En el momento en que se escriben estas líneas (sobre las cinco y veinte de la tarde del miércoles 10 de enero) todavía no se sabe qué va a pasar con los decretos que el Gobierno tiene que convalidar urgentemente para que las medidas que llevan no decaigan o no se pongan en marcha. A ver, lo normal sería esperar a ver qué ocurre, si finalmente Podemos (que ya ha empezado a dar síes parciales... leído a las cinco y media) y Junts tumban con su negativa las propuestas del Gobierno... Pero no. No vamos a esperar, y no lo vamos a hacer por una sencilla razón: no es el caso.
Se preveía una legislatura complicada para el Gobierno de coalición PSOE-Sumar, ya que necesita ni más ni menos que del apoyo (vale, se acepta alguna abstención de vez en cuando) de las siete fuerzas que lo sostienen desde fuera. Eso es mucho. Poner de acuerdo a nueve personas ya es complicado, así que poner de acuerdo a nueve grupos de personas (los siete más los dos que gobiernan), pues imagínense... Por eso este artículo no va de 'qué', de qué se aprueba, sino de 'cómo', cómo se hace.
En el periodismo tradicional, lo que había que publicar, lo 'mollar' era el 'qué': qué ha ocurrido, qué está pasando, qué se aprueba, qué consecuencias tiene... pero ahora, debido a la particular configuración del Congreso de los Diputados y la necesidad permanente de que tantas fuerzas políticas tengan que dar su apoyo al Gobierno, o visto al revés, que el Gobierno tenga que conseguir forzosamente tantos apoyos a su gestión con ese menudeo... En definitiva, todo esto hace que, efectivamente, el interés de la noticia se esté, digamos, deslizando y el titular sea en mayor medida el 'cómo' se ha conseguido algo (y los peajes que conlleva) que el hecho en sí, que pasa a tener un interés limitado frente al 'contorsionismo político' (vamos a ser benévolos) al que se ve obligado el Gobierno.
Es obvio que así no se puede estar cuatro años, que no va a haber quien lo aguante. Ni el propio Gobierno ni la ciudadanía. Ya ven lo que está pasando a la primera de importancia que se ve en el Congreso (son las seis y se confirma que de las votaciones de Junts y Podemos a los decretos sale una especie de 1X2 en cuanto a los decretos, es decir, uno sí, otro no y un empate), lo que viene siendo un sinvivir para el Gobierno, unas sonrisas para Podemos y, abiertamente, unas risas para los diputados de Junts. Y hasta la próxima...