Un avión para el Campo de Gibraltar

Ahora resulta que un tratado vuelve a poner encima de la mesa el uso compartido de un aeropuerto internacional. Nada nuevo

Captura de pantalla 2023 05 10 a las 17.39.38

Premio Rafael Viso 2022 y miembro de Marea Verde.

Aeropuerto de Gibraltar en una imagen reciente.
Aeropuerto de Gibraltar en una imagen reciente. JUAN CARLOS TORO

Un pequeño continente al Sur de Europa especialmente singular, con uno de los puertos más relevantes e imprescindibles del Mediterráneo, con flujos migratorios, económicos y movimientos transfronterizos esenciales para su desarrollo económico. Y con un territorio no autónomo en manos de Reino Unido, que incumple reiteradamente las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que no se pone de acuerdo con el Gobierno español para delimitar su territorio y acabar con una controversia de origen en el Tratado de Utrecht... ¡Qué suerte! 

Qué suerte que trescientos mil habitantes no podamos disfrutar de un tren que nos conecte territorialmente con nuestras ciudades vecinas, que tengamos una red ferroviaria decimonónica conformada con vagones que les sobra a los territorios empoderados y soberanos del Estado español que aprueban leyes de amnistía. La responsabilidad de esta bendita suerte está en el aire, de nosotros, la población, el pueblo de a pie del Campo de Gibraltar, o de los principales partidos políticos que nos representan en Madrid, una capital por la que todas las líneas de transporte deben pasar, y que aunque los algecireños y linenses lo intenten, se quedan a medio camino por mandatos legislativos que nunca se cumplen. Ya que no podemos ir en tren a Sevilla, Málaga o Cádiz, ¡por lo menos salir de Despeñaperros!, pero tampoco, sino que se lo digan al Alcalde-Senador que votó en contra de la línea Algeciras-Bobadilla para obedecer a las altas esferas de su signo parlamentario. 

Ahora resulta que un tratado vuelve a poner encima de la mesa el uso compartido de un aeropuerto internacional. Nada nuevo. El Campo de Gibraltar está de suerte, ¡Podremos usar un avión en aquel territorio inhóspito al que nadie ha venido, pero todos desprecian por titulares de prensa invadidos de xenofobia, narcotráfico, violencia e ignorancia!, en aquella zona del sur de Andalucía condenada a una fuerte precariedad laboral y con una de las peores calidades de vida de la Unión Europea. Las controversias de Gibraltar podrán ser arregladas, con diplomacia, negociación y respeto al Derecho Internacional público, pero, ¿qué pasará con los problemas del día a día de los habitantes del lado andaluz de la frontera? Muchas preguntas, pocas respuestas. El tratado pondrá fin a otros problemas, de ámbito internacional, pero no a otros que también nos preocupan. Tendremos un avión con vuelos nacionales, pero nuestras líneas ferroviarias seguirán igual, abandonadas y a la espera de inversión privada. 

Esperemos que el ansiado tratado, que regulará la situación de Gibraltar, permita dotarnos al Campo de Gibraltar de herramientas útiles y necesarias para empoderarnos como territorio y mejorar las vidas de cada uno de los habitantes de esta Bahía que tanto nos necesita. Que esta suerte nos llena de conciencia, de pueblo y de clase, como diría el andalucista Pepe Aumente.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído