Carta a Andalucía Inclusiva

Valentín Sola, presidente de la confederación Andalucía Inclusiva, junto al socialista Rodrigo Sánchez Haro. FOTO: ANDALUCÍA INCLUSIVA.

Ante las palabras de Yolanda Carrasco, de Andalucía Inclusiva, argumentando que la Asociación de Personas con Discapacidad La Calesa no tiene estructura adecuada para ser perceptora de subvenciones públicas, yo vengo a responder lo siguiente:

Las subvenciones públicas son concedidas, habitualmente, a entidades que carecen de fondos para desarrollar determinados programas, y no, desde luego, a las que disponen de fondos para desarrollarlos. Es, junto con los impuestos, que las financian, una medida correctora de desequilibrios, un instrumento de distribución de rentas en favor de una mayor igualdad.

Si a lo que se refiere la señora Yolanda Carrasco es que la Asociación de Personas con Discapacidad La Calesa es no es capaz de ejecutar programas, le digo:

La Asociación La Calesa ha sido capaz de ejecutar programas desde hace 40 años y hasta sin dinero. Y sin dinero, actualmente y desde hace años, está ejecutando un programa de yoga impartido a 40 personas a la semana, y otro de quiromasaje del que se beneficia cinco personas a la semana, además de haber organizado este año muchos talleres de salud, como taller de Gestión de Emociones, taller de Nutrición Sana y Responsable... Constancia de todo ello queda reflejada en los boletines de Fegadi, a la vista de todo el movimiento de personas con discapacidad de la provincia de Cádiz.

Entonces, ¿qué autoridad tiene esta señora para decir lo que dice? ¿Cómo puede Andalucía Inclusiva permitir a esta señora que se exprese con tanta falsedad? 

Cuando la Asociación de Personas con Discapacidad La Calesa decidió acudir a la Convocatoria de Subvenciones con carácter competitivo y cargo al 0,7 IRPF de la Junta de Andalucía, Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, es porque queríamos desarrollar un programa denominado SERVICIO DE DESPLAZAMIENTO PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA, contando con una persona contratada para ello, pues ya disponíamos de una furgoneta adatada con Plataforma Hidráulica de Elevación para el acceso de silla de ruedas. Pedimos el Programa para 12 meses a tiempo completo, por un importe de 17.897 euros, si bien la Junta de Andalucía nos concedió sólo 9 meses y a tiempo parcial, con un importe de 6400 euros.

Textualmente, según como fue redactado en su memoria, “La finalidad del Proyecto es hacer posible los desplazamientos de los/as socios/as de la Asociación, constituida por personas con movilidad reducida y usuarias de silla de ruedas, para su participación social en todo aquello que sea de su interés; y concretamente permitir la participación de este colectivo en los diferentes programas y servicios que se ofrecen en (la) Asociación, orientados a la integración social: formación, ocio y tiempo libre” 

Las actividades realizadas por la Asociación La Calesa en la ejecución de este proyecto, para lo que ha sido imprescindible contar con el conductor, son:

  1. Participación de las personas con movilidad reducida en nuestros Programas y talleres, desarrollados en nuestra Sede.
  2. Participación de estas mismas personas en la Convivencia de Feria. 

  3. Participación de los miembros de la Junta Directiva de la Asociación en los diferentes Órganos de gobierno y participación de FEGADI COCEMFE, federación provincial a la que pertenece, como asistencia a Asambleas, Juntas Rectora, Comisiones Comarcales, etc.
  4. Participación en la concentración en la Bahía de Cádiz, convocada por FEGADI COCEMFE, contra el no cumplimiento de la eliminación de todas las barreras arquitectónicas en el Estado Español, tal y como disponía la Ley. En ese momento conducía la furgoneta una persona voluntaria.
  5. Participación de mujeres con discapacidad, socias de la Asociación la Calesa que, a su vez, son socias de la Asociación Gaditana para la Promoción de la Mujer con Discapacidad LUNA, representando sus propias necesidades y demandas como colectivo que sufre una doble discriminación, la de género y la de su diversidad funcional, en las reuniones a que eran convocadas por la Fundación Municipal de la Mujer en Cádiz capital, ya que la Asociación LUNA forma parte del Grupo Motor para la redacción del I Convenio Municipal contra la Violencia de Género en la Ciudad de Cádiz.
  6. Participación de 4 personas, 2 de ellas con movilidad muy reducida, en el I Congreso Nacional sobre Pasado Presente y Futuro de las Organizaciones de la Discapacidad, convocado por COCEMFE y celebrado en Málaga en Abril de 2018.
  7. Llevada y traída en alguna ocasión a la Trabajadora Social de la Asociación LUNA, desde Arcos de la Frontera, donde vivía, porque en alguna ocasión ella no tenía otro medio y era también una mujer con discapacidad severa.
  8. Traslados de personas con discapacidad con fines privados, como llevar a una persona a una segunda casa de vacaciones para pasar el verano, o llevar a otra a algún reconocimiento médico que tenían programado, o trasladar a Chiclana en varias ocasiones a una pareja de personas, ambas con movilidad reducida, a una estancia de varios días a un Hotel, o ayudar a alguien a hacer la compra, etc.

¿Cómo entonces que no estamos cumpliendo los fines para los que se concedió la subvención?

Aquí el único problema que existe es el protocolo diseñado por Andalucía Inclusiva para las justificaciones, ya que por fuerza quiere que las entidades ejecutantes justifiquemos todo al 100% antes de soltar que ella transfiera los fondos a la Cuenta Única de cada Entidad ejecutante, creada exclusivamente para ello. ¿Por qué? 

En algunas ocasiones son las propias administraciones públicas las que exigen la ejecución del proyecto antes de estregar la subvención, pero esta vez no es así. La Junta de Andalucía, al igual que el Estado Español hasta el año pasado, ha puesto el dinero en manos de la entidad solicitante, y queda a la espera de que se vayan ejecutando los programas y se los vayan justificando. 

Pero las asociaciones que elaboramos nuestros proyectos (sin dinero ni recursos) cedimos los mismos, en un acto de fe, a Andalucía Inclusiva, para que ella fuera la solicitante y las Asociaciones quedáramos como puras Entidades ejecutantes. Y es ahí es donde se halla la madre del cordero.

Puede que el protocolo de justificaciones adoptado por Andalucía Inclusiva sea válido para Asociaciones con cierta solvencia, pero tiene que contemplar medidas excepcionales para cuando dicha solvencia no exista porque, aun así, la Junta nos concedió a nosotros/as un proyecto, sabiendo, incluso, nuestra realidad económica.

¿Qué problemas habríamos tenido si Andalucía Inclusiva nos hubiera transferido mensualmente a nuestra Cuenta Única la cantidad adecuada para pagar la nómina al/a la conductor/a y los seguros sociales; si la Asociación hubiera pagado la nómina al/a la conductor/a gustosamente y en su fecha; si éste/a hubiera firmado la nómina, previamente firmada y sellada por La Calesa; si la Entidad bancaria hubiera podido emitir mensualmente justificante de pagos de dicha nómina, debidamente firmados y sellados; si la Seguridad Social hubiera podido cobrarse los seguros sociales a su debido tiempo, sin generar recargos; si la entidad bancaria, asimismo, hubiera podido certificar, con firma y sello, el pago de dichos seguros; si nosotros hubiéramos podido remitir puntualmente toda esta documentación escaneada por correo electrónico a Andalucía Inclusiva y, luego los originales, por correo postal? ¿Qué problemas habríamos tenido? Yo digo que ninguno.

Pero aplicar el mismo rasero a todas las asociaciones, es condenar a la falta de crecimiento a las más débiles, y considerar únicamente a las más fuertes. Es, también, una fórmula de control sobre las Entidades críticas y/o disidentes, porque la mano la pueden pasar siempre a escondidas. 

El retraso del dinero en manos de Andalucía Inclusiva ha sido el único problema. De esta forma nos ha resultado imposible justificar, y muchas veces ha resultado imposible seguir ejecutando, al menos, con alegría, que es lo menos que se merece nuestro colectivo, ya que los/as conductores/as estaban disgustados/as y a penas querían seguir trabajando. Si alguien está jugando con el dinero público, esa es Andalucía Inclusiva, que es la que lo tiene.

Y con respecto a las palabras concretas de Yolanda Carrasco sobre mi persona, diciendo que no soy persona de confianza, y que duda de que destine el dinero a los fines para los que nos han sido concedidos, le vengo a responder:

Voy a querellarme contra usted, y de paso contra Andalucía Inclusiva, ya que no permito que nadie ponga en duda mi honradez y mi honor. Al menos yo no trabajo para esto, porque soy pensionista y trabajo por pura vocación; tanta, que no llevo la cuenta de lo que he tenido que aportar de mi dinero para que los programas de la asociación siguieran funcionando. Pero muchas de las personas interesadas en difamarme sí que trabajan en Andalucía Inclusiva, cobrando muy buenos sueldos.

Firmada por Carmen Pérez Omil, presidenta de la asociación La Calesa.