Este muerto está muy vivo

Radio Marca Cádiz

Los jugadores del Cádiz, tras el último triunfo ante el Athletic de Bilbao.

Para los que peinan más canas no, esto no es una crítica cinematográfica de la película de los 90. No sorprenderé a nadie si digo que hablo del Cádiz CF. Sí, el Cádiz, ese equipo que muchos daban por descendido en pleno mes de octubre y que se ha ido a un nuevo parón de selecciones fuera de esos puestos. No piensen que por una victoria en su último partido da para que saquemos pecho los más optimistas. El camino será largo y muy duro, pero creo que hay que mirar la situación con más perspectiva.

El equipo amarillo no se ha caracterizado en sus más de cien años de historia por ser uno de los asiduos en la máxima categoría de nuestra liga. Durante muchos años fue un equipo ascensor y estuvo, lamentablemente, más tiempo en segunda y segunda B que en primera división. Digo todo esto porque muchas veces olvidamos de donde venimos y cuál es nuestro pasado. Pero es normal, que el equipo en las últimas temporadas no parase de dar alegrías a sus aficionados, (abandono de la categoría de bronce, paso fulminante por la de plata y mantenimiento en primera igualando su mejor clasificación de su historia) hace que todo lo que no sea algo grande parezca un fracaso.

Con esto no quiero decir que la entidad esté fuera de toda crítica. Tampoco que cada vez que no le guste al aficionado un partido o cualquier situación no muestre su enfado. Solo digo que esta plantilla, y sobre todo su cuerpo técnico, merecen toda nuestra confianza y apoyo para lograr el objetivo, que no es otro que mantenerse en la categoría. 

Estamos en noviembre, queda mucha liga, vendrán de nuevo malos momentos y ahí es cuando hará más falta la unión de todo el cadismo. Solo así se podrá lograr el objetivo, paciencia y disfruten de una categoría que no siempre ha sido la nuestra.

 

Archivado en: