Me he decidido a escribir unas líneas sobre una problemática que conozco desde dentro y que actualmente está en todos los medios de comunicación de la Bahía. Como trabajador de la industrial auxiliar durante más de 20 años, me gustaría ofrecer un punto de vista desde el epicentro de este conflicto laboral que sacude nuestra tierra.
Pongámonos en situación: el jueves pasado, día 13 de agosto, se decide en asamblea ir al puente Carranza a golpear el quitamiedos para pedir carga de trabajo, pues en menos de 2 meses más de 1.200 trabajadores de la empresa auxiliar irán desfilando e ingresando en las listas del paro. Al final, de manera espontánea se invade la calzada y se corta la circulación durante dos horas. Al volver para Astilleros, a las puertas de los tornos, en asamblea se decide parar el día completo.
Al día siguiente, se despide a 10 trabajadores, entre ellos a los dos cabecillas de las asambleas que se han estado dando durante las últimas semanas dentro del astillero, a modo de represalia por lo acontecido el jueves.
La consecuencia, una huelga indefinida que a día de hoy aún sigue en las factorías de Puerto Real y San Fernando.
Analicemos todas las partes implicadas en este conflicto.
CTM (coordinadora trabajadores del metal) surgió hace unos 7 años y se conforma como sindicato no hace más de 5 meses; la gran mayoría de la plantilla auxiliar ve en estos el único colectivo, sindicato... que está plantando cara en los últimos años para exigir que se cumpla el convenio y pedir carga de trabajo, la cual en este astillero es intermitente, con grandes picos y valles continuados durante décadas.
Manuel y Jesús, portavoces de esta coordinadora, despedidos el pasado viernes y acampados en los aparcamientos del astillero desde el pasado lunes para exigir soluciones para la escasa carga de trabajo, cumplimiento del convenio y readmisión por un despido hecho como escarnio. A nivel profesional son buenos operarios, trabajan duro y son responsables para con sus funciones.
Subcontrata Nervión, empresa en la cual prestaban sus servicios estos dos operarios, se justifica aduciendo que su salida estaba programada por el descenso de la producción de los proyectos. Esta empresa actualmente tiene en astilleros la plantilla mas extensa de las auxiliares que prestan sus servicios en Navantia y participa en tres proyectos diferentes.
Comité de empresa de la plantilla Navantia Puerto Real, presidenta Margarita Fornet, puesta a dedo para sustituir Antonio Noria.
Dirección de Navantia, funcionarios encargados de gestionar la factoría.
Al lío, Nervión despide a 10 empleados el día siguiente de las movilizaciones del puente Carranza, entre ellos a los dos representantes de la coordinadora. Se prende la llama. Comunican que no es una represión, que estaba programado, el delegado de ésta insiste que no ha recibido presiones por parte de Navantia. Supongamos por un momento que es así (de todos es conocido las listas negras de Navantia). Esto denotaría entonces por parte de esta empresa una total torpeza. Saben perfectamente que estos trabajadores están encabezando todas las asambleas que se están dando dentro de astilleros, de hecho los llama a filas semanas antes de esta movilización para que cesen estas, y con muy buenas palabras les comunican que ellos están en la lista de los “elegidos”, de los que van a salir de los últimos pero que callen.
El lunes se convoca una asamblea en la puerta de astilleros, a la cual están convocados los medios, el despido de estos compañeros ha corrido como la pólvora durante el fin de semana por las redes sociales. En la asamblea se decide parar y hacer una manifestación por todo el polígono acabando en los aparcamientos de dirección. Durante la entrevista a los medios se escuchan gritos de huelga indefinida u readmisión, estos gritos van a más, hay miradas, entre ellos saben que eso no estaba programado, no había intención de parar la producción más tiempo, lo someten a votación y todos levantan sus brazos. Se ha liado del todo, pienso.
Al día siguiente, se realiza nueva asamblea en los tornos para volver a votar esta opción, pues entendían que no estaba toda la plantilla a la hora en la que se atendió a los medios el día anterior, vuelven a votar huelga indefinida. La empresa auxiliar decide apartarse, cree que ha hecho todo lo que estaba en sus manos y espera a que intervenga quien debería de intervenir en estos momentos ante un conflicto laboral, el comité. Y vaya si interviene, mejor se podía haber quedado callada, pues lejos de mediar, acusa de este parón a la subcontrata Nervión por tener intereses ocultos y estar detrás de estas reivindicaciones, y acusa a los trabajadores de la auxiliar de ser poco menos que unos gamberros salvajes.
Margarita, Margarita te has llenado de gloria. Lejos de calmar los ánimos, echa más leña al fuego. Un represente sindical, por mucha inquina que le tenga a los representantes de la CTM, debe medir más las palabras y no parecer estas que viene del mismísimo presidente de la Femca (patronal de las industrias auxiliares), y no de una defensora de los derechos del trabajador. Al día siguiente en la asamblea, y como era de esperar, vuelve a salir el seguir con la huelga indefinida, y eso que se da otra opción: entrar y seguir con las protestas desde dentro, pero al grito de Margarita Dimisión. Hay ganas de seguir para adelante, aún a sabiendas de que pronto llegarán las amenazas de los empresarios y los despidos. Por acortar, miércoles y jueves se sigue con la huelga, ahí están las imágenes de las votaciones libres y sin coacciones como quiere dar a entender la patronal a los medios para criminalizar las movilizaciones y a los promotores de estas.
Una reflexión que me gustaría compartir: flaco favor nos hacemos todos queriendo minimizar lo que está ocurriendo en los astilleros de San Fernando y Puerto Real, reduciendo todo al capricho de unos pocos. Más bien estos, bajo mi punto de vista, son víctimas, pues al ponerle cara al desencanto de los trabajadores de la auxiliar, a cada asamblea que los compañeros deciden seguir parando, más piedras se les arroja a estos dos compañeros encima, pues cuando todo esto pase, estos dos buenos profesionales no podrán entrar a trabajar en toda la Bahía por poner voz a una rabia que viene de décadas, pues nunca ha habido intención de la dirección de Navantia de meter más que la carga justa de trabajo para justificar que el segundo astillero mas grande de Europa no eche el cierre.
Siempre apelando a la limosna de los gobiernos de turno, pero incapaz, ya sea por desidia o incompetencia, de poder adjudicarse nuevos proyectos que devuelvan a la comarca ser referente a nivel mundial en la construcción naval, off-shore o lo que se quiera construir. Aquí lo único que se pretende con este parón es visualizar un problema endémico de la zona de difícil solución con la actual dirección de Navantia, de cuyos tejemanejes a la hora de asignar los paquetes a las subcontratas mejor ni entro, y cuya desidia y presuntas corruptelas condenan a los trabajadores de la auxiliar a emigrar cada muy poco lejos de sus familias.
Ese caldo de cultivo, junto a unos sindicatos mayoritarios en los que la clase trabajadora hace ya tiempo dejó de creer, por verse desamparados y solos en momentos como el que estamos viviendo con estas movilizaciones, y una pandemia que no asegura que podamos irnos a trabajar fuera como siempre ha ocurrido cuando la faena ha bajado, nos lleva a este callejón sin salida en el que tod@s perdemos. Aunque como siempre es la clase obrera la que se lleva la peor parte, criminalizada por la patronal, insultada por aquellos que deberían de estar defendiéndolos e ignoradas por las empresas en las que trabajamos. Nadie en cuatro días ha sido capaz de bajar al lodo y preguntar a ese 90% de la plantilla que realiza el trabajo mas sucio dentro del astillero, ¿qué os ocurre?
Un trabajador de la industria auxiliar de los astilleros de la Bahía de Cádiz que prefiere mantener el anonimato por razones obvias.