Estamos abducidos por nuestro día a día, intentando incluso separar residuos, comprar en proximidad, reducir el consumo de carne. Pero nuestro modesto compromiso (imprescindible por otra parte) parece ser que no está teniendo la suficiente repercusión en las cifras globales que nos demuestran el deterioro del planeta.
Quizás porque no solo (ni tal vez principalmente) dependa de nuestro individual compromiso. Los resultados del Global Carbon Budget 2022 son desesperanzadores. El informe explica que las emisiones de carbono se mantienen al alza, y que, de seguir así, nos llevará a un incremento en la temperatura media global hasta sobrepasar el límite de 1,5 ºC en solo 9 años. Este límite es significativo porque indica que el cambio climático va a alcanzar, en una sola década, una etapa muy destructiva e irreversible
Qué es lo que dice el portavoz de la ONU: "Las consecuencias del cambio climático son irreversibles".
Algo así afirma el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático* (IPCC, por sus siglas en inglés) cuyas conclusiones son que el calentamiento global cambiará el mundo en las próximas décadas tras examinar más de 14.000 artículos científicos.
Según los autores, las emisiones continuas de gases de efecto invernadero podrían quebrar un límite clave de la temperatura global (1,5%?) en poco más de una década.
También creen que "no es posible descartar" una subida del nivel del mar que se acerque a los 2 metros a finales de este siglo.
Un poco a cuadros se nos quedan los ojos. Parece como si nuestro modesto pero imprescindible compromiso con un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente (insisto: el reciclaje, la separación de residuos, la compra en el comercio cercano, la renuncia a los procesados y a un consumo excesivo de carne…) no fueran sino un debil y apagado rescoldo entresacado del poderoso incendio que alimentan gobiernos, multinacionales e industrias. A los que les importan un bledo el futuro del planeta, a los que les importan un bledo las futuras generaciones. Su único norte es el beneficio sin escrúpulos. Siempre un norte extraordinariamente lucrativo para ellos.
Y es que quizás, ciertamente, no depende solo de nuestro individual compromiso (insisto, imprescindible en todo caso). Parece por el contrario que va a ser necesario, imprescindible, el compromiso y la acción colectiva, para ser capaces de servir de contrapeso y lograr doblegar intereses tóxicos que como una ola debemos arrasar (con perdón, pero es la realidad)
Pero esto va de ficción climática. El Panel Intergubernamental de Expertos del cambio Climático, nos alerta de una subida del nivel del mar de dos metros.
Ya vengo diciendo que esta situación es contemplada por la Ciencia Ficción. Ya he presentado aquí la imprescindible Las Torres del olvido.
Y hay muchas otras. Pero quiero una excelente novela de Kim Stanley Robinson que aborda maravillosamente las consecuencias de la subida del nivel del mar en un sitio tan sensible como Nueva York.
Veréis, Robinson ha escrito una multipremiada obra en la que aborda la terraformación de Marte, que contiene un trasfondo ecológico que nuestro autor comparte al cien por cien en la mayoría de sus trabajos
Esa sensibilidad se manifiesta en la mayoría de su obra. Si hablamos del desborde los mares, no podéis dejar de leer su novela Nueva York 2140.
Para quienes les guste la aventura y las situaciones que parecen insuperables. Pero no. Os lo advierto, aquí lo importante va a ser la solidaridad y el apoyo mutuo en las situaciones más difíciles.
No sé cómo recomendarla. Buscadla.