Las sesiones plenarias del Ayuntamiento de Jerez son míticas, épicas, icónicas... todos los adjetivos esdrújulos favoritos del mundo influencer para hablar de –ya saben ustedes– un vestido cursi, un hotel enano, unas gambas al ajillo. Pero esos esdrújulos vienen totalmente a cuento en Jerez cuando se habla del coraje de sus munícipes. Los plenos son sesiones de auténtica supervivencia en las que los concejales, las concejalas, ponen en serio riesgo sus vidas con tal de ganar la contienda dialéctica que les enfrenta ferozmente a sus adversarios.
Horas y horas, metidos en el salón de la calle Consistorio. Mañana, tarde y casi casi noche. Nuestros icónicos concejales pasan, claro, un hambre atroz; sufren unos bostezos épicos, de los de mandíbula desencajada, unas tiritonas míticas los meses de invierno... todo con tal de servir a la ciudadanía que ha depositado su confianza en ellos y a la que no pueden fallar. Lo que haga falta. El tiempo que haga falta.
Ese aguante, esa resistencia extrema, es sabido que ha llamado la atención de algunos de los principales cuerpos militares y servicios de inteligencia del mundo, de los Navy Seal, del Mossad, de la Legión Francesa... o de la Yakuza japonesa, que el hampa también está al corriente. Todos ellos 'pinchan' los plenos para verlos por el circuito de televisión intentando desentrañar los secretos del debate, de la resistencia en el debate. Eso sí, mientras, vuelan los desayunos a base de huevos fritos, echan un tronco de leña a la chimenea, luego van segundos desayunos a base de zurrapa de lomo, salen a respirar, a continuación tapas con reconstituyentes huevas aliñás, echan otro tronco a la chimenea, almuerzan berza, se turnan para dar una cabezadita en la siesta, meriendan, salen a respirar y, si se tercia, vuelve a caer alguna tapa antes de la cena, en este caso de chicharrones. Todo ello regado con vino de Jerez, por supuesto. Ya ven que, salvo los huevos fritos matutinos, el menú es bastante jerezano, ya que creen que la alimentación algo tiene que ver con la resistencia de nuestros concejales. Pero no. Ni así descubren el secreto.
Hay que descubrirse. Nos vamos recordando que en Cuatro están pasando la docuserie Bribones, del jerezano Jesús Sotomayor. El personal bucea, hace barranquismo, alpinismo, espeleología... no sé si hay tiempo para nuevas grabaciones en las que los participantes se dieran una vuelta por el salón de plenos de Jerez y se enteraran de lo que es bueno. Eso sí que sería aventura...