Jerez tiene un 'hub'. Bien. Perfecto. No todo el mundo puede presumir de tener uno. Yo no tengo... y claro, lo noto. Ese come-come tenía que responder a algo. Al 'hub'. Nah, en serio. Tengo un amigo, a la sazón precisamente natural de Jerez de la Fra, que siempre bromea cada vez que oye la palabra 'hub'. O al menos eso creo, que lo mismo va en serio. "¿Eso qué es?", dice casi por sistema, una pregunta con un falso punto informativo, a la que le respondo habitualmente algo como: "un 'hub' es... cómo te diría, verás... un 'hub' es un 'hub', eso". Tautología de tomo y lomo.
"Vale... ¿Y qué es un 'hub'? Ahora Jerez tiene uno", tengo que escuchar un rato después, ya con cierto punto provocador. Veo que la tautología, no ha surtido efecto. En realidad nunca lo surte, a no ser que estemos hablando de una madre en los años 70 (en los 80 fueron perdiendo cierto poder, al menos el tautológico) y de aquellos "porque sí" o "porque lo digo yo" que, por entonces, despejaban cualquier duda antes de dar paso al silencio. Claro que esas madres llevaban una vida relativamente sencilla. De entrada no tenían que andar respondiendo qué es o deja de ser un 'hub', Y menos uno aeronáutico, como el de Jerez.
Total, que al final siempre me animo y respondo de nuevo, ya en clave un tanto autosuficiente, que crear un 'hub' es algo así como expresar la voluntad política y económica de tener algo que, en realidad, no tienes, pero que con una serie de ayudas y si se dan las circunstancias precisas, puedes acabar teniendo. Eso por lo que se refiere al 'hub' de Jerez, claro, que por ahí hay sus buenos 'hubs' de tomo y lomo, auténticos centros que generan ecosistemas empresariales que piensan en 'glocal' (bonita palabreja a partir de global y local), una definición más al uso. Un 'hub' embrionario, el de Jerez. Pequeño, recién parido, casi después de veinte años hablando de la industria aeronáutica y acabar trayendo cuatro cosas. Claro, que antes no había 'hubs' o si tenías un 'hub' vivías perfectamente sin saberlo. Y sin que te lo preguntaran.