A la llegada del PP al Gobierno de Cádiz capital se encontró con duras connotaciones económicas que dificultaron no sólo su desarrollo, sino su estabilidad. Aun cuando yo venía de 12 años atrás y viví el Gobierno del PSOE desde 1979 a 1995, como concejal de la oposición, la ciudad necesitaba no sólo expandirse en proyectos, sino poder hacer frente a un gasto económico que por la limitación de sus ingresos y tasas no podía reciclar ni adelantar en ese avance para hacer de Cádiz una realidad.
En el primer examen, nos encontramos con una deuda de más de 8.000 millones de pesetas, que el entonces Gobierno de Carlos Diaz nos dejaba en herencia, cantidad que en promesa electoral dijimos que para poder combatir las carencias había que estar al día con proveedores y deudores, ya que sin ello nadie nos abría las puertas, pues por aquel entonces ya no nos fiaban ni un candado.
Por eso, el equipo socialista encontró una salida que fue un caramelo amargo, vendiendo los antiguos SMAES para convertirlos en dos empresas, una con un capital social del 100% municipal que se denominaría Aguas de Cádiz, S.A., y que viviría de sus propias tasas y otra, que para aplicar la normativa del sector eléctrico se iba a llamar Eléctrica de Cádiz, S.A., donde el capital público era mayoría y aproximadamente un 55%.
Para construir esta mercantil eléctrica hubo que pedir un préstamo sindicado, el cual se lo fue abonando así mismo la propia empresa de electricidad y donde el montante conseguido por aquel entonces, sirvió para quitar del Banco de Crédito Local parte de la deuda existente del Ayuntamiento y poder endeudarnos para proyectos que hoy guardan realidad y que el actual gobierno de ‘Kichi’ no ha sabido ni conservarlos ni ampliarlos para mejoras de los gaditanos, queriendo recordar aquí que la deuda del Banco de Crédito Local, el entonces gobierno de Felipe González la condonó a todos los Ayuntamientos, pero eso ya Cádiz lo había abonado y no se pudo resarcir de aquellos 8.000 millones que nos hubiesen venido como anillo al dedo.
Eléctrica de Cádiz fue pagando poco a poco aquel préstamo donde también sin poner nada a cambio se beneficiaba ENDESA y UNICAJA., los otros dos socios que hoy ante las perspectivas tan funestas de la Comercializadora Eléctrica de Cadiz, S.A. y por esa mala gestión de aficionados de asesores y asesoras a manipular unos beneficios que se creyeron que eran de ellos, están estos socios pendientes de un hilo para que se amplíe capital y entonces estaremos vendidos a ENDESA que será quien se lleve la gallina de los huevos de oro.
Pero, dicho esto, aquel equipo de gobierno en el que desempeñé el papel de Teniente de Alcalde de Hacienda, consiguió del Gobierno de Aznar, en 1998, una adicción económica por el denominado tratamiento especial por la singular insularidad que tiene Cádiz, que dio lugar a que anualmente y aun hoy seguimos percibiendo una media de aproximadamente 40 millones de euros para poder tener en la actualidad ese presupuesto de más de 175 millones de euros, los cuales, junto a la PIE, vienen a favorecernos en una mejor inyección económica para las arcas municipales.
Se han hecho miles de proyectos en los 20 años de gobierno del PP y se ha transformado una ciudad donde dividida en dos antes del soterramiento, ha visto como las luces y cómo aquellos terrenos ociosos de Astilleros se iban convirtiendo en residencias de gaditanos y en mejores plazas, equipamientos y mayores servicios, porque cada calle nueva o plaza que se abría, suponía un mayor coste de todo un continente económico.
Como también tuvimos sombras, el Gobierno de Rodriguez Zapatero, en el 2008 no sólo no mandaba ni el importe presupuestario establecido, sino que nos hurtó hasta 42 millones de euros, dejándonos empantanados en muchos pagos, pero la ciudadanía ajena creyó que no era problema de ella y miraba para otro lado y recuerdo cómo haciendo las veces de pedigüeño, diariamente frecuentaba entidades financieras para pedir préstamos para el pago de nóminas, impuestos, seguridad social y Hacienda., algo primordial y puntual porque sin ello no nos daban un euro. Nunca sabrá Rodríguez Zapatero el daño que por su mala gestión le hizo a Cádiz, mientras hoy se reparte con Maduro discursos y demagogias, donde tendrá grandes comisiones.
Pero pese a ello, salimos adelante y dejamos una ciudad en auténtico despegue, donde se construyeron más de 10.000 plazas de aparcamientos y donde los servicios sociales y las carencias de los más vulnerables fueron tratadas con cariño y auxiliadas por el Ayuntamiento, lo que fue entendido por esos asalta caminos de la izquierda radical para engañar a los ciudadanos y dejarles ver que ya nuestro tiempo había pasado, sin saber y sin decir que hoy a los ocho años de gobernar en minoría y aliado con el PSOE este nefasto alcalde de la entonces PODEMOS y anticapitalista, se marcha y huye porque la ciudad está destrozada, desilusionada, sin conservar nada de lo hecho, pliegos de limpieza y autobuses incapaces de renovar y un sinfín de promesas falsas que hoy corren por las alcantarillas de Cádiz.
Es verdad que el tiempo pone a cada uno en su sitio y a ese equipo que lideró Teófila Martínez y en el que tuve el honor de trabajar como Primer Teniente de Alcalde, los ciudadanos ya piden a voces que vuelvan personas como aquellas que entregaron su piel en favor de un Cádiz que en el momento que baje el censo de 100.000 habitantes que es la cuantía límite para esa ayuda económica que viene con la PIE, entraremos en el abismo y posiblemente seamos una ciudad de mayores sin perspectivas y económicamente débil, donde su horizonte no se le verá el color.