A la atención de D. Juan Manuel Moreno y D. Francisco Javier Imbroda Ortiz:
En primer lugar, decirte que es un placer saludarte y, a la vez, me gustaría enviarte un saludo cordial. Soy docente, especialista de Educación Primaria y, ante todo, me gustaría que se mostrara con cierto grado de empatía ante las palabras que a continuación le voy a escribir. Simplemente, me gustaría que se pusiera en el lugar de miles de docentes que llevan viviendo y/o sufriendo la misma situación durante más de una década.
Esta especialidad (que allá por el año 2010 decidí estudiar por diversos motivos) es una profesión que desde pequeño he amado y me hace tener recuerdos y ejemplos inmensos de personas que me han transmitido innumerables valores. Sí, esos valores que me llevaron a tomar una determinación en torno a lo que yo quería ser toda mi vida: Maestro, especialista en Educación Primaria en Andalucía.
Estoy seguro de que usted y todo el que trabaja a su alrededor, sabe a qué especialidad me refiero. Esa especialidad en la que, concretamente, te prepara con un temario específico para poder impartir diferentes áreas, que te prepara para ser tutor y saber llevar a cabo dicha función con el alumnado, con el equipo directivo, con los distintos especialistas y con las familias y/o tutores legales del alumno/a.
Ante unas oposiciones en nuestro temario se nos evalúan temas relacionados con: atención a la diversidad, tecnologías de la información y la comunicación, técnicas y lenguajes artísticos, ciencias sociales, ciencias naturales, y, lo más importante, dos áreas instrumentales y necesarias para la adquisición de nuevos conocimientos y el desarrollo de la vida social (Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas) así como el asesoramiento, seguimiento y atención al alumnado mediante la acción tutorial.
Es por ello, que cada especialidad posee una preparación con un temario, unos supuestos teórico-prácticos y una programación didáctica especifica. Pienso y estoy seguro de que saben perfectamente a qué me estoy refiriendo y el objetivo de dicha preparación con el temario transmitido. En su totalidad, una correcta preparación y cualificación para que, en el caso de superar esa oposición, poder ejercer dicha función con la mayor calidad posible. Ello no trata de desprestigiar a ninguna especialidad, todas son importantes y valoradas.
De igual modo, quiero decirle que, antes de comenzar con la preparación de una oposición (un año bastante duro), me gustaría que supieran que hay una decisión importante que tomar: la especialidad por la que se opta. Hay distintas especialidades en la etapa de primaria por la que optar: Especialidad de Primaria, Música, Educación Física o Lengua Extranjera. Elegir la especialidad para opositar es una decisión difícil, unas veces más acertada, otras veces lo es menos. Cada opositor medita, piensa y elige la opción más adecuada para sí mismo de acuerdo a sus estudios y preparaciones llevadas a cabo de forma previa.
Con todo esto, me gustaría recordarle que una oposición nos pone a todos y todas donde realmente nos corresponde teniendo en cuenta la elección tomada desde que comienza tu camino y con ello la preparación hacia esta bonita profesión, la cual, a su vez, te permitirá disfrutar de forma plena de tu trabajo y para ejercerlo lo mejor posible. ¿Saben para qué? Para que los únicos/as beneficiados/as sean los/as alumnos/as.
Por todo ello, no pedimos que nos regalen nada, pedimos que se respete la especialidad y a sus áreas curriculares que nos hemos preparado y aprobado por un sistema de concurso-oposición. No sería justo que yo (siendo docente y especialista en Educación Primaria con una mención en otra especialidad que perfectamente podría impartir), llegará a ejercer las áreas curriculares de otros especialistas sin opositar para ello. Los opositores de otras especialidades se han ganado ocupar ese lugar por méritos propios mediante su concurso-oposición específico y una preparación continua específica a lo largo de muchos años.
Espero que, ante la dificultad que supone poder mantener una conversación con ustedes, este escrito pueda llegarles. Por último, me gustaría desearle un feliz verano, y a todos/as mis compañeros/as, sean de la especialidad de primaria que sean. Todos/as somos compañeros/as y os deseo lo mejor. Debemos estar unidos por un bien común.
Recibid un cordial saludo.