Félix J. Palma se convierte en el primer protagonista de Autores del sur, una sección bimestral en la que se realizarán entrevistas a escritores andaluces. Palma debía ser el primero, no solo por su trayectoria internacional, sino también por su capacidad literaria. El escritor es mundialmente conocido por su trilogía victoriana: El mapa del tiempo, El mapa del cielo y El mapa del caos. En ella, el autor nacido en Salúcar de Barrameda despliega imaginación, arte y un estilo absolutamente absorbente.
Palma también es autor de otras obras como El vigilante de la salamandra, El menor espectáculo del mundo, Métodos de supervivencia, Las interioridades, Los arácnidos, Del amor y otras confusiones, La hormiga que quiso ser astronauta o Las corrientes oceánicas y de vuelta tras una gira internacional, se haya inmerso en la publicación de su nueva novela, que llegará a las librerías el mes de abril y que ha llevado a cabo a dos manos junto a María Fortea. En declaraciones a la Biblioteca de Selene, el autor ha asegurado que ha aprendido mucho de esta experiencia. En esta ocasión, el autor nos sorprende con una comedia romántica con un elemento fantástico.
Palma es un autor que utiliza un lenguaje elevado y que crea historias que, simplemente te dejan pegado al libro sin remedio. Para escribir sus libros, el escritor sigue un método que se articula en varios pasos. El primero ocurre de manera imprevista y es la llegada de la idea, que puede aparecer en cualquier momento. A partir de ahí, una especie de trailer de lo que será su novela (algunas escenas y acontecimientos que ocurrirán en la historia) aparece en su mente y comienza a trabajar en esa idea. Una vez hecho esto se documenta (bien a través de Internet o mediante libros especializados en el tema del que tratará su obra) y empieza a diseñar la trama. Hasta que no lo tiene todo planificado no empieza con la escritura en sí.
Como sus tramas suelen estar llenas de “trampas y vueltas de tuerca”, como él mismo dice, necesita tiempo para plantearlas. Luego escribe un primer borrador con todo lo que quiere contar, después un segundo que suele ser algo más corto y finalmente un tercero en el que se centra, principalmente, en pulir la escritura. En total, suele tardar en concluir sus novelas alrededor de un año, aunque cada uno de los mapas le llevó un año y medio. Habitualmente busca inspiración con otras ficciones, aunque no desmerece un buen paseo, pues las ideas, como él mismo ha reconocido aparecen cuando menos te lo esperas.
Tras conocer su método de trabajo, es inevitable no preguntarle a un autor tan aclamado como Félix J. Palma cómo empezó a escribir. Palma siempre supo que quería contar historias. Desde muy niño se dio cuenta que lo que él realmente quería hacer en la vida era despertar reacciones en los demás, por eso cuando veía películas con su familia, estaba más atento a lo que sentían sus padres y hermanos que al film en sí, soñando en ser él quien despertase esas reacciones, y lo ha conseguido de sobras. Con El vigilante de la salamandra se convirtió en escritor, por ello le tiene un especial cariño a este libro, y con El mapa del tiempo pasó a poder vivir de los derechos de sus libros, lo que marcó un antes y un después en su carrera.
Varios son los géneros que lee el autor gaditano, aunque su género favorito es el fantástico intenta leer de todo, adaptando sus lecturas al proyecto que tiene entre manos. Por ejemplo, ha empezado a escribir una novela policiaca y ahora lee mucho este género. En sus influencias, reconoce que siempre cita a Julio Cortázar, un descubrimiento crucial para él, puesto que el escritor argentino le ha enseñado todo lo que podía dar de sí el cuento, el lenguaje y el fantástico.
En 2015 descubrió la obra del francés Pierre Laitre, un escritor de novela negra que ha pasado a convertirse en uno de sus escritores favoritos. Además, el autor ha aprovechado nuestra entrevista para recomendarnos un clásico, se trata de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, una novela “muy completa e imprescindible que todo el mundo debería leer”.
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