El IBEX en Bolsa ha terminado tranquilo. No parece anticipar turbulencias, como suele ocurrir después de las elecciones generales.
La mayoría de influencers —la presidenta del Banco Santander, analistas de fondos y mercados financieros, prensa salmón, diarios internacionales— desean una 'gran coalición' PSOE-Ciudadanos.
Un pequeño cambio con respecto a los años del Partido Popular (2012-2018, salvo el periodo después de la moción de censura). Una legislatura de reformas económicas 'dinamizadoras de las inversiones' y con más 'derechos sociales' para las minorías. La estabilidad se refuerza con variaciones parciales.
Pero este pacto es poco probable porque, ante el previsible derrumbe e/o implosión del PP, Ciudadanos aspirará a ser el centro-derecha sustituto. Y armará mucho jaleo.
Es previsible un gobierno del PSOE en solitario con pactos diversos. Tendremos ministros técnicos férreos y ortodoxos combinados con políticas de gasto público que aterrarán a los más conservadores.
Las élites no van a permitir un gobierno de coalición PSOE-Podemos, así que los próximos días, patronales y fundaciones constitucionalistas nos recordarán "lo que nos jugamos" y la "incertidumbre económica" que vivimos.
Ojalá, en la nueva legislatura se abra el debate sobre la necesidad de políticas de pleno empleo, la crítica a los criterios fiscales de la Eurozona y la renovación de nuestras infraestructuras. Si el nuevo Gobierno quiere, aun con el peso de quienes no se presentan a las elecciones, podría avanzarse mucho.
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