de defenderse sin un hombre al lado, no por un cuestión de genero, sino por una cuestión de individualidad humana.
¿Que queda del espíritu de Ford, de Hawks, de Hathaway, que queda del espíritu de aquellos pioneros en la América Actual, en el mundo actual? Quiza nada, quizá se parece muchos mas a la América desmitificadora, solitaria y sucia del tambien maravilloso Eastwood, una América revisionista y compleja de estos últimos años, Trump, La Guerra de Irak, Bush, Crisis Económica, Obama, Ucrania, luchas sociales, Elon Musk, Amazon, Netflix, corrupción, falsos progresismos, falsos patriotismos, pandemias, tal vez estamos mas cerca de Ethan que de Ransom, quiza ahora el mundo sea Shibone pero Ford nos enseño que incluso en el momento mas oscuro de nuestras vidas siempre encontramos un objetivo, una llama que nos hace luchar, nunca rendirnos y pensar que el mundo puede ser complicado y sombrio pero que siempre hay personas dispuestas a luchar por el, que siempre habra Ransoms, Tom Joads, Sean Thorntons y que nuestro Inisfree todavía existe aunque sea una utopía.
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