Yo me considero abierta y explícitamente un cinéfilo consumado y obsesivo, me como lo mejor del cine y lo peor también, aunque tampoco quiera decir que de vez en cuando acabe vomitando o me dé un chungo de alguna mierda que veo, pero la mayoría de las veces suelo ser benévolo, una película es el esfuerzo de mucha gente al fin de al cabo más allá de la calidad de su guión o de sus interpretaciones es un poco injusto criticar una película pero hay películas y películas.
Ciertamente en estos últimos años he asistido a algunas veces una carencia máxima de imaginación y refritos, películas hechas por franquicias como Marvel. DC o Star Wars habiendo honrosas excepciones como el colosal díptico del Batman de Nolan, sin desmerecer a las otras, extraordinarias también especialmente Batman Returns o la torturada Batman y Robin mucho mejor que The Dark Knight Rises. Eso, o la coopoliana Liga de la Justicia del infravalorado Zack Snyder o la entretenidísima, divertidísima y macarra saga de Los Guardianes de la Galaxia de James Gunn, hay bastante otras pero no proseguiré porque este artículo se haría muy largo y este tema merece un tratamiento más profundo
Por consiguiente a pesar de este retorcimiento y explotamiento de estas películas todavía hay cabida un cine poderoso, entretenido y con un profundo sello de autor lo vemos en directores como Paul Thomas Anderson, Christopher Nolan, Alejandro Amenabar, Tim Burton, Wes Anderson (no es santo de mi devoción pero reconozco su osadía artística), Spike Lee, Sofia Coopola, James Gray, Kevin Smith, Quentin Tarantino, Ben Affleck, Olivia Wilde, Ruben Ostlund, Chloe Zhao o Denis Villeneuve.
Eso sin dejar de lado a directores de animación como Andrew Stanton. Son algunos ejemplos en un momento como el actual con la huelga de guionistas y actores que se está llevando a cabo desde hace meses que está obligando a la industria del cine norteamericano a reformular sus reglas bastante desiguales, especialmente con los guionistas, los más maltratados de la industria, las eternas coristas del salón.
Por eso en este momento, las películas mas resonantes de este año han sido Oppenheimer y Barbie (estando a la espera de las obras maestras de Scorsese y Scott), estas dos películas con argumentos originales además de un brutal éxito de taquilla han sido un grandioso éxito de marketing con el slogan de Barbenheimer. Tal vez el más original de los últimos tiempos, lo que significa que todavía hay vida más alla de Harvey Weinstein y Miramax, y de plataformas de pago como HBO, Netflix y Amazon, porque productoras como A24 o Blumhouse son la prueba fehaciente que producir directores arriesgados y transgresores como Jordan Peele o Ari Aster además de ser independientes son rentables.
No espero que haya un resurgimiento del grandioso (y mitificado) Nuevo Hollywood, especialmente porque estos directores pertenecen a una generación que a pesar de los vaivenes de la industria y que al igual que los directores de los años 70 estos tienen una gran ambición, no viven de una manera tan kamikaze sus carreras, ni padecen el síndrome de Rimbaud.
Tampoco creen que el talento a cierta edad se extinga, lo cual hace que sean mas constantes siendo igualmente arriesgados pero sin cocaína ni LSD por medio. Está habiendo una autentica renovación del cine norteamericano aunque algunas veces la perspectiva algunos la consideren woke o políticamente correcta, yo personalmente no lo creo. Por esta regla de tres, deberíamos considerar que películas como Encuentros En La Tercera Fase es una película feminista radical por que habla de una mujer madre soltera que busca a su hijo y de un hombre que busca a los extraterrestres abandonando a su familia ante su incomprensión, o que El Padrino es un alegato del poder heteropatriarcal porque trata sobre una familia constituida casi por hombres que cometen actos criminales silenciando a las mujeres que tienen a su alrededor.
Así, Haz lo que Debas es un fabula igualitaria sobre lo opresión de los blancos hacia los negros, básicamente me parece una gilipollez cosificar asi las películas, porque casi siempre son muchas complejas y tienen muchas matices como para escribir unas pocas líneas, esa es la simplicidad del ideario woke.
Este absurdo lo vemos en la nueva película de Jim Caviezel magnifico actor católico y derechas (lo cual me parece irrelevante, cada uno es libre de pensar y tener la creencia que quiera) Sound of Freedom que trata sobre algo tan injusto y horrible como el trafico de niños y que ha sido controvertida simplemente porque sus productores y el protagonista real son cristianos devotos, simplemente por eso ha sido objetivo de una fortísima polémica en las redes sociales (también hay que decir que paradójicamente uno de los productores de la película ha sido arrestado por el delito que condena la película).
Lo grave es que los medios relacionan este hecho con la película como si la película apoyara el trafico de niños y es propaganda de extrema derecha, cuando el argumento trata sobre un hombre que lucha precisamente contra eso, bueno lo dejo por que hasta yo mismo me estoy cortocircuitando al escribirlo.
Por otro lado está el cine patrio, que a lo largos de estos años ha avanzado en calidad (aunque jamás ha dejado de tenerla) de una manera sorprendente a pesar de la infrafinanciación y indiferencia de nuestros políticos de una ideología o otra, creo que firmemente estamos viviendo una nueva edad de oro del cine español en cuanto a talento y taquilla.
Directores como Alberto Rodriguez, Daniel Monzón, Rodrigo Sorogoyen, Carlos Vermut, Carla Simón, Isabel Coixet, Gracia Querejeta, Arantxa Echevarria o por supuesto Juan Antonio Bayona o Daniel Sanchez Arevalo son directores con una profunda visión de autor aunque tambien es cierto que para que estos directores hagan sus películas en España (excepto Bayona).
Hay otra categoría de directores que se dedican hacer un cine más comercial (entendiendo comercial por los niveles de taquilla) que triunfa entre el público muchas tienen la marca Ozores registrada (no lo digo peyorativamente, a mi me encantan sus comedias) conocidas como comedias populares. Algunas son cutres, llena de clichés y rancias ellas solas como Villaviciosa de al lado o Señor dame paciencia aunque otras sí intentan hacer una verdadera definición de personajes como Es por tu bien de Carlos Theron, 3 Bodas de Mas de Javier Ruiz Caldera, 8 apellidos vascos del veterano Emilio Martinez Lazaro o todas las películas del lúcido, cachondo e incorrecto Borja Cobeaga creador de auténticos bombas de incorreción como la serie de Vaya Semanita o Fe de Etarras.
Estas representan una patada en los huevos de la España de quedar bien sin contar mi espera de cada nueva película de Alex de la Iglesia y recordando que tengo que ver 80 monedas. Pero la evolución más sorprendente del cine español actual es la de Santiago Segura pasando de la perversión pura y dura de Evilio digna de Ruggero Deodato y Jesús Franco al humor blanco nuclear de Padre no hay más que Uno, digna del Adam Sandler más familiar (su cameo en Sígueme el rollo no tiene desperdicio) como si esa también fuera la propia evolución de la sociedad española. Como si José Luis Torrente hubiera dejado el barrio y hubiera querido ser una persona normal, como si el ¿hacemos una pajillas? hubiéramos pasados al propicios días.
Con esto no quiero decir que me parezca malo, pienso en Kevin Smith y Jersey Girl, pero a Santiago Segura siempre le ha pasado lo mismo: ve un filón y lo explota hasta la saciedad, solo que en Torrente cabía la creatividad, el sarcasmo, el humor negro y macarra, en la saga de Padre... intenta hacer todas las combinaciones posibles a velocidad de vértigo, pero las tramas cansan y aburren. Son buenas feel good movies, pero Santiago no es Richard Curtis.
Siempre he opinado que Santi tiene talento y que en Sin Rodeos y en la primera de Padre.. por ejemplo demostraba un director capaz de salirse de lo habitual . Santi debería reflexionar y volver a ser el actor y cineasta de raza que es y salirse de su zona de confort aunque no sea con suS amiguetes lo ha demostrado en Muertos de Risa, El Dia de la Bestia o El Gran Vazquez y demostrar a la gente que sabe hacer lgo más que hacer camisetas de sus películas o ser víctima de las trastadas de sus hijas.