Al PP le ha dado por la canción de Patti Smith 'People have the power', todo un himno de 1988 a favor del título, de que el poder le pertenece a la gente. Desde hace como un año, el PP la pone en numerosos actos de partido, incluso electorales, y lo hace de manera recurrente. Cada vez más. Vaya, que a quien sea del PP, le gusta. Normal, es un temazo.
Pues he aquí que el tema –entendiendo ahora como tal el hecho, no la canción– está trayendo cola porque hay gente de la izquierda, tanto en medios como en redes sociales, a la que no le gusta la identificación del PP con esta canción y que considera que se está produciendo una apropiación cultural, o algo parecido, por parte de la derecha española. Este cronista también piensa que 'People...' es una canción que se puede considerar de izquierda. El poder es de la gente y, en consecuencia, no es del dinero, ni tampoco de los políticos, pero... Las cosas no siempre tienen que ser cómo parecen. A la misma Patti Smith, en este mundo simple y 'etiquetado' que nos ha tocado vivir, hoy se la considera la abuela del punk, pero al principio no fue así, al menos no tan así: a muchos de los primeros punkis les parecía más bien hippie. De hecho, los Sex Pistols, por ejemplo, se cachondearon bastante de ella cuando sacó 'Horses', uno de sus discos clave.
Punkis, hippies... eso hoy no le interesa a nadie. Batallitas del abuelo. El caso es que la izquierda no ve su uso por el PP porque se da el caso de que, al parecer, la canción sonó con la caída del Muro y ha vuelto a sonar relacionada con Gaza. Es lo que viene siendo un himno. A este cronista le da que hay una cierta izquierda a la que lo que le produce el asunto es pelusilla, eso va a ser. "¿Por qué no suena en nuestros actos este temazo?", seguro que se pregunta más de uno. Personalmente, creo que es porque estamos en tiempos de resignificación, palabreja que debe ser muy woke. El PP va y resignifica 'People...', que ya digo que tampoco habla de barricadas ni banderas rojas ni nada parecido, mientras, ¿la izquierda qué hace? Pues resignificar y corear la palabra 'Zorra' a ritmo de electropop sobadísimo. En esas estamos. Y claro, todo no puede ser...