El gobierno del Ayuntamiento de Jerez ha convocado un pleno municipal a las siete de la mañana. El viernes. El tema es una modificación de crédito que se ve que no puede esperar no ya días, sino horas... o que la agenda del viernes de los munícipes está muy cargada, tan cargada como el café que se va a tener que tomar alguno para que no le bailen las cifras del asunto a tratar.
Estaría bien que alguno de los concejales acudiera en batín o en bata, a elegir. Personalmente, no lo recomiendo, pero no por mantener un mínimo de decoro del cargo y ese tipo de cosas, qué va, sino por el frío que hace en el salón de plenos. Ahora, la concejala o el concejal –fuera prejuicios– que tenga una buena bata de guata, ay, amigos, eso ya es otra cosa.
Tampoco hay que descartar que algún concejal –o concejala, otro prejuicio fuera– decida afeitarse en el transcurso de la sesión. Una eléctrica es la opción más práctica, desde luego, pero muy lejos de la estética y el glamour que aporta la navaja y jabón... que ya puestos estupendos, alguien podría llamar al barbero para que vaya al salón de plenos con lo que antes se llamaba 'recado de afeitar' y, hala, así el prócer puede intervenir mientras le afeitan, en plan Marcelo Mastroianni, pero sin sulfurarse con los rivales políticos, que la navaja está ahí.
Incluso puede que algún edil, vaya de empalme. Que son fechas en las que de eso que sales y te lías y te vuelves a liar, como los peces bebiendo en el río, pero tú acodado en la barra... y al final, pues eso, unas risas.
Da gusto ver al Ayuntamiento de Jerez siempre a la vanguardia. ¿Qué será lo siguiente? ¿Para cuándo un pleno a las cinco de la mañana? ¿O a las cuatro? Lo dejamos para mayo, para la Feria... Pleno, churros y a dormir. O porción de coco, pleno y a dormir. Más feriante, dónde va a parar...